sábado, marzo 29, 2008

Imogen Heap



"We're a different pair, do something out of step.
Throw a stranger an unexpected smile...with big intention.
Still posted at your station.
Always on about the day it should have flied."

Headlock

Palabras que sigo sin encontrar




No suelo ver demasiado la televisión, en realidad podría prescindir de ella perfectamente y en ocasiones he (sobre)vivido sin ella. Ahora la tengo encerrada en un armario y tan sólo la libero para que vomite noticias y actualidad, más lo segundo que lo primero en todo caso. Por razones que ni yo misma llego a comprender, tal vez simplemente no tenga ganas de hacerlo, me he aficionado a ver el informativo de la cadena autonómica (esto de las cadenas autonómicas, no digamos las locales, es un auténtico descubrimiento, son capaces de lo peor, y hablando de televisión ese listón está muy alto). Tal vez porque se emite en horario diferente al resto o porque imprimen a sus noticias un tono más cercano y por mucho que una viaje lejos y tienda puentes acaba interesándose más por lo que pasa en su barrio y en la acera de enfrente.

De este modo ayer, creo que fue ayer, la tenía de fondo mientras me dedicaba a tareas de esas prescindibles. Hablaban de la última ocurrencia del sin par alcalde de Oviedo en relación con las bibliotecas municipales, no importa en base a qué, bueno, en realidad a mí no me importa. Entrevistaban a un tipo cuya cara no me decía nada, unas indicaciones en la parte baja de la pantalla señalaban su nombre y cargo, no les presté atención. De pronto se hace el silencio en la habitación y me llega la voz de ese hombre. Yo conozco esa voz, no recuerdo de qué, no sé a quién pertenece, obviamente pertenece al tipo que sale en pantalla, claro está, pero yo a él no lo conozco o no lo recuerdo. Pero esa voz... esa voz la conozco, esa voz si la recuerdo. Desaparece y de nuevo se da paso al presentador del informativo y a otra noticia y yo me quedo con las dudas.

Nunca he sido poseedora de lo que algunos llaman memoria visual o fotográfica, a diferencia de Groucho Marx y sin hacer excepciones yo si olvido las caras, y pensaba que también las voces, aunque si es cierto que le doy vital importancia a éstas últimas y la percepción que pueda llegar a tener de una persona pasa y mucho por lo que me diga su voz y su acento, y no me refiero exactamente a su forma de expresarse, que también.

Hace un rato leía los periódicos del día, con absoluto retraso pese a ser domingo y al filo de las diez de la noche, ya dije anteriormente que he tenido un día especialmente ocioso. En una esquinita (yo leo absolutamente todas las noticias del periódico saltándome deportes y economía, así que tampoco es tanto) se hacía referencia al Ayuntamiento y al conflicto con las bibliotecas municipales. Me vino a la memoria el tipo de la televisión y sin pensármelo dos veces, seguía ociosa, saqué a pasear a un trasunto de Petra Delicado y me adentré en la página web del Ayuntamiento de Oviedo. Aunque prácticamente inexistente, a corto plazo la memoria no me suele fallar y buscando, no demasiado, apareció una foto con un nombre. Tirando del hilo y adentrándome en el laberinto (nunca mejor dicho) de la memoria y los recuerdos por fin identifiqué y ubiqué. Si hasta parece que me debe, o debía algo, el qué, obviamente no lo recuerdo.

P.D. La foto... aunque parezca fuera de lugar, nada que ver. Por aquel tiempo alguien que compartimos me dijo que lo nuestro debía deberse a las berzas. Y hasta aquí puedo leer. Feliz semana.

Hipócrates y la fibra


Los empleados deben llegar a su puesto de trabajo desayunados, con el periódico leído y cagados... (léase con acento de Wisconsin y sáquese de contexto, sin olvidar lo de llorados).

Meme de las alegrías


Tinta roja me deja un encargo, un meme. Y mi primera pregunta, a la que le seguirán muchas otras es, "¿un meme qué ye?". Confieso mi condición de analfabeta cibernética en más de una ocasión.

Copio y pego (literalmente) desde su blog: "Me han propuesto un meme, a pesar de que no soy del todo aficionado a estas cosas. Pero es verdad que tengo esto un poco parado hace tiempo y bueno, qué mejor manera de darle vidilla. Os cuento: se trata del MEME DE LAS ALEGRÍAS, y consiste en contar con qué 5 bloguer@s haríais alegrías toda una noche o una noche toda, y por qué. Asi que, desde el más profundo respeto y el más inofensivo sentido posible".

Confieso que así, de buenas a primeras, me parece una gilipollez máxima, pero al fin y al cabo no puede haber mayor gilipollez que la cometida por mí escribiendo cada día (o casi) aquí. Aunque muchos serían los lllamados y pocos los elegidos sólo puedo quedarme con cinco, según las reglas y sin ánimo de ofender:

1. En primer lugar es obvio que me quedo con Oscar, tal vez porque lo nuestro es imposible y aunque ambos lo sepamos nos resistimos a creerlo.

