lunes, febrero 18, 2008

Voy a hacer pupita



Jueves y viernes fueron noches de conciertos. Diametralmente opuestos, tal vez como muestra de dos ciudades distintas con escenarios sin apenas nada en común.

Más cercano (en todos los posibles sentidos) Toli Morilla en un teatro incomprensiblemente a medio llenar (por eso de ver la botella). Una nunca ha acabado de entender del todo la escasa respercusión que tiene este hombre, tal vez porque se aleja del folk más o menos tradicional y que hoy por hoy parece ser la única manera de abrir orejas cantando en lengua asturiana. Para mí fue un regalo escuchar a Luis García Montero, a Xuan Bello o a David González, siempre donde no se le espera, a través de su voz y su llingua. Grata sorpresa por cierto descubrir que Jorge Otero sigue en la brecha y afinada su guitarra.


El plato fuerte sin embargo y al menos en lo que a expectativas se refiere, llegaría el viernes en la ovetense sala Tribeca con una señorita llamada Mar Orfila que responde al sugerente nombre de Mürfila. No le faltó (falta) actitud, presencia, voz, ni siquiera repertorio pero si las ganas y el tiempo, bastante escaso, aunque me dió la impresión que una gran parte del casi por otro lado inexistente respetable casi agradeció esto último.

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