jueves, julio 29, 2010

(si yo sólo) Pasaba por aquí



Será que hoy ha amanecido en gris, llueve, o para ser más preciso, orbaya. Aunque debería estudiar, el aburrimiento me puede. Esto está vacío, o están de vacaciones o una comisión ha sacado a prácticamente todos mis colegas de la oficina. He dormido mal, fatal en realidad, me he despertado varias veces con malos sueños; tal vez el calor. Hoy no parece que sea verano, lo que no es malo del todo. Estoy cansada, tengo anemia, sueño y un ligero cabreo con el mundo en general y mi mismidad en particular. La semana que viene me la he tomado libre... Todo esto para qué. Para qué lo cuento, digo; absolutamente para nada. Simplemente me apetece.

Igual que durante mucho tiempo no contestaba a los comentarios. Porque no me apetecía, porque no tenía nada que decir. Además se evitaban los agravios comparativos, si no contesto a ninguno, nadie se puede sentir ofendido. Y es que de comentarios precisamente quiero hablar, de los tuyos en concreto, estimad@ Anónimo.

No sé quién eres ni cuál es tu motivación para que día sí, día también, entres, leas y de cuando en cuando (supongo que lo sabes, pero eres, cuando menos, tan previsible como yo), comentes. Conozco las razones por las que yo día sí, día también (me he quitado), visitaba páginas de gente cuyos escritos me irritaban por el motivo que fuera. La diferencia es que yo no comentaba. Y no, no es que yo fuera más educada que tú, o que tú seas más valiente que yo; porque en todo caso desconozco por completo tus razones, si es que las tienes.

Mentiría si dijera que no me interesa conocerlos. Como mentiría igualmente si dijera que no me importa saber quién eres. Cualquiera que escriba un blog, supongo, tendrá curiosidad por saber quién le lee y por qué. Aunque siempre parto de la idea de que si te haces asiduo visitante de un lugar es porque lo que encuentras allí, te agrada. Entiendo que no es este tu caso. Lo acepto, no me importa, ni siquiera me molesta; pero la curiosidad, obvio, es más que evidente.

Doy por hecho que siempre eres la misma persona. Tal vez me equivoque, pero tengo "fichados" dos Anónimos que habitualmente comentan aquí. Vuestros estilos, tonos y comentarios son tan característicos que casi sin dudar tengo claro que sóis siempre los mismos. Uno parece ser que es de Soria; el otro, tú, no tengo la menor idea y menos interés. Ni siquiera sé si eres hombre o mujer, tampoco eso me preocupa. No eres tú quién expone su vida, sino yo; no eres tú quién deba dar explicaciones; pero discúlpame la curiosidad, reitero.

También parto de la idea de que eres exactamente eso, un anónimo, seas quién seas y que no me conoces absolutamente de nada, más allá de esta página. Sería divertido, sin duda, que fueses alguien que me conociese de mi vida 'real'. Pero va a ser que no, intuyo. ¿Qué nos queda? Que lees esto, por el motivo que sea; y comprensiblemente te parezco un horror y decides no callarte. Entiendo que creas que me conoces, pero lo siento, no, no me conoces. Lees y sacas tus propias conclusiones. Y probablemente sean acertadas y lo que tú crees que soy y represento dé en la diana. Es más que seguro que no te equivoques en tus suposiciones o intuiciones, puede que sean paralelas a mi realidad; pero es que exactamente son sólo eso.

Puede que ni siquiera yo sea yo, que no sea una mujer en la treintena y que todo lo que cuente aquí o en su mayor parte sea absolutamente ficción. ¿Podría ser, no? Que fuésemos varias personas, o un hombre o una adolescente. Bien, vale, no, no cuela, ambos lo sabemos. Pero y qué. No tengo talento para la ficción, no sé inventarme otras vidas más allá de la mía. Internet está lleno de blogs así. ¿No tenemos derecho las personas amargadas y sin talento a tener nuestro propio espacio donde desahogarnos? Si nos dedicásemos a autopublicar libros lo entendería, estaríamos contribuyendo a la desaparición de los bosques. Pero ocupar un mínimo del espacio virtual mundial con nuestras gilipolleces no creo que vaya más allá de un atentado contra el buen gusto. También es posible que a la manera de la Liga de liberación de los enanos de jardín haya un movimiento que promueva el buen gusto en la red y haya quién se empeñe en perseguir los espacios absurdos, inútiles y llenos de egocentrismo mal entendido, como el mío. A lo mejor ésa se ha convertido en tu cruzada. No sé, digo.