2. Clifor, porque desde que llegué a esa ciudad llamada Perdición (uno de los primeros blogs que descubrí) y hasta el día de hoy no puedo pasar un día sin mi dosis diaria de sus letras y no dejo de maravillarme del talento de ese "mocoso".

3. David Suárez, porque sea lo que sea lo que Tinta Roja (e incluso yo misma) entiende por alegrías estoy convencida que él las proporcionaría.

4. P., un tipo de incógnito, por su melancolía barata y su metafísica de café con leche.

5. David González. Porque consiguió que releyera a Bukowski y a Roger Wolfe y hasta les he cogido el punto. Si la honestidad tuviese un nombre, ése sería el suyo.


Y esto es todo señores. Se admiten reclamaciones.

jueves, marzo 27, 2008

Inventario de perplejidades


Para un día que no leo los periódicos... que si los médicos se van a la huelga y los funcionarios de justicia siguen con la suya. Baja la venta de pisos y sube el Euribor, sigo siendo una hipotética hipotecada. Un transexual se queda embarazado, se reabre el debate sobre la eutanasia y yo estoy en pleno síndrome premenstrual aunque esto no suponga ningún cambio en mi histerismo habitual. Llegamos a la sección sucesos, versión revivida de El caso, que ocupa la mayor parte del noticiero. Medias condenas y abusos. Por cierto, la viagra cumple 10 años. Carla Bruni monísimamente desconocida al lado de Su Majestad y sin tacones (daría para toda una tesis doctoral tanto la ausencia de estos en todo acto público de Madame Sarkozy al lado de su flamante marido como la semejanza, cual dos gotas de agua con veinte años más, entre la exmodelo y la exseñora del susodicho), se ha muerto Rafael Azcona... hago zapping y acabo en Tele Tini o lo que es lo mismo la autónomica TPA (todo por Areces), también noticias... y cómo no podía ser de otra manera, tal vez sea el momento de cruzar el espejo y cambiar la vigilia silenciosa de mi patria.

Geografía


Tras varios días con tremendos problemas para poder actualizar este humilde blog (problemas técnicos), fotografías que se desvanecen, canciones que no suenan y textos que se resisten a la corrección, envío derechitos al limbo de los pendientes y no olvidados todos los irresistibles a la par que interesantes temas sobre los que tenía previsto hablar. Dado que resulta una práctica bastante frecuente, cuando no sé sabe de qué hablar, echar mano de las estadísticas y de esos maravillosos programas que nos indican quién, de dónde y en base a qué nos visitan quienes nos visitan si es que nos visitan, no voy a ser yo menos, la originalidad pasa de largo esta tarde por mi casa. Si ya resulta bastante curioso ver a través de qué búsquedas llegan algunos hasta aquí, no menos lo son los lugares geográficos de los que provienen, pero lo realmente pintoresco es el "desde dónde". De este modo he descubierto que existe algo llamado Estación de zonas áridas o un Real Club de Enganches, Río * Corporativa, S.L., Asignación 22 para el P. de Asturias (de la que yo también uso y abuso)... en definitiva, que desde Ayuntamientos varios al Ministerio de Defensa, los currantes que son y han sido invierten parte de su tiempo laboral en la lectura de blogs ajenos e imagino que también propios.


Cuando la técnica vuelva a su cauce les hablaré de mi buena acción del día.

Desayunos solidarios



Con escasa antelación sobre las ocho de la mañana y recién llegada y aún no del todo despertada me recibe con una amplia sonrisa, la reservada bien para las ocasiones especiales, ésas en las que hay algo que celebrar (o no, simplemente la vida es bella en ocasiones), bien para implorar favores o prebendas. Intuyo que sus intenciones se inclinan más a lo segundo que a lo primero y yo que apenas he desayunado contraviniendo a la nutrición más elemental (puedo asegurar que lo intento, lo de desayunar, digo, pero mi desidia y mis cinco minutos de más bajo el agua de la ducha son más poderosos que mi voluntariosa conciencia) apenas saludo murmurando buenos días mientras me deshago de paraguas y gabardina y despliego el periódico en el que pretendo hundir mi ya no tan voluntariosa conciencia durante al menos quince minutos contraviniendo (de nuevo) a mi muy querido, admirado y respetado, al tiempo que sin par, Consejero. Al tercer mandamiento no aludo. Y respecto al cuarto, yo sólo lloro cuando mis lágrimas pueden confundirse con la lluvia.

