lunes, febrero 25, 2008

Alanis Morrissette



"Well life has a funny way of sneaking up on you
When you think everything's okay and everything's going right
And life has a funny way of helping you out when
You think everything's gone wrong and everything blows up
In your face"

Ironic

And the Oscar goes to...

Lo siento, no puedo evitarlo, mi frivolidad no tiene límites, de la gala de los Oscars lo único que me interesa es el desfile de la alfombra roja y pese a ser de momento reconocida heterosexual las que me interesan son ellas, bueno, exceptuando a EL HOMBRE (con mayúsculas), George Clooney y a Javier Bardem, que cada vez me cae peor y cada vez lo encuentro más guapo. En breve y cuando termine de recopilar las fotos de los modelitos (es curioso que en t.v. se veían más monos que sobre el papel couché) haré mi particular ranking o lista de las mejor y peor vestidas de estos recientes Oscar 2008, en mi no humilde opinión, obviamente, aunque para ello deba romper la monotonía blanco/negro predominante y seña de identidad de este blog. Supongo que siempre se pueden acometer excepciones.

Bien, comencemos, aunque sea con un día de retraso. Advierto que este post es completamente prescindible, aunque en realidad todos lo son (el blog en general también).

Mi impresión en general está llena de decepción. Poco glamour, escasa elegancia y mal repartida.

Marion Cotillard
no sólo sorprendió por llevarse el Oscar a la mejor actriz por su interpretación de Edith Piaf, sino que también nos dejó con la boca abierta con su vestido, demostrando Jean Paul Gaultier que hay vida después de Madonna.

Dicen que fue de las más elegantes vestida por Dior. Pero a mí el vestido me parecía que estaba arrugado y que ella estaba sin peinar. Al margen de todo eso Cameron Díaz siempre me ha parecido una ordinaria.

En cambio si opino que nuestra Pe (ahora la Pe de Javier) si estaba guapa. Creo que fue de las mejores. Y supongo que todo el mundo sabe que llevaba un Chanel de alta costura. Tal vez le falló el peinado.

Pero sin ninguna duda coloco en el podio de honor y no necesariamente en este orden a Tilda Swinton de Lanvin. Aunque la foto no le haga justicia. A Diane Lane o el discreto encanto de la madurez y en último y tercer lugar aunque ya se sabe que los últimos serán los primeros a Katherine Heigl de Escada cual Marilyn revivida.


Auténticas terroristas de la moda fueron Jennifer Hudson, debería mantener al color blanco, a Roberto Cavalli y a ese escote lejos de su persona. Diablo Cody. Dior y los tatuajes son incompatibles, aunque el estampado sea de leopardo. Y las acompañantes de Michael Moore y George Clooney que parece usaron las cortinas de mi vecina del cuarto para agenciarse los modelitos. En el segundo caso es hasta comprensible que no se esforzara en elegir vestido sabiendo que todas las miradas se dirigirían a su acompañante y no a ella.


Reparos para una excesiva Heidi Klum de Dior. Ni el peinado le favorecía y recordaba a la Blancanieves de Disney. Cursi y demaisado pálida Anne Hathaway de Marchesa. Ambas de rojo.

Sosa, aunque con un vintage de Valentino, Calista Flockhart. Recién levantada y en camisón. Vanessa Paradis, la novia cadáver, de la mano de Johnny Deep y de Chanel.



En la sección brillos varios destacaron Adrienne Frantz y Reneé Zellweger adicta a Carolina Herrera New York y al efecto yo-yo.



En la de escotes asimétricos, Lisa Rinna y Keri "Felicity" Russell vestida por Nina Ricci.


A lo Madame de Renal triunfaron el rojo y el negro, dos colores que casi nunca fallan (pero en el casi está la diferencia) especialmente cuando los combinas con zapatos de piel de cebra aunque luzcas un Lacroix (santo y seña de la Infanta Elena antes de la separación temporal de la convivencia y del armario de Marichalar) y aunque de los hombres he prometido no opinar no puedo pasar por alto la combinación de chaqueta de smoking ribeteada en marrón a juego con los zapatos de ante. Digamos que Daniel Day-Lewis y señora buscaron poner una nota de color en sus respectivos atuendos.


En rojo y francamente guapas me gustaron Miley Ray Cirus (Don't break my heart) de Valentino y la mujer del Doctor Macizo (Patrick Dempsey) de Versace.


En negro y más que correctas Amy Ryan de Calvin Klein, Hillary Swank de Atelier Versace, Jennifer Garner de Oscar de la Renta y Laura Linney (muy guapa) de Michael Kors.





Afortunadamente algunas como Kelly Preston brillaron con luz propia alejadas del rojo/negro vestida de Cavalli.



También abanderadas del color aunque con menos éxito Rosemund Pike de Roland Mouret, Amy Adams de Proenza Schouler y la chiquilla de Expiación de nombre impronunciable Saoirse Ronan.




