Ayer publicaba el diario El País una de esas noticias absurdas que entiendo yo se usan para cubrir huecos. Pues bien, se preguntaban qué llevaba la Reina Isabel II (de Inglaterra, se entiende) en su bolso. En esos bolos ridículos que luce primorosamente y agarra con sus manos enguantas y monocolores a juego con el resto de su indumentaria, desde el abrigo al broche o al sombrero.
La respuesta es que no guarda nada. El bolso es usado para hacer señas y comunicarse con sus asesores, guardaespaldas, damas de compañía, o quién quiera que sea que la acompaña en actos públicos
Supongo que en cierta medida es casi decepcionante teniendo en cuenta que algunos consideran al bolso femenino como un pozo sin fondo a lo caja de Pandora que guarda y atesora todo tipo de artilugios.
He decidido examinar el mío, el de diario, ése que ahora llaman shopping bag debido a sus dimensiones. Esto es lo que me he encontrado:
1- El teléfono móvil. No deja de ser una ironía que haya sido lo primero que he encontrado, porque cuando suena nunca aparece y cuando por fin lo localizo en lo más recóndito del bolso ya ha dejado de sonar. Por supuesto sin batería.
2- Crema para las manos.
3- La funda de las gafas de sol sin las gafas que aparecerán más tarde.
4- 3 caramelos de café con leche.
5- La funda de las otras gafas y esta vez con ellas en su lugar.
6- El recipiente para las lentillas.
7- Un lápiz de labios.
8- La cartera. Llena y a punto de explotar con monedas de 1, 2 y 5 céntimos. Tarjetas de descuento de un número incontable de supermercados que no uso. Listas de la compra con cosas que no he comprado. Tarjetas de crédito. Carnés de mil y un sitios que no visito.
9- Agua termal.
10- Seda dental.
11- Un calendario.
12- Un juego de manicura.
13- Una pequeña cruz de madera que alguien me regaló hace mucho tiempo y que no sé qué hace aquí. Comprada, según me dijeron al regalármela, en un monasterio búlgaro.
14- Tampones.
15- Un mechero.
16- Un pequeño neceser con útiles de maquillaje.
17- El iPop con lo último de Quique González, “Avería y Redención” y las “Variaciones Goldberg” por Glenn Gould.
18- Paraguas plegable.
19- Pañuelos de papel.
20- Agenda.
21- Un libro sobre jurisdicción administrativa.
22- Cepillo y pasta de dientes.
23- Una pluma.
24- Una esponja para limpiar zapatos.
25- Una pequeña libreta para tomar notas.
26- Un botellín de agua.
27- ¿Cerillas?
28- Una muestra de colonia.
29- Dos juegos de llaves.
30- Un plátano.
31- Ibuprofeno.
32- El último libro de Vila-Matas que acabo de comprarme “Exploradores del abismo”.
33- Un sobre de azúcar y dos terrones.
34- Un bolígrafo Bic de color rojo.
35- Un CD con la película Hotel Rwanda bajada de el Emule.