-"¿Te unes a una buena causa?" Me pregunta cierto tiempo después manteniendo la misma sonrisa, que todo lo puede, con la que me recibió y sin que venga a cuento. Miedo me dan sus buenas causas. Para ella la solidaridad pasa tanto por comprarse esas botas de tacón imposible, color imposible y charol imposible, sin olvidarse de un precio imposible, que la buena de su amiga F., dependienta de unos grandes almacenes nunca conseguirá vender, como la de hacer cola en las rebajas de enero (siempre en las de enero, nunca en las de julio, el por qué lo ignoro y nunca me he atrevido a preguntarlo) desde intempestivas horas de madrugada ante las puertas de esos mismos grandes almacenes, no vaya a darle a alguna de las sufridoras y potenciales clientas una lipotimia y entre la bárbara turba imbuida por el furor inconsciente y rebajil no vaya a haber nadie dispuesto a prestar los primeros auxilios. También es cierto que colabora con Ong's varias y que ella misma en ocasiones ha sido definida como una Ong andante y con dos patas, especialmente desde aquel verano en que planeamos irnos a Bolivia por una buena causa. La buena causa también tenía dos patas y a diferencia de nosotras una aparente conciencia, y digo aparente porque a las dos semanas conoció a una despistada estudiante de medicina neoyorquina que debía pensarse que Bolivia estaba al sur de Tijuana, se casó con ella, y a los seis meses ya estaba viviendo (aún no tengo claro de qué) en Staten Island (pidió una excedencia y se exilió de la tiza). A diferencia de él, ella si mantuvo su compromiso, renovado todos los veranos desde entonces. Pero ese detalle y acá, entre nos, no es suficiente para que yo me fíe de sus buenas causas.

-"Sabrás que los funcionarios de justicia están en huelga..." comienza a ilustrarme cuando por fin claudico y le cedo la palabra y mi escucha. Algo he leído en los periódicos, parece que se nos avecina una temporada agitada en lo que a reivindicaciones laborales se refiere, las que le están montando al innombrable entre otras, pero aún así reconozco mi ignorancia en lo que se refiere a causas y motivaciones y ella sin perder el tiempo me cuenta acerca de sus objetivos que debo decir me parecen justos y razonables, claro está que ella si se lo propusiera sería capaz de convencer hasta el más incrédulo y yo soy de las ingenuas. Parece ser, me indica, que han montado una suerte de bar o cafetería, "Café solidario" lo llaman (después de visitarlo añadiría el calificativo de hipercalórico) en el Palacio de Justicia, donde por 1'50 € tienes derecho a café y pincho de tortilla o bizcocho o tarta o lo que a una se le antoje, con la marca de casero y solidario y por supuesto ya ha decidido que a partir de ya mismo desayunaremos allí todos los días y hasta el fin de la huelga (el plural me incluye a mí entre otros despistados colegas).

A mí la palabra huelga siempre me ha sonado bastante lejana y debo confesar que yo sólo pisé las calles a modo de manifestación en un tiempo lejano y durante otra vida, las causas perdidas se me perdieron hace tiempo. Disculpen si no me alisto bajo ninguna bandera (al modo del uruguayo). Aún así fui y repetí y más que café solidario se ha convertido en punto de reunión de media función pública asturiana, desconozco si esta iniciativa se realiza en las otras comunidades autónomas donde también se está en pie de guerra. Volví a escuchar sus reivindicaciones, siguieron pareciéndome coherentes y justas y en boca de personas sin tanta capacidad de convicción como mi colega y sin embargo amiga, así que deben serlo efectivamente. Llevan más de 50 días de huelga y como dijo alguien eso es tener pelotas tratándose de gente con sueldos que oscilan entre los 900 y los 1.500 euros. No parece que de momento la historia tenga visos de solución y ciertamente lo siento por los sufridos usuarios entre los que por cierto yo me encuentro, pero no puedo negar mi comprensión y solidaridad hacia ellos. Suena a tópico y probablemente lo sea, como probablemente esté fuera de lugar mostrar mi apoyo a su causa desde aquí. En todo caso esto va por Santiago, colega, amigo y digno
funcionario en huelga.

Tristeza nao tem fin, felicidade sim





Hay quién me dice que es un auténtico sacrilegio, pero si hay un disco que me gusta del señor Veloso ése es Fina estampa. Llámenme *... lo que quieran. Me gusta escucharlo alejado de sus ritmos y cadencias habituales.

Por cierto, si no saben volar, pierden el tiempo, absurda asociación de ideas y recuerdos al ver(escuchar) a Darío Grandinetti.

lunes, marzo 24, 2008

I´ll give you shelter from the strom



No fue mi cumpleaños, no tenía nada que celebrar, no yo, no había buenas noticias, no brindábamos por el futuro o presente más inmediato, no invocábamos ni a la casualidad ni a la suerte... pero alguien me ofreció ayer un regalo envuelto en un papel de trasnochados motivos navideños rescatado del cajón de los objetos inservibles. Un disco, un vinilo para ser más exactos, Blood on the tracks... ¿alguna vez ha existido un disco más triste?.

