jueves, septiembre 20, 2012

miércoles, septiembre 12, 2012

La condición humana




No me gustan los animales. Lo he puesto de manifiesto en muchas ocasiones, en este lugar entre otros. No me gustan los gatos. Es más odio a los gatos. Jamás comprenderé qué gusto le encuentra la gente a convivir con un canario, un caniche o una iguana. Imagino que igualmente la gente no entenderá porqué me pinto las uñas de azuloscurocasinegro.

Asumo el sambenito que esto conlleva. No ser una persona confiable, no ser una buena persona… lo he oído demasiadas veces, si no te gustan los animales no eres bien. Como si eso nos colocara en el otro extremo, como si nos convirtiera en maltratadotes, en fin…

No soy abiertamente antitaurina. No, eso tampoco. Y no porque me gusten los toros, que si desapareciesen no los iba a echar de menos, sino porque les tengo cierto, digamos, respeto. Conozco varias personas a las que admiro, quiero y respeto que pueden pasar horas y horas hablando admirados sobre las faenas de José Tomás. Son inteligentes, brillantes, en esencia buenos y hasta uno tiene un perro. Si ellos les ven algo, que desde luego yo no veo, le concedo el beneficio de la duda a la mal llamada Fiesta Nacional, aunque no sea mi fiesta.

Pero amanece el día de hoy y leo esto: 


A pesar de la tendenciosidad del artículo, me indigno (que supongo es lo que pretende el autor del mismo). Una escucha hablar, por ejemplo, al Agropecuario, acá Fran Rivera, y aunque no entienda qué mínimo resquicio de atractivo puedan encontrarle Lagartiburu y la ex Maja de España y ex señora de Herrera para protagonizar una de las escenas más bochornosas y divertidas de la última televisión, sí entiende que semejante ser no da más de sí con su Lourdes, su Sevilla, su Rocío y su, ojú, qué arte.

Pero por más que lo intento no logro comprender qué lleva a la locura colectiva de todo un pueblo (imagino que detractores, haberlos haylos en Tordesillas) en nombre de la tradición. Qué empuja a un ser anónimo, anodino, a una persona vulgar y corriente a una orgía de sangre y sufrimiento.

La condición humana, supongo.



P.D. Gene Tierney

martes, septiembre 11, 2012

Tenemos que hablar




Nunca unas palabras sonaron tan dulces pese a que una esté acostumbrada a que en las películas y los libros esta frase sea el preludio del abismo.

El futuro llama a la puerta y se abre paso a marchas forzadas, y ni modo, no me queda otra que darle la bienvenida.

viernes, septiembre 07, 2012

De repente el último verano


Curioso que precisamente en este largo y cálido verano que aún se resiste a despedirse me reconciliara con ella. Pero es que no podía soportar ver una película, fíjeseustedquetontería, en la que Katherine Herpburn hiciera de mala y Montgomery Clift no saliese guapo… que la belleza está en el interior, todo el mundo lo sabe.


P.D. Para la terapia de esta semana se recomienda escuchar fervientemente a los U.S. Rails y al señor Jim Cuddy y sus camisas y sus Blue Rodeo. Ambos estarán pronto por estos lares y nadie en su sano juicio, mental y musical, debería perdérselos.

lunes, septiembre 03, 2012

La educación perdida... y nunca encontrada



Estamos tan acostumbrados al griterío injustificado y a las sinrazones varias, al estás conmigo o contra mí y por tanto obra en consecuencia porque eres un facha o un rojo de mierda, al porque yo lo valgo y soy yo quien lo digo, al no te escucho porque sólo me oigo a mí mismo... que de repente llega no una, sino dos personas, que atienden pacientemente a tus explicaciones, asienten y escuchan con atención; te rebaten educadamente pero suavecito, como quien no quiere la cosa y sin darte la razón no te la quitan, que una, sabiendo que en absoluto están de acuerdo con lo que están escuchando y ante esa diríase pasiva actitud siente que le están dando la razón como a los tontos… Y qué pena, ¿no?


P.D. Ivonne de Carlo

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