Así que partiendo de la idea de que tengo un mínimo derecho a mis cinco minutos de fama, a escupir aquí mi vida o lo que yo creo que es mi vida, a exponer mi victimismo y mi amargura. Porque, qué le voy a hacer si mi cerebro no da para más. Si mi vida es esto, una queja constante de lo que no tengo, de lo que no soy, de lo que no alcanzo. Probablemente necesitaría más prozac y menos Platón, supongo, aunque acabe por sustituir la química por la virtualidad.

Soy recurrente, sí; cansina, me repito, hablo (casi) siempre de lo mismo. Y no, no creo que mi vida le importe a nadie, pero menos aún creo que importen mis opiniones sobre lo divino o lo humano. En el supuesto que tuviera opiniones, claro. Así que entre lo peor, mis opiniones; elijo lo menos malo, es decir, yo.

Hace cinco años que escribo aquí. Hace por lo menos cuatro que aprendí que esto no sirve para ligar, aunque ya sabemos que la esperanza es lo último que se pierde. Esto lo cuento por tus comentarios reiterados sobre mi presunta desmedida afición por "pillar" o "mojar"; utilizando tus propias palabras.

No, acá no se liga. Ingenua de mí en un principio (aunque no fuera precisamente ésa la motivación para escribir esto) llegué a pensar que expresarse y mostrarse por escrito podría ser una buena manera de conocer gente. De quitarnos caretas y mostrarnos por dentro, de encontrar a alguien (o que alguien te encontrara a ti) que te valorase por lo que eres y no por cómo eres en apariencia. Pero va a ser que no, que una imagen sigue valiendo más que mil palabras. Hace mucho que desistí. Si lo que pretendiese es ligar por aquí, no hubiese contado muchas de las cosas que he mostrado; soy consciente que no me dejan precisamente en buen lugar. Todo proceso de seducción genera impostura, nadie es tan idiota como para abrirse en canal dejando a la vista vísceras y pulsiones cuando de lo que se trata es de conquistar al otro.

Si traté de ligar vía internet era por supuesto, como tú ya imaginarás, porque en la 'realidad' no tengo ninguna opción. Eso también es evidente. Y no porque sea la más fea, la más gorda y la más estúpida del mundo mundial; al fin y al cabo entro en los parámetros de la normalidad, aunque de la normalidad hacia abajo, claro, tampoco voy a presumir de lo que carezco. Porque ésa es otra, ya tú sabrás; estoy atrofiada emocionalmente, soy frígida, asexual y anorgásmica, torpe, patológicamente tímida, egocéntrica, envidiosa y un poco idiota. En definitiva, una inadaptada social.

Y también entenderás que mi anhelo no es que un 'macho man' venga a quitarme las telarañas. No, lo que yo quiero es ser madre (no menos de tres) y esposa; casarme de blanco, entrar en la iglesia del brazo de mi padre al son del Canon de Pachelbel e iniciar el vals rodeada de gaitas tocando el O son do ar. Los sueños, al menos los míos, siguen siendo gratis.

ffff


P.D. Por supuesto eres bienvenid@, tú y tus críticas; no me molestan en absoluto... pero lo dicho, la curiosidad me puede.



miércoles, julio 28, 2010

A veces, muchas, demasiadas; se me olvidan los títulos


La gente que me conoce, y me conoce bien; poquitas personas, pero haberlas haylas, y que sin embargo me quieren; no acaban de entender que hago yo aquí. Léase aquí: de funcionaria de medio pelo, ventanilla y vuelva usted mañana. Y si me tropiezo con alguien a quien no veo desde hace unos quince años, entonces ni les cuento lo mayúsculo de la sorpresa. Me halaga, hasta cierto punto, que todos consideren que esto se me queda pequeño o que creyeran que yo estaba destinada para alcanzar altas cumbres laborales y/o profesionales. Y como las preguntas siempre son inevitables, el por qué, el cómo, los motivos y las circunstancias; he acabado por escribirme un guión aprendido a fuerza de repetirlo; impostado en su mayor parte, todo hay que decirlo.

