miércoles, diciembre 22, 2010

No soy nada del otro mundo... pero tampoco estoy en éste...



Llevo días tratando de escribir una felicitación navideña medio decente, pero como dicen en esa novelita que tanto éxito ha tenido y que a mí tan poco me ha gustado y tanto me recuerda al sosainas de Roberto Moccia, mi bestia parda particular del que pese a todo he leído sus libros, y me refiero a "Contra el viento del norte", no se me ocurre mejor manera de felicitar que decir Feliz Navidad, como si hubiese una fórmula mejor para decir exactamente eso.

Recuerdo que hace unos tres o cuatro años lo conseguí, y si no fuera porque siempre lo borro todo, podría recuperarla. Y que lo conseguí no lo digo yo, me lo dijeron otros, sus receptores... la más diferente, la más hermosa y conmovedora... la más original, como la fórmula de la coca-cola.

Estuve inspirada entonces. Supongo no lo estoy ahora, o tal vez sea que cada vez que me siento frente a una pantalla sólo tengo deseos de escribir lo que no voy a escribir.




P.D. Lee Remick y Montgomery Clift en "Wild river"

Ya lo cantaba Gastelo, te vas a quedar con las ganas, o no... y ni siquiera sé si es afirmación o pregunta



Podría decir que no me gusta caminar de la mano por la calle. Que no me gusta dormir acompañada, que será la falta de costumbre, y aunque sólo ocupe el lado derecho de mi cama y nunca invada el izquierdo, lo prefiero vacío. Que la ducha mejor a solas y no tener tras de mí mientras me aplico el eye liner, a alguien ajustándose la corbata, que ni siquiera sé hacer nudos de corbata. Que nunca desayuno y no sé hacer café, que me levanto con prisas, tarde, mal y nunca y cinco minutos más en la cama sólo si voy a dormirlos... Podría decir que mi cuerpo es prisionero del miedo...

Podría decírtelo, si quisieses escucharme...




P.D. Romy Schneider

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