jueves, diciembre 31, 2009

Busco una patria que nunca tuve

Hay fiebres de madrugada que carga el Diablo... que finalmente no quiere disparar.


Sobreviviré, a esta noche y a las siguientes. Todo será diferente, e incluso puede que mejor...






P.D. Será mi primera Nochevieja sola... y el comienzo de tantas otras...


En días como hoy desearía ser fumadora... Propósito de anyo nuevo, dejar de fumar. Aquí paz y después gloria.


martes, diciembre 29, 2009



Enciendo el móvil. Lo tengo apagado desde el día 15 a las cuatro de la tarde cuando me subí al avión que me trajo hasta aquí. Como soy como soy, olvidé el cargador, y tengo que reservarlo para la última noche del anyo. Hay un par de personas que quiero sepan que me acuerdo de ellas.

Comienzan a llegar mensajes acumulados y atrasados. Y entre publicidad y ofertas de "roaming", como de la nada, aparecen felicitaciones de Navidad y buenos deseos. Abro el correo, más de lo mismo. Me irrito y/o enfado sin motivos racionales ni aparentes. Puede que sea egoísta, por calificar de alguna manera, que me moleste que se acuerden de mí personas que yo ya he olvidado o que en el peor de los casos no quiero recordar. Gente que se olvida de ti los otros restantes 364 días. Parecería que soy su obra de caridad, su "siente a un pobre a su mesa", "felicitemos a Dae" aunque el resto del tiempo no nos acordemos de ella.

Mantengo el beneficio de la duda. Tal vez es un envío de esos masivos que llegan a todos tus contactos o números de tu agenda. Aunque la pregunta que cabría hacerse en este caso es porqué conservan mi número. Pero va a ser que no, van personalizados. Cabe la posibilidad de una combinación de correspondencia. Pero me desean novios feos, fuertes y formales para el 2010, me dan excusas no requeridas, explicaciones a todas luces falsas y maniqueas. Promesas que ambos sabemos no van a cumplirse, entre otras cosas, porque ninguno de los dos vamos a mover un dedo por ello.

En la próxima carta a los Reyes Magos, la que no iba a escribir, aún estoy a tiempo de hacerlo, voy a pedir que no se acuerden de mí los que ya no me recuerdan.

P.D. Soy tonta, hace tiempo que lo asumí. Parezco ingenua, y probablemente lo sea. Pero ése no es el juego. El juego es que tu hablas y yo te escucho, y mi mala entendida buena educación me hace sonreír, asentir y dejarte las puertas abiertas. Pero yo sé que tú sabes que yo sé, así que entre el silencio y las excusas baratas yo prefiero lo primero aunque no me gusten ninguna de las dos cosas. Si no tienes la valentía de decir la verdad, cállate. No inventes, no fabules, no creas que te creo. Auf Wiedersehen, espero que mejores tu alemán, pero no será conmigo.

jueves, diciembre 24, 2009

Pasaba por aquí



Leo a Antonio Munoz Molina. "La noche de los tiempos". No es ningún descubrimiento el que este hombre sepa escribir y además lo haga bien. Pero tengo que decirlo, me está encantando esta novela. No me gusta hacer recomendaciones, pero aconsejo que la lean perdiéndose en el laberinto de 958 páginas de Ignacio Abel y Judith Biely. No, no se harán más sabios ni mejores personas tras su lectura, pero habrán perdido el tiempo, el suyo, de una manera formidable.

Para todo lo demás, Feliz Navidad.



P.D.1 No quiero más felicitaciones de Navidad de gente que asegura odiarla, pero que me describen sin singún recato el ágape cargado de viandas que disfrutarán esta noche en el incomparable marco de su tan odiada familia. Recuerden que el cuniado no es familia y si bien ustedes no la eligieron a ella, sin duda tampoco su familia les ha elegido a ustedes. Si no saben o no quieren disfrutar de la Navidad, no lo hagan, pero no la maldigan cuál mártir camino de la hoguera renegando de ese Dios al que algunos le rezan, poniéndose luegos morados a base de langostinos y papel de regalo

P.D. 2 Quiero que me devuelvan la parte proporcional que me corresponde de esos cientos de euros que de media se gasta cada asturiano, según los periódicos locales vía digital, a saber, en lotería, regalos y cena de Nochebuena. Quién habla de crisis?, quién se ha gastado lo que yo no me he gastado? . Soy una una avara irredenta?... No, no tengo ese dinero, y si lo tuviera, a Dior pongo por testigo de que no estaría aquí a 15 grados bajo cero sino en algún balneario al norte de Punta del Este.