Lo que más repito es que llegué por casualidad, sin vocación, ni premeditación, ni alevosía. Es cierto, en parte. Desde luego ni tuve ni tengo vocación funcionarial, y les aseguro que existe. Nunca he creído en las casualidades y en todo caso aprobar una oposición exige como poco ciertas dosis de estudio; premeditación y alevosía por tanto. Pero en realidad era un plan C, un plazo de tiempo relativamente breve y un 'vamos a ver qué pasa' sin mucho convencimiento de que pasara algo; mezclado con muchas cruces pintadas de rojo en la geografía de las grandes capitales europeas (Madrid no es Europa). Casi sin darme cuenta me vi jurando o prometiendo mi cargo de funcionaria de carrera y tuve que elegir entre quedarme aquí con el nombramiento bajo el brazo, un exiguo sueldo, estabilidad laboral y horario presuntamente de ocho a tres (de lo que se presupone es la vida en la administración pública tendríamos para hablar largo rato) o seguir viviendo como hasta entonces; allá, aquí y entre medias en ningún lado, que francamente siempre ha sido lo que mejor se me ha dado; aunque paradójicamente no tuve dudas en elegir lo primero.

Y no dudé porque de repente tuve claro cuáles eran mis prioridades y qué futuro quería para mí. Futuro que por cierto no ha llegado (o yo no supe llegar a él), pero eso es otra historia. Así que sigo mintiendo, y no cuento, y no digo... porque la única vez que lo hice se lo tomaron a broma; no, tú no, tú no eres así, no te pega, no va contigo, tú no, qué sentido del humor... Y sigo dibujando un personaje a golpe de remiendos de rímmel y corazón.



P.D. Gerald Butler. Acabo de descubrir el concepto de 'hombre empotrable' , no recuerdo donde, voy saltando de un blog a otro, tirando del hilo, y acabo perdida. Si alguien reconoce la autoría del concepto, reivindíquelo.

Me ha gustado tanto lo de 'empotrable' que a partir de ahora cuando me pregunten cómo es mi hombre irreal ideal diré que tiene que ser empotrable, a la par que una mezcla entre salvaje y ñoñas; más salvaje que ñoñas, en todo caso; y esto se lo robo sin permiso a Nebroa, que sé que me perdonará. Además de un largo etcétera ya de mi autoría que no creo interese a nadie. Pero por si acaso, por si acaso interesa, digo; hombres empotrables y salvajes (y algo menos noñas) serían Gerald Butler, Javier Bardem  y obvio, Hugh Jackman. Bruce, claro está, pertenece a otra categoría, superior, única e intransferible. Aunque ahora que lo pienso, Hugh Jackman también.

martes, julio 27, 2010

Haciendo memoria


No me gusta introducir cambios en el blog... bueno, a quién voy a engañar, no es que no me guste, es que no sé, y la única vez que lo intenté allá por el 2007 me lo cargué y tuve que empezar de nuevo, aunque recuperé algunas entradas de entonces en el intento.

Cuando visito vuestros blogs tan elegantes, llenos de mil historias, de fotografías, de artilugios y demás siempre me pregunto cómo lo hacéis y si yo sería capaz. Como me temo que la respuesta es no, sigo a lo mío. Foto, texto (a veces ni eso) y canción si cuadra.

Pero hoy he roto la norma, he introducido una novedad. Eso que te permite ver aleatoriamente otras entradas anteriores. Siempre he pensado que no sirve para absolutamente nada cuando lo veía en otros blogs. Y sí, ciertamente no sirve para nada, y como suele sueceder con las cosas que no sirven para nada, me ha hecho perder el tiempo. Me he pasado un rato largo, largo, releyendo y recordando lo que escribí hace un año, dos, tres y hasta cuatro. No era consciente de las cosas que he contado, a veces llevada por la rabia o el resentimiento, la inconsciencia o la pura alegría. He recordado personas, situaciones, vivencias, cosas y circunstancias que creía ya olvidadas. Me he puesto triste y he reído conmigo, de y para mí. Y lo que me queda...

Quería recuperar la entrada escrita hace un año, justo el 27 de julio de 2009, pero no escribí nada ese día. He mirado en cambio qué posteé en el 2008, y obvio, no podía resistirme a recuperarlo.


Bienvenida al 5%





Acabo de ver mi nómina del mes de julio. Sí, lo sé, estamos en época de vacas flacas, soy consciente de que peor que bajarte el sueldo es quedarte sin trabajo, y lo siento y lo sé, pero aquí y ahora y prometo no volver a mentarlo nunca más, quiero ejercer mi derecho al pataleo. ESTOY QUE MUERDO... y o comienzo a jugar a la lotería y rezo para que me toque;, comparto piso y meto a un inquilin@ en mi minipiso o directamente lo alquilo y me vuelvo a vivir de prestado o no sé cómo voy a llegar a fin de mes, porque ya no sé de donde voy a ahorrar (si ya no gasto más que lo imprescindible).