Acabo de llegar a casa, chorreando agua por los cuatro costados tratando de recordar cómo funciona el viejo tocadiscos que desde hace cuatro años no uso y comienza a sonar Buckets of rain, no podría ser otra manera... Suena diferente a como yo la recordaba. Tiene un sonido más cálido, probablemente se deba al vinilo. Yo solía escuchar ese disco en uno de mis primeros walkman, en una cinta copiada a su vez de otra cinta también grabada. El sonido era de una ínfima calidad, pero a mí eso no me importaba. Tampoco percibía entonces, o al menos no de la manera en que hoy lo hago, la melancolía que destila el disco y esa canción en particular. La tristeza siempre ha estado infravalorada, y hoy que es un día triste por muchos motivos, tantos como hay para que no lo sea, se ha convertido en mi compañera de viaje.

Acerca de la verdad, acerca de la felicidad



Ahora que
no estoy contigo,
que no estaré
contigo nunca
más,
es bueno que
te diga varias cosas:
te engañé
un montón de veces
con algunos hombres
mucho más jóvenes
que tú
porque sabía que
eso era lo que más
te dolía,
y lo volvería a hacer
créeme
-te lo aseguro-
que fue uno de
los momentos
más felices de
mi vida.
Cuando esos hombres
me abrían la
puerta, y me
hacían pasar
a la habitación
y nos desvestíamos
con impaciencia.
Entonces me quitaba
la camiseta negra,
¡aquélla, sí!
y el sujetador.
Algunos me decían:
“espera, déjate un
instante las bragas
puestas”.
Y nos besábamos
con pasión,
era auténtica la
pasión.
Fuera
en el patio de
la casa
se oía a una mujer
batir los huevos cerca del
televisor.
Y volvíamos a besarnos
con ardor
aplastando
lo que quedaba
de nuestros cuerpos.
Algunos huesudos
cuerpos, otros
debilitados,
o rasurados
qué más da.
Y mientras tanto
pensaba cómo te
sentirías de haber
sabido
todo esto.
Pero siempre
he tenido buenas
coartadas
¿aún las recuerdas?
Nunca sospechaste
que todo
aquello era
mentira,
que lo que verdaderamente
hacía era
engañarte con
hombres mucho
más jóvenes
que tú.
Y esa
-te lo aseguro-
fue la época
más feliz de
mi vida.


Roxana Popelka

Los secretos



"Luego llegó la despedida,
le pregunté ¿por qué me dejas?
Ella me contestó:
Por tu tristeza."

Tu tristeza

Abriendo caminos



Travesuras del destino. Acababa de colgar la canción que no he conseguido quitarme de la cabeza en todo el día y bueno... ya no me dice nada. Sin corbata, mucho mejor. A veces todo es tan simple como darle a una tecla y no son necesarias ni flores ni palmadas.


sábado, marzo 22, 2008

El polvo no me puede matar


Canta Xabel Vegas (y las uvas de la ira):


"... y recordad que el polvo no nos puede matar. Que quien nos mata es el hombre y es de él de quien debéis escapar".


Ya ves, tan sólo es una (gran) canción...

viernes, marzo 21, 2008

Conjeturas






No puedo evitar esquivar la malsana curiosidad. Ciertamente tan (geográficamente) cerca cuando lo que una pretende es tender puentes que crucen largas distancias. Dice Felipe Benítez Reyes: "pónganse también su antifaz, si les parece, y así vamos empezando a conocernos".


Sí, lo sé. Muchas veces, las más, tan sólo aspiro a entenderme yo misma. Ujo... quién me lo iba a decir.

martes, marzo 18, 2008

Jill Sobule





"Don't let us get sick
Don't let us get old
Don't let us get stupid, all right?
Just make us be brave
And make us play nice
And let us be together tonight"

Don't let us get sick

sábado, marzo 15, 2008

Duelo al sol




Lo nuestro, no sé si decir lo tuyo, es, no sé si decir ha sido, una película del Oeste. No una de indios y vaqueros donde nos queda meridianamente claro que los vaqueros de Missouri, Colorado o Tenesse son los buenos y los indios, sioux, creeks o pies negros son los malos. Los papeles perfectamente repartidos, a unos les tocan las espuelas y sombreros a otros las plumas y machetes. Resulta fácil y naïf como en el mejor de los culebrones venezolanos o en las novelas de Ken Follet donde los buenos son muy buenos (además de guapos, compasivos e inteligentes) y los malos son muy malos (a veces también son inteligentes y guapos, nunca comprensivos). No, lo nuestro se acerca más al duelo en O.K. Corral, desarmados y mordiendo el polvo.

Jens siempre dice con su impropio acento: -"Como ye tan grandón se piensa que es John Wayne". Yo hubiese preferido a Gregory Peck... claro está que tampoco soy yo Jennifer Jones ni estamos dispuestos a morir el uno por el otro.