P.D. 3 Marlene Dietrich

martes, diciembre 15, 2009

Para decir que me voy de vacaciones no voy a esforzarme mucho... pueden pedirme ustedes a los Magos de Oriente, volveré para ese día. Y mientras tanto, cuídense mucho y vivan.

Si contara con los dedos de ambas manos el número de veces que últimamente alguien me ha dicho lo difícil, lo complicada, lo retorcida, lo compleja que soy, no me sobrarían dedos.

Cuando comento que me gusta la Navidad, soy un ser en peligro de extinción. Si le suelto lo que en ese momento me late, intimido a marchas forzadas. Si digo lo que pienso, es que no pienso lo que digo.

Y tú vas y dices que sí, que es cierto, que intimido. Pero me miras, y vuelvo a estar viva.

Una dulce derrota


Arranqué el coche, de nuevo, esta vez con la marcha correcta. Sonó l’ll work for your love. Me descubrí sonriendo. No siempre las derrotas son amargas. Volví a sonreír.





sábado, diciembre 12, 2009

A Dior pongo por testigo


Juro y prometo, aunque no me lo crea ni yo, que ésta es la última vez que hablo de ti (sin hablar de ti). Para dejar de pensar harán falta más de 19 dicieniueve días y 500 noches.




Los puntos sobre las 'íes'



Veo a Carlos 'Revolver' Goñi en una entrevista de refilón. Y va el tío y se queda tan ancho diciendo que un buen día vió a un tal John Mellencamp en la tele y desde entonces quiso ser como él y hacer su misma música. Qué desfachatez Carlitos, así no, y entonces, ¿esto qué es?...





P.D. Y que conste que me gustan algunas de las cosas que haces, pero no te creas que eres lo que no eres.

El breve espacio en que no estás


Siempre me gustó el final de esta canción, que no la canción en sí. Soy más de Silvio, sin serlo, que de Milanés. Y hoy, justo ahora, se hace más patente que nunca la verdad que encierran esas últimas frases. Y sé, confieso y admito, lo injustas que son para los que han de venir, que vendrán. Las comparaciones nunca han dejado de ser odiosas.


"Lo prefiero compartido antes que vaciar mi vida.
No es perfecto, más se acerca a lo que simplemente soñé".


viernes, diciembre 11, 2009

Del amor y otros demonios


Yo nunca sentí celos, aunque supongo que motivos no me faltaron. El Holandés Errante, que hacía gala de lealtad, que no fidelidad, dos conceptos que mucha gente tiende a separar con afán de justificación, me puso a prueba día tras día durante meses. La dignidad, al menos la mía, tiene plazos.

Pero no estaba celosa de esas otras que pasaban por su cama cuando yo no la ocupaba. Me parecía tal pérdida de tiempo y energía que no estaba dispuesta a sucumbir a ellos. No me importaban sus justificaciones, que yo no le pedía, sus aseveraciones de lealtad, probablemente mal entendida, tú eres la primera pese a todo, ni sus remordimientos de ida y vuelta. Simplemente me gustaba, probablemente demasiado, y cuando estaba conmigo, estaba conmigo, y eso era lo único que contaba.

Siempre he sido consciente de lo que soy, de lo que ofrezco, de lo que se espera de mí y de lo que enseño. Así, cuando aquél circunstancial compañero de viaje se quedaba mirándola, embobado en su swing, yo permanecía impasible. “Es tan lindo mirarla” (y léase con acento uruguayo, que para los no iniciados es igual que el porteño, aunque unos y otros lo nieguen, como si el Mar de la Plata no tuviera dos orillas). Y era cierto, era lindo mirarla, era bella, tremendamente guapa. El resultado del mestizaje de oriente y occidente. Podrían usarse un buen montón de lugares comunes para describir su aspecto físico, contra el que yo obviamente no podía, ni quería competir. Y a mí me daba igual. Que se fijara en una chica más guapa lo encontraba natural.

