Las aguas vencidas
Parte de la mañana en una reunión, de ésas en las que nadie escucha y todo el mundo quiere hacerse oir. No hay acuerdo, aunque todos se estrechan las manos con sonrisas forzadas, una vez se vacían las sillas, los papeles acaban en la papelera. Estoy situada en un sitio poco discreto, llegué la úlltima, no tuve opción, pero tengo la ventana a un lado, y el cielo está pintado de azul y blanco. Alguien murmura que va a llover, que a lo lejos, al norte, se vislumbran las nubes negras. No me importa que llueva y no sólo porque ése debería ser el estado natural del primer día de octubre o me guste tanto la lluvia y mojarme. Les contaré algo, ¿recuerdan esa escena de una peli de Almodóvar con Carmen Maura?, sí, esa, la de 'riégame, riégame'. En "La ley del deseo", ¿no?... Pues eso, me gusta mojarme... por dentro y por fuera.
Ha llegado el otoño y eso sólo me produce sonrisas y algo parecido a la esperanza, que me late en el pecho, o tal vez no lo sea exactamente, pero a falta del azul que hoy me ha robado el cielo, yo lo disfrazo de verde.
Ha llegado el otoño y eso sólo me produce sonrisas y algo parecido a la esperanza, que me late en el pecho, o tal vez no lo sea exactamente, pero a falta del azul que hoy me ha robado el cielo, yo lo disfrazo de verde.
P.D. Pier Angeli