Autobombo


En una mañana de viernes animado e inconsciente preludio de vacaciones alguien busca una bolsa desesperadamente. Una bolsa vulgar, de ésas de supermercado, para unos libros. Yo no tengo y eso que en mi bolso hay de todo, pero recuerdo que Rita la cantaora, Cogersa en versión femenina o lo que es lo mismo Miss Reciclaje, tiene reservado un cajón para toda suerte de objetos. Efectivamente allí hay una hermosa bolsa con el logo de Correos y sus colores corporativos, amarillo y azul. Se la ofrezco al demandante dejando bien claro que lo que acabo de cometer es un allanamiento de propiedad ajena y él me da efusivamente las gracias. -"Dae, eres la mejor. Pero en serio, la mejor." Y lo reitera una y otra vez. El Doctor Amor a su lado asiente complacido y afirma solemnemente que se me echará de menos cuando tome posesión del nuevo cargo y les abandone. -"Se necesita a gente tan eficiente como tú". Se alejan los dos entre sonrisas y murmuraciones... "Esta chica si que vale". Incrédula miro el reloj, apenas son las 10 de la mañana, no son horas para presentar estados moderadamente alcohólicos.

Tiempo después me encuentro celebrando en la sacrosanta media hora del café junto a la Viudita Alegre el cese de cierto Director General (ni los motivos humanitarios tienen cabida, confieso mi mezquindad) con unas impropias cervezas en horario laboral. -"¿Nunca te has planteado colaborar con un sindicato?" me suelta a bocajarro y cambiando radicalmente de tema. -"Deberías probar la experiencia, no digo que te liberes, pero sí que de cuando en cuando unas horas, unos días al mes. Aprenderías un montón, conocerías gente. Seguro que te resultaría interesante. Además en el sindicato (intuyo se refiere al suyo) se necesita savia fresca, gente joven y con iniciativa, no funcionarios apoltronados. Tú resultarías muy válida".

Hace demasiado tiempo que nadie me dice que soy lista o inteligente (presupongo son adjetivos distintos), brillante o simplemente bonita. Y no es que necesite los halagos para respirar trece veces por minuto que diría el poeta (siempre me parecen vacuos y falsos, aunque sé que estos son sinceros) pero en un breve lapso me hablan de eficiencia y validez y hablan de mí. No puedo evitar sonreir.

viernes, marzo 14, 2008

Ábregu


El tiempu que teo de sete infiel
ensin estrañate en ca furmosu cuerpu,
tien dolor a iviernu ente la piedra,
a húmidos requexos nel to vientre
(esi primer besu que nunca fora nuesu,
la mano que l´otru aldovinaba
enantes del esnudu´n fiesta pela alfombra).
Pero ya basta:
quiero agora, en tan sollerte ausencia,
vender la cinta rosa de la neña rosa,
el vellu sangre d´entepierna
y como un Mediterraneu perfondu, bien adientro
abrazate inevitable.

Berta Piñán

Amaral



"Volver antes de la lluvia de estrellas/
a lo más profundo de lo desconocido/
donde hay multitudes sin nada en las manos/
Allí donde el sol ha secado los ríos/
Donde eres esclavo o un pobre fugitivo/
que ha visto los ojos de un hombre sin rostro/
Donde todas las almas han sido olvidadas/
Donde negro es el color y el número no existe/
Gritaré hasta que quede grabado en el viento/
y mi voz se refleje desde ésta montaña/
aunque tenga que andar encima de las aguas/
Hasta que esta llamada sea escuchada"

Llegará la tormenta

Para
Oscar...



P.D. ¿Y qué haces tú dando explicaciones? Ni siquiera yo me las merezco...

miércoles, marzo 12, 2008

Frivolidad



"Ningún diseñador con dos dedos de frente le haría un traje de novia a Belén Esteban" dice Don Jaime Peñafiel, famoso por sus diatribas en contra de la Prinzesa, en la pantalla de mi televisor recién encendido cuando llego a casa justo después de librarme de los zapatos y escuchar un par de mensajes en el contestador. La polémica de la tarde en todos los programas del cuore es que a la ex Jesulina nadie le quiere hacer su traje de novia. No me quedan claros los motivos, pero parece ser que daña la imagen de firmas de alta costura como Elie Saab y ni siquiera el Hola se digna a sacar la foto de su boda en portada. Qué cosas. Parece que en esto del famoseo también hay clases y las chicas de barrio ocupan el peldaño más bajo.

P.D. Yo recomendaría a más de uno que le echara un vistazo a las fotos de boda de los Beckham. Si ese vestido, por llamarlo de alguna forma, es digno de la portada de Ok, cien por cien seguro que sea lo que sea lo que se ponga encima la Esteban, también lo será.

lunes, marzo 10, 2008

En la cocina


Hoy he hecho todo un experimento culinario, tortilla española (la de toda la vida) con patatas chips. Se podía comer. Ha sido, o está siendo, un buen día. Ayer domingo también lo fue. Me voy a seguir disfrutándolo. Mañana, si me late, sigo reportando los pendientes (tengo varios acumulados).