Mar siempre me decía que el día que finalmente conociera los celos, sufriría tal ataque que me subiría por las paredes que aún me quedan por pintar y me comería las uñas que no me muerdo. Pero yo no sé de celos. Siempre me han parecido banales, estúpidos y una mala pasada de la imaginación que no poseo. Si alguien está contigo y se presupone que voluntariamente te quiere y comparte su espacio y su tiempo, por qué ibas a dudar de sus afectos. Si deja de hacerlo, será igualmente porque voluntariamente deja de sentirlo, independientemente de que se vaya con otra y una no tenga demasiado claro si se va con ella porque ha dejado de quererte o ha dejado de quererte porque se va con ella. En todo caso creo ser más afín a la primera premisa.

El dolor es el mismo, obvio. Como el abandono, la pérdida, la indefensión y las preguntas sin respuesta. Pero es una lucha condenada a la más humillante de las derrotas, la de quedarse queriendo sola. Por qué adelantar esa batalla cuyo único fin es el fracaso. No, ni modo.




jueves, diciembre 10, 2009

Desvaríos




Sí, lo sé, estoy fatal, empeoro día a día... pero tengo que decirlo, y qué mejor momento que éste, qué mejor lugar.

Si pasabas el miércoles (ayer) a eso de las 7:45 por la plaza de la Gesta, en concreto por delante de la iglesia redonda, luces barba, mochila a la espalda y más de 180 cm de estatura, que sepas que ayer me 'enamoré' de ti.




It ain´t me babe


Hablar de los retorcidos caminos por los que los despistados lectores llegan a tu blog es todo un clásico entre los blogueros, pero no, no voy a enumerar aquí los interminables motivos (que confluyen en uno) por los que cuatro de cada cinco internautas acaban aquí.


Tan sólo...¡BUSCARME EN LA EN LA WIKIPEDIA!... Así no. Con lo fácil que es la línea directa (por algún lado aparece mi email para los ruegos y preguntas), si es menester.

Incluso cuando miento digo la verdad



Hace un par de días le dije a un tipo: "No pierdas el tiempo conmigo, no soy la mujer que buscas". Me dijo: "Vale". Se dió la vuelta y se fue.



miércoles, diciembre 09, 2009

The times they are a-changing


Esta mañana he hecho algo extraordinario, y entiéndase como algo fuera de la normalidad y de mi rutina diaria, aunque no sea digno de mención. Por otro lado, nada de lo que aquí se cuenta lo es. Así que, fíjese usted que tontería, pero tras casi un año sin encender el secador hoy he vuelto a hacer uso de él. El hecho de que acabara como el león de la Metro no tiene importancia, como tampoco lo tiene que tuviera que utilizar tanta laca como para acabar con media capa de ozono para colocar cada medio rizo en su sitio. Teniendo en cuenta que desde el mes de febrero no piso una peluquería hoy ha sido un gran paso en mi estética, que últimamente, debo confesar, estaba bastante decaída.

En mis tiempos post-adolescentes y tras abandonar el sempiterno uniforme colegial era la más pija del barrio y mis Levi`s blancos eran mi santo y seña. Luego fui hippie de melena pelirroja al tintineo de mis múltiples abalorios. Más tarde descubrí los tacones unidos a unos vaqueros y a una inevitable chupa de cuero. Durante una temporada sólo me vestía con faldas y/o vestidos. En su momento, cuando fui contratada como intérprete y acabé de chica para todo sólo vestía trajes sastre del imperio Inditex e invertía el resto de mi presupuesto para moda en bolsos y/o zapatos. Tras unos cuantos desvaríos estéticos más, incluso pasé por la fase “trenza a lo Infanta Elena”, salvando las distancias y la diferencia, a mí me quedaba mucho mejor, llegué a la fase actual donde no soy nada y todo a un tiempo. Simplemente abro el armario, cojo los vaqueros y la camiseta de turno y ancha es Castilla.

En esas estaba hace más o menos un año, saliendo de la ducha, con el desconcierto que siempre me invade el despertar en casas ajenas y tras la dosis imprescindible de rímmel, único vestigio de tiempos pasados, decidí que tenía que hacer algo con mi aspecto. Como siempre verbalizo mis deseos, como si fuera la vía más rápida para convertirlos en realidad, sin importarme demasiado quién o qué pueda escuchar o ser escuchado, esa vez tampoco iba a ser diferente.

