Elección
contra el que lucho,
el que ha de darme todo
en un silencio robusto
y el que se muere y mata a menudo."
Decían algunos esta mañana, que la docta madre naturaleza es de carácter equitativo, y que a las mujeres a las que obsequia con un buen par de tetas (intervención de Corporación Dermoestética al margen), les niega un buen culo o lo que es lo mismo, las despacha con un culo carpeta (sic). Y viceversa. Al mismo tiempo que los pechos pequeños son menos sensibles y erógenos que los pezones galleta María (sic) pero en cambio su poseedora gozará de la preciada posesión de una vagina, digamos, más activa. Transcribiendo literalmente, un coño más caliente y jugoso, o eso creí entender. A esas alturas de la conversación yo ya me había pasado al agua.
Y eso, parece ser, desconcierta a los hombres, que tienen que elegir entre tan preciados bienes, quedándose sólo con uno. Aunque la mayoría parezca tenerlo claro y decida quedarse con el buen par de tetas, despreciando la retaguardia, apostillaban contradiciéndose.
Mientras ojiplática les escuchaba, no podía evitar echar una mirada a los escotes de las escasas mujeres allí presentes, que aún mantenían la compostura. Una media de talla 85, lo habitual entre la gran mayoría de mujeres antes de pasar por el quirófano. Que daño ha hecho la pornografía tan mal entendida... Y a mí que me dijeron una vez, teta que mano no cubre no es teta, es ubre. Señores, pónganse de acuerdo.