Hinopsis y celebración




“El amor es un miedo: una moneda,
un bien de cambio” -susurraba su voz
de borracho creíble, y sonriendo
añadía: “Cualquier amante es sólo
un chantajista”.

Y en las noches aquellas, como extraños libertos,
dejábamos atrás mi trabajo y sus libros
para beber, beber.

Hicimos el amor
en calles y portales.

Cuando hablábamos,
hablábamos los dos a cuchilladas.

De él sé decir que era un producto típico
de su ciudad y de sus años: frío
y gregario. Su raza:
jóvenes ilustrados y poetas,
cansados de un dinero que no tienen
y una seguridad. Yo estaba sola,
iba de paso: una bala perdida.

Él ya se castigaba -su costumbre-
haciendo daño a todos.

Tenía que dar con él.

Me dijo que las chicas como yo
tenemos el valor de una experiencia,
somos útiles. “Tú eres muy consciente
de estar representando el papel que te toca.

Pudiste estar con otro, ¿no es así?
Si eres lista puedes aprender algo,
pero recuerda siempre que yo te necesito”.

¿Soy injusta? También me quiso un poco,
a su modo. Perdonó mis mentiras,
y no era culpa suya no saber del amor
sino lo que le habían enseñado
en su impreciso mundo de palabras a medias
y de fáciles gestos.

Admiraba
esa capacidad-para-encajar-los-golpes
que yo he llegado a ser,
ese estar siempre dispuesta.
Y me daba su tiempo a manos llenas.

Hoy sé perfectamente que me usó
para sembrar recelos en su grupo.
Yo le he visto humillar a alguien que le quería,
ignorarle y marcharse conmigo, y disfrutarlo.

O exhibirme como a una vaca sana
en su circo de locas, sin recato, triunfante.
Me empujó
en otros brazos; eso fue un pretexto
para nuevos reproches -“Puta, puta”.

Cuando pude dejarle,
tuvo el talento -y la complicidad de sus amigos-
para hacer de mí la única culpable.
“Nos ha engañado a todos” (y quizá
él tenía razón).

A menudo estoy sola y pienso en él,
ya sin rencor, pero escucho de nuevo
esa voz en mi oído, amable, lenta:
“Eres producto mío. Tú, ¿quién eres?
Un apellido y un trabajo triste
y unos padres lejanos. Sin talento
ni belleza, no eres inteligente...
No tienes perspectivas, bobita, saltarás
de un amante a otro amante. Como mucho
eres la novedad, tan sólo un coño.

Yo te he querido siempre. Quédate.
Imagina que ahora te murieses:
el recuerdo romántico, tan frágil, de esos tontos
y quizá un mal poema -Aquella chica...-,
y nada más. Te quiero, no te marches,
qué voy a hacer sin ti, vuelve conmigo...”.

Si alguna vez hemos sido inocentes
como mascotas, puros igual que las manzanas,
nosotros hemos visto pudrirse las manzanas.

Historia de G de José Luis Piquero

Había un poema de Piquero (Jose Luis), no recuerdo su título, la historia de alguien. Ya sabes, entre la montaña de libros impresionables con Erich Fromm, Rilke y la autobiografía de Canetti (ahora sobre su mesilla de noche, la del lado derecho y Un tranvía en SP, le ha gustado). Alguien me preguntaba ayer qué sabía de Bulgaria (al margen de monasterios) y yo "agora vo a matar a Laurica". Una puerta que se cierra, otra se mantiene entreabierta... el resto las he ido cerrando una a una de portazo en portazo, astillas y restos de pintura por los suelos. Talento para poner a todos de acuerdo. Y eso puede ser suficiente.

viernes, marzo 07, 2008

Quién da más...


No sé si declararme encantada y/o agradecida por tener por fin una "etiqueta" con la que identificarme y a la que responder cuando me pidan una vital declaración de principios porque señores, soy de las indecisas o más bien de los indecisos (parece que a los políticos esta vez se les ha olvidado lo de políticamente correcto y no dicen aquello de "indecisas e indecisos", tal vez Llamazares) que algunos cuentan por cientos de miles y otros por un par de millones.

Por mi parte me declaro doblemente indecisa, no he decidido si iré a votar y en el caso de hacerlo a quién. Bien es cierto que mi indecisión no es tanta pues tengo claro que pese a mis reticencias acabaré acudiendo el domingo a las urnas salvo fuerza mayor en contra y dado que no voto en el mismo colegio electoral que David Suárez, afortunadamente, lo considero más una obligación que un derecho aunque antes deba decidir (y sin echarlo a suertes) a quién votar, si tengo, en cambio, meridianamente claro a quién no votar. Y no deja de ser curioso que yo hace apenas dos o tres meses, antes de los debates, de la campaña y la precampaña tuviera mi voto claro y decidido y todo este tiempo que se supone deben emplear los políticos para convencer al voto y combatir la abstención lo único que me ha servido a mí es para desubicarme por completo. Seré a partir de ahora y por escasos dos días ciudadana etiquetada pero con un voto que cotiza al alza.

jueves, marzo 06, 2008

Caminos recónditos



Hay tardes, incluso mañanas, pero sobre todo noches, perdidamente irracionales.

miércoles, marzo 05, 2008

De ratones y hombres (y ya van cinco)


Próximamente...