No esperaba que él me dijera que estaba estupenda, que no necesitaba cambios, que mi belleza natural era portentosa… no buscaba la reafirmación ni tampoco la complacencia. Y claro, tampoco las encontré porque su respuesta fue exactamente que sí, que debería cuidarme más, visitar con frecuencia la peluquería, encaramarme más a menudo sobre tacones imposibles y desterrar los vaqueros. Hay que j* con estos intelectuales, tanto foulard al cuello y luego se declaran fans del alisado japonés adornado con mechas. Y en mi caso, obvio, ni lo uno ni lo otro. Pero le hice caso, esa misma tarde justo después de recoger mi cepillo de dientes de su baño para no volver, fui a la peluquería. Ante las reticencias del peluquero una sola orden, cortar, y aunque éste se resistía, como si yo fuera Sansón y toda mi fortaleza residiera en mi melena, salí con un estupendo corte a lo garçon. Nada va tan bien con los vaqueros como llevar la contraria.

Eso sí, si me guardan el secreto les contaré que este domingo me compré un LBD, y es el tercero que cuelgo en mi armario en lo que va de otoño/invierno. Los tiempos están cambiando.

martes, diciembre 08, 2009

Podrias invitarme a un café



"Tas solu. Nunca tan solu tuvisti.
Y per estes cais nes que se retuercen
díes de lluvia y díes de sol
veis buscando los tos díes perdíos".

Xuan Bello


En días como hoy la ciudad debería estar vacía, se me olvida que no es domingo y por eso me desubica cruzarme con tanta gente sorprendida mirando al cielo. No, no llueve. Deambulan entre los edificios de piedra, la heroica ciudad no duerme entre el ruido de los flashes y los planos desplegados. Te miran con curiosidad mientras callejeas y doblas esquinas como si pusieran en duda que tu rumbo no conduce a un callejón sin salida. Y mis pasos me llevan a casa donde me espera una comida para una, a base de los restos de la cena compartida de ayer.


Eva al desnudo



Karen: -"¿Haces todo esto sólo por conseguir un papel?"
Eve: -"Haría esto y mucho más".

All about Eve





I'm lovin' him





¿Se puede ser más políticamente incorrecto?



P.D. El torero José María Manzanares. Cayetano, tiembla.

Al margen




Ya me la han hecho. La pregunta que nunca falta y a la que más temo...

lunes, diciembre 07, 2009

Haciendo memoria


Como hoy he tenido un día muy out, sólo interrumpido por una promesa de un encuentro que finalmente no tuvo lugar, no soy tan fuerte, aún no, para enfrentarme a según que cosas, me ha dado por la nostalgia de echar la vista atrás y tratar de recordar dónde estaba yo hace exactamente un año. Teniendo un blog es fácil desafiar a la memoria, recupero lo que escribí exactamente el 7 de diciembre del 2008, o al menos publiqué. Música, literatura y victimismo barato todo al precio de uno, que poco hemos cambiado (la E ya me perseguía entonces).


Life is the fast lane

Lecturas compartidas

I hope I don't fall in love with you



P.D. Que sepas Óscar, que se te echa de menos, ya nadie me regala flores.

De ida y vuelta




Deshojo la margarita... y es que hace demasiado frío para salir a la calle, aunque eso nunca debería ser (suficiente) motivo.

El despertar





Hoy tengo un día muy a lo Joan Crawford...

¿Te preguntarás qué carajo significa eso? Tendrás que preguntármelo al oído.

domingo, diciembre 06, 2009

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?





Trato de explicarlo... Debo de hacerlo muy mal. Lo intento de nuevo con otras palabras. Los hechos no resultan suficientes.

No necesito promesas ni un anillo (de presumir) en mi dedo anular mientras arrodillados me juran amor eterno. Ni que me cojan de la mano o me reserven el lado izquierdo de la cama. No necesito miradas de complicidad ni planes de pensiones compartidos. No, no necesito que lo llamen, ni llamarlo yo, amor, cuando quieren (quiero) decir sexo.

