Sin duda ha sido un paso insignificante para la humanidad, pero ha sido importante para mi día. He conseguido elegir azulejos para el baño. Y todo lo demás, también, ante la estoica mirada de la amable dependienta que trataba por todos los medios de convencerme de mis arcaicas ideas y medio mal gusto. Ella no podía comprender que mi baño no sería perfecto, pero al igual que él, se acerca a lo que simplemente soñé.
P.D. Y eso que aún no ha visto la cama y la lámpara que quiero para mi habitación. ¿Para que tener una casa propia si una no puede cometer excentricidades?.