Mención especial merecen las embarazadísimas Cate Blanchett de Dries Van Noten y la bellísima Jessica Alba de Marchesa. La tercera en discordia Nicole Kidman hace mucho que dejó atrás la elegancia y con un soso Balenciaga dejó bastante que desear. Cada vez más estirada e hierática sigo sin comprender a cuento de qué venía ese collar.




Y para finalizar un ejemplo de que los años no son incompatibles con la elegancia fue Ruby Dee. No tanto Helen Mirren, también de rojo con exceso de brillos vestida de Georges Chakra, Faye Dunaway pisándose el vestido de Pamella Roland, la estupenda (no en esta ocasión) Julie Christie vestida por su peor enemigo y Sissi Spacek con un bolso indescriptible. Aunque lo peor de lo peor, incluso peor que la americana de Mrs. Spacek es ese traje a lo Pedro Picapiedra adornado con plumas de ¿avestruz? que luce la rubita tras la gran Ruby Dee.






El corazón helado


El viernes mi jefe llegó con el bigote torcido. En realidad ya no luce bigote, hace tiempo que se lo afeitó, pero seguimos usando esa expresión cuando el panorama se presenta un tanto espeso y es mejor evitarle en los pasillos y/o despachos y a nadie, excepto a una insensata como yo, se le puede ocurrir soltarle un "qué ocurre Jefe"... Yo siempre le llamo Jefe, y él a mí se dirige con un "cielo, nena o cariño" aunque el tratamiento no sea exclusivo para mi persona y juro pese a lo que pueda parecer que entre nosotros sólo existe una relación profesional y eso sólo a ratos.

Lo que le ocurría era lo de siempre. Acepta compromisos que luego no puede o no sabe cumplir y siempre tiene que hacer uso (y abuso) de sus (voluntarios) subordinados para que se los resuelvan. pero parece que en este caso el voluntariado brillaba por su ausencia.

Todo es negociable Jefe, a cambio de... pongamos un día libre, yo no tendría inconveniente, es más, hasta tendría interés, nunca he asistido a un mitín... porque la vaina era habilitar el Salón de actos el sábado por la tarde a eso de las 19:00 horas para un mitín político. El de seguridad no llega hasta las ocho y "esas" ("esas" no necesitan presentación) se niegan a venir y ya se sabe que en la Función Pública lo primero que se aprende es que no pueden obligarte a hacer lo que no te corresponde hacer. Así que tras una breve negociación yo me vi con las llaves en las manos y unas breves indicaciones de donde estaban las luces y los microfónos. Dado que el Salón de actos escenario del mitín se encuentra en un recinto aún en obras aunque ya inaugurado o lo que es lo mismo, se trabajó a destajo para habilitar el Salón (que no el resto del edificio) para que cuadrando las agendas el Excelentísimo Señor Presidente autonómico, el Ilustrísimo Señor Consejero de turno y toda una serie de Directores Generales pudieran hacerse la foto mientras al otro lado de la puerta los operarios aún seguían trabajando recibí también una serie de pautas a seguir, no hay calefacción (lo cual era cierto) a pesar del frío que se presupone habría y obviamente, dado que aún no hay agua, los baños no pueden utilizarse.

Las primeras en llegar fueron un par de chicas, monísimas. Me preguntan donde están los baños y ante mi respuesta de que no los hay me miran no con incredulidad que sería lo lógico, sino con asco, con la cara que ponen las modelos cuando desfilan. De abajo a arriba, que aunque encaramadas en sus tacones no dejan de ser de 1,50.

El siguiente en llegar es el "poli bueno". Con plazas peores nos hemos topado, todo sonrisas y amabilidad. Pero poco dura la alegría en la casa del pobre y yo que sólo espero vivir mi primera experiencia mitinera que intuyo va a ser bastante pobre dada la escasa afluencia de público (se trataba de un partido digamos minoritario) me veo increpada por el "poli malo" que me acusa de todo lo divino y lo humano sin ser capaz de explicarle que yo poco más o menos tan sólo pasaba por ahí y que las reclamaciones el lunes a quién corresponda. Si no hay calefacción, no hay luces, no pueden usarse los baños y todo lo demás se debe exclusivamente a que el resto del edificio sigue en obras, trato de explicarle por activa y por pasiva y él empecinado en no creerme, en tomarme por mentirosa compulsiva y reiterada con alevosía y traición. Me acusa de opacidad mediática, de agravio personal a su partido y de que todo eso de la no habilitación del edificio no es más que un invento mío, de mi Jefe y del alcalde (por este orden) que somos todos unos caciques decimonónicos y traicioneros.

Juro que nadie en mi vida me trató con tanto desprecio y si las miradas matasen yo ya estaría muerta, velada y enterrada. Que una cosa es mentir, que todos mentimos (y ya se sabe que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo) y otra muy diferente que te tomen por mentirosa sin serlo mientras repetía sin cesar, eso es tener el corazón helado, muy helado... supongo habrá leído a Almuden Grandes.

Fangoria






"Pasado el tiempo sigo igual,
a veces pienso que he perdido la cabeza,
y algunos dias sin razon,
ya ni me late el corazon,
en esta carcel de rencor"

Miro la vida pasar

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