En capítulos anteriores:

-Capítulo 1:
Érase una vez una corrida de toros.

-Capítulo 2: Camelia "la texana".

-Capítulo 3: En el portal nº1.

-Capítulo 4: Amistad y lo "ke" surja.

Alison Krauss (James Taylor)



"With a holy host of others standing 'round me
Still I'm on the dark side of the moon
And it seems like it goes on like this forever
You must forgive me"

Carolina in my mind

Para N., que ayer cumplió 15 años.





Para vivir


Dicen algunos que la infancia es nuestra patria, y yo añado a esos algunos que tal vez lo sea sólo para determinadas personas. Lo sea o deba serlo, al menos para los que por caprichos del destino habitamos este bien o mal llamado primer mundo. Nos brindan cariño, protección, un mundo a nuestra medida, caprichos y deseos, en algunos casos educación o respeto. Pero a veces la vida opta por tomar caminos raros y no esperados para los que no estamos preparados ni a los que sabemos o no nos han enseñado (o dado el suficiente valor) enfrentarnos. Y ahí es cuando todo se desbarata y se viene abajo sin trincheras ni refugios. Se buscan soluciones que no se hallan pues difícil es encontrarlas para problemas a los que cuesta siquiera identificar. Se tienden manos de consuelo, consejos desubicados o pretensiones de ayuda. Al final tan sólo queda el silencio como el telón que cae sobre el escenario poniendo fin a la función ocultando camerinos y tramoyas.

Ayer fue su cumpleaños. Lo recordaba. Raro en mí que me olvido hasta del propio, más por inducción en este caso que por despiste. No encontré el momento para una llamada. Cuando P. desde un punto impreciso del sur de Inglaterra me dijo que había optado por un práctico SMS se iluminó mi maltrecha conciencia, pero eran las 22:30 hora española, demasiado tarde ya para un feliz cumpleaños.

Sé que no leerá esto (afortunadamente). Ni él ni los suyos, que también se merecen el deseo. A pesar de ello quiero deseárselo, más el feliz que el cumpleaños. La felicidad se les ha vuelto demasiado esquiva últimamente. En ocasiones se alía con la suerte. Y yo, que siempre sostengo que la suerte no existe o que en su defecto hay que buscársela la reclamo hoy y ahora. A veces no hay esquinas que doblar para encontrársela y es necesario conjugarla para que venga a nuestro encuentro. Ojalá ésta sea una de ellas.

martes, marzo 04, 2008

Escrito con lluvia


Hoy llueve, a ratos tímidamente como si al cielo se le hubiera olvidado. Desde ayer por la tarde hemos sacado los paraguas a pasear y lucimos abrigos y gabardinas sin complejos. Sé que durará poco en este invierno que no se ha dignado a serlo y se ha pasado los meses esquivando nevadas y heladas, pero para mí media tarde o media mañana de lluvia aunque no suficiente supone un alivio.

Me gusta caminar bajo la lluvia y mojarme cuando ésta aún es incipiente aunque siempre vaya con un paraguas en la mano y de ahí la curiosidad y extrañeza con la que te miran gran parte de los peatones que no entienden que teniendo la oportunidad de resguardarse una elija la intemperie. Un amigo que vino del sur hace unos cuantos inviernos siempre decía que le parecía asunto de magia como aparecían los paraguas en las manos de los viandantes en cuanto comenzaban a caer las primeras gotas o cuando las nubes se tornaban en presagio de orbayu. No sabía él de la arraigada costumbre, especialmente entre las señoras, de llevar siempre a mano un paraguas de esos plegables que caben en cualquier parte y por tanto nunca están a la vista hasta el momento de hacerse necesarios. He de decir que son trastos inútiles, demasiado pequeños para protegerte si le da por llover con ganas y demasiado débiles para aguantar la más mínima acometida del viento. Pero yo los prefiero a los grandes y tradicionales aunque den cabida a compañía bajo ellos. Al menos no los dejo olvidados en papeleras y barreños pues siempre acaban en mi maxi bolso donde todo cabe.

No los olvido, cierto, pero eso no significa que en más de una ocasión, aunque no este invierno y ya van cinco, hayan salido volando por los caprichosos deseos del viento empeñado en dejarme al descubierto de la lluvia las más de las veces bordeando la Plaza de Europa camino hacia la que una vez fue mi casa. Gijón, ciudad abierta al mar le tiene especial querencia al Nordeste y éste a los paraguas ajenos.