Sigues sin entenderlo... pero por supuesto que sé separar el sexo del amor, que no el amor del sexo (esto último sólo por imposición involuntaria). Lo que no sé no ya separar, sino mezlcar, es la amistad con el sexo. A mis amigos, con los que comparto mi vida y mis circunstancias, los quiero, aprecio, y valoro hasta límites insospechados. Y a ti, que sabes más de mí que yo misma, te quiero, aprecio y valoro hasta límites insospechados. La diferencia está en el (compartido) deseo, en los abrazos que (no) nos damos, porque contigo, y me '(auto)parafraseo' (las palabras que ya escritas nunca llegué a enviarte), contigo, y no con ellos, me siento 'así', queriendo abandonarme como barro en tus manos para ser moldeada a tu antojo, perdiendo las referencias y los sentidos. Una marioneta con las cuerdas tensadas de deseo. Con ganas de hechos, no de palabras.

Así que no, no nos vamos a la cama... el amor, el mío, es el resultado a la ecuación, y enamorarme de ti es un lujo que no está al alcance de esta alma en oferta.

sábado, diciembre 05, 2009

I'm coming



"Lo tuvimos tan cerca que nunca lo vimos.
Lo perdimos tan fácil que valió la pena.
Y ahora quiero llamarte por teléfono,
y decirte que aunque no me diera cuenta en aquel momento
aquello fue importante para mí".



¿Había dicho lo mucho que me gusta esta canción?... Por lo demás, estamos (estoy) trabajando en ello...




miércoles, diciembre 02, 2009

(No) reasons


He decidido callarme. Desconozco cuánto durará mi buen propósito, intuyo que no mucho tiempo. Nunca he sabido hacerlo, igual que no sé sonreír cuando no me apetece o reírme de un chiste que no me hace gracia. No sé hablar cuando simplemente hay que hablar y callarme cuando nadie espera que hable si yo sí considero que tengo algo que decir. Oscilo entre el silencio y la incontinencia verbal sin límites ni censuras. Soy consciente de la incomodidad que ambas situaciones generan, he intentado ‘corregirme’, nunca lo he conseguido. Así que hasta nuevo cambio mientras sea capaz de tener la boca sellada trataré de no caer en el error de creer que verbalizar mis deseos es el camino más rápido para hacerlos realidad.

Por eso me callé y no dije lo que pensaba. Aunque mi media es mucho más elevada consideré que ya era suficiente que me tomaran por pirada una vez, no quería batir mi récord esa noche.

Preguntaste mi nombre, de dónde era… “¿en qué curras, por dónde paras?”. Esas cosas que yo ya he olvidado que se preguntan en las barras de los bares, que me aburren y no me divierten a partes iguales. Callé, punto en boca, esbocé una media sonrisa, contesté con evasivas a tus preguntas y me fui perdiendo entre el humo de conversaciones ajenas. Probablemente me perdí una conversación insustancial apurando un par de copas, unos cuantos besos cual adolescentes en celo, la búsqueda de un taxi y quién sabe, tal vez un intercambio de teléfonos y la promesa de futuros encuentros.

D. siempre dice que somos culos de mal asiento, seres inconformistas y complejos, y que por eso la simplicidad a la que está avocado el mundo que nos rodea nos resulta tan ajena. Y no, no estoy de acuerdo, lo que somos es unos inadaptados sociales, que le gritamos al mundo que se pare para bajarnos, pero como tenemos demasiado miedo para hacerlo en marcha, seguimos en él. Somos prepotentes, ególatras, vanidosos y unos cínicos orgullosos de serlo. Atrofiados emocionalmente.

Pensé, qué guapo, pero qué simple es este chico. Y no dije nada, no lo hubieras entendido. Cómo ibas a saber tú cuando te acercaste a esa desconocida que ibas a encontrarte conmigo.




martes, diciembre 01, 2009


Lo leo en el periódico y me invade la pena, no por el que se va, sino por la ignorancia en que nos deja a los que nos quedamos…Si te digo Jacinto Molina es probable que pienses que hablo de mi vecino del cuarto. Si te hablo de “La noche de Walpurgis”, es la película que deberías ver esta noche.

Incidencia

Sábado pasado a una hora incierta. Tras las típicas y tópicas frases de acercamiento inicial viene el: "Por cierto, me llamo E. y soy de *".

- ¿No tienes un segundo nombre, un diminutivo, un apelativo cariñoso, un apellido sonoro por el que te llamaran en tu infancia de colegio?. No puedes (puedo) llamarte E. Esta noche no me apetece cenar sopa de letras monocorde.

Parecía simpático... Tuvo el (buen) gusto de acercarse a mí.

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