Post(debate)


Hay quien dice que esta señora le da mucho miedo. A mí no, a mí las personas no me dan miedo, en todo caso me pueden llegar a asustar sus actos y en ocasiones me aterrorizan sus pensamientos e ideas que trato de respetar aunque no coincidan con las mías. Como dijo aquél todas las personas son respetables, no tanto sus opiniones.

Esto debió grabarse allá por el año 77, yo no recuerdo mucho o apenas nada de aquellos años pero me late que semejante opinión debía de estar más extendida de lo que muchos ahora defienden y olvidan. Da igual de todas formas, porque lo que a mí me asusta no es lo escuchado hace 30 años, sino lo escuchado anoche:

El debate decisivo. He traído conmigo un libro blanco. Un país en convivencia. Prioridades y fracaso. Hablemos de personas. Usted siembra miedo. Los huevos y la leche. Las patatas y los huevos. Primera pregunta de inicio de legislatura. Yo crearé empleo. Yo bajaré los impuestos. Igualdad definitiva. Regularización masiva de inmigrantes. Su política es ordeno y mando. De educación, por favor, no me hable. Credibilidad y compromiso. Mentir y engañar. Dejen de una vez de usar el terrorismo. Pida perdón por sus múltiples mentiras. Muertos sobre la mesa. Mentir, mentir y mentir. Aún queda mucho debate. AVE. Cohesión social. Nadie conoce su idea de España. Usted se ha ido al extremo. Fracaso. Dividir y atacar. Política lingüística y multas. Informe PISA. Piedras sobre su propio tejado. Que el suelo valga menos. Con ustedes subían más los precios. Usted está fuera de la realidad. Yo voy a llevar agua a todos los sitios. Si actuamos con realismo, trabajo y humildad...

Buenos días y buena suerte (a la niña mejor ni la nombro).

domingo, marzo 02, 2008

Natalie Merchant



"People see me
I'm a challenge to your balance
I'm over your heads
How I confound you and astound you
To know I must be one of the wonders
Of god's own creation
And as far as you can see you can offer me
No explanation"

Wonder



Hoy domingo: encuesta


Leía hoy en un periódico una de esas noticias de relleno y domingo. Una pequeña encuesta a populares, conocidos y famosos de medio pelo sobre la sintonía de sus teléfonos móviles, politonos, para ser exactos, porque parece que nadie usa ya los timbres clásicos que por defecto presentan los móviles.

Era un periódico regional y la música que ganaba por goleada, sorprendentemente al menos para mí, era el "Asturias patria querida" y a ritmo de gaita siendo exactos. Y yo que me horrorizo cada vez que suena el teléfono de una de mis compañeras vibrando a ese ritmo y pensando que no sólo es irritante sino hortera. Visto lo visto, la irritada y hortera debo de ser yo.

Traslado las dos preguntas del periódico aquí por si a alguien le da por contestar y confesarse. ¿Qué timbres usan en sus teléfonos móviles y el por qué de esa elección?

Por mi parte yo sólo confieso que para las llamadas laborales tengo "La tortura" de Shakira, para el resto hagan apuestas, confieso que yo también he caído atrapada por los politonos aunque me mantengo fiel y no acabo de entender la gracia de cambiar el sonido constantemente, si yo hiciera eso sería incapaz de reconocer mi teléfono cada vez que sonara.

If I had a hammer


He tenido un fin de semana extraño, cansado y casero. Dedicada al bricolaje y a la pintura de brocha gorda. Divertido. Y especialmente instructivo, he aprendido que:

-Pintar es divertido y hasta relativamente fácil y rápido. Lo complicado es prepararlo todo. Tapar muebles, poner plásticos, mover, colocar y sobre todo limpiar, al final, y colocar todo en su sitio de nuevo.

-Nunca faltan manos que deseen ayudarte. Es como las mudanzas. Todos se ofrecen. Te traen obsequios, vino y pizzas, magadalenas y hasta ensalada. Por supuesto dos manos y muchas ideas de cómo deben hacerse las cosas. Las ideas no suelen coincidir.

-No tengo precio como montadora de muebles de Ikea.

-Los taladros son peligrosos e irresponsables.

-Todo el mundo quiere pintar y se pelean por las brochas, pero nadie quiere pegar plásticos o empuñar la fregona.

-Aún con dos pares de guantes hay manchas de pintura en las manos que no se quitan ni tras tres duchas y dos manicuras caseras.

-Subir y bajar continuamente una escalera de mano provoca agujetas.

-No es lo mismo un tornillo que un clavo.

-Los muebles se mueven mejor si se colocan sobre una manta o colcha y se tira de la manta y no se empuja el mueble. Lo complicado, claro está, es colocar la manta bajo el mueble.

-Existen los destornilladores eléctricos.

-La pintura se limpia fácilmente con agua, el esmalte necesita en cambio un disolvente y frotar, mucho frotar.

-Y tengo que comprar cortinas.

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