Por decreto, acabo de convertirme en pobre de solemnidad (y yo que planeaba una licencia sin sueldo para buscarme las habichuelas por otros lares... va a ser que no).

P.D. 1 Sally Field y Whoopi Goldberg

P.D. 2 Y no sé por qué me he acordado de esto (Carlos Chaouen, Marwan, Tontxu y Javier Álvarez)...





lunes, julio 26, 2010

Tú corazón va a sanar



"Cuando llames a mi puerta
ven con precaución,
nunca es buena consejera la desilusión.
Y si me ves los ojos verdes
y boca de dolor,
piensa que los celos matan
siempre y sin perdón."

Cuentas de Ana Laan



No sé por qué he tardado tanto en escuchar Chocolate and roses. Quizás porque las 'mujeres de' siempre me han producido mucha pereza, aunque con Ana Serrano van der Laan o lo que es lo mismo, Ana Laan, siempre hice una excepción (y el primer disco de la Escafandra, Rumble doll, acabó por convertirse en un imprescindible).

Orégano, su primer disco, aún a la vera de Jorge Drexler, siempre me pareció terriblemente desasosegante, aunque tremendamente hermoso. Pero lo primero podía más que lo segundo y llevaba años aparcado en algún rincón hasta que preparando el viaje de este pasado fin de semana hizo acto de presencia y lleva acompañándome el breve pedazo de tarde que he pasado en casa este lunes. A su alter ego, Rita Calypso, en cambio, nunca he dejado de escucharla.

Como lo uno lleva a lo otro y con más de dos años de retraso me pongo a escuchar el que hasta ahora ha sido su último disco editado (y segundo); y claro, las comparaciones son inevitables con aquel "12 segundos de oscuridad" de su ex; que con la otra ni me molesto, a comparar digo... y qué decir, que este disco es un diamante en bruto y declaro firmemente mi amor incondicional por Ana Laan. Y que canciones como ésta sólo confirman lo que tú yo sabíamos.

[...]No more tasting my comida,
todo eso se acabó.
Find another sufrida.
Find yourself otro amor...



P.D. ¿La venganza es un plato que se sirve frío?... Tal vez, en todo caso con qué elegancia...

A ti (que conoces el olvido)



Nunca pensé que fuera a echarlas de menos, a ellas, a mis ex. Mis ex-compañeras de trabajo, se entiende. Hace aproximadamente año y medio pasé de tener un entorno laboral eminentemente femenino a estar rodeada de hombres. Acá entre nos, he perdido con el cambio. Y no, no es que fuésemos amigas de mis amigos y del mundo mundial, nada que ver; en términos generales nos llevábamos fatal, todo lo mal que un grupo de mujeres en edad de merecer, con aspiraciones a una única jefatura, un jefe paternalista y machista y mucho tiempo libre; pueden llevarse. Y les aseguro que es mucho y mal. Que si no llegamos a las manos fue porque presumíamos de ser personas bien educadas, pero que ganas (muchas) no faltaron; y las discusiones a voz en grito (perdiendo esa presunta buena educación de la que hacíamos gala) abundaban, unas tres de media a la semana. Y lo que no eran discusiones, sino zancadillas (en el sentido literal), críticas, alusiones personales, insidias, cotilleos malintencionados, barricadas, insultos llegado el caso, desprecios varios, regalos envenenados, lloros y un largo etcétera de malas artes.

Y no, no voy a decir que a pesar de eso nos queríamos. Aunque fingíamos bien cuando compartíamos el café u organizábamos esas cenas de mal entendida y ficticia confraternización. Aunque sí es cierto que hacia el tercer gin-tonic se agradecía que en lugar de dejarte notitas con acusaciones varias (práctica habitual dado que por temporadas evitábamos dirigirnos la palabra, la acusación podía ir desde haberse dejado una luz encendida a haber falsificado una firma o el nº de registro, esto último era un clásico), directamente te lo reprocharan cara a cara y te dijeran eso de que eras una perra con todas las letras, pero como siempre había alguien, alguna otra, que además lo era con mayúsculas, pues no pasaba nada y hasta agradecías semejante alarde de sinceridad. Al menos hasta el martes siguiente (los lunes eran días de reflexión y arrepentiemiento), donde volvía a aparecer un post-it amarillo sobre tu mesa acusándote de haber redactado mal un oficio y cualquiera de ellas, en un aparte, te contaba que lo último que había dicho alguien de ti es que eras una perra, eso sí, esta vez con mayúsculas.

Cómo sobreviví casi cuatro años a eso, lo ignoro; y cuando llegaron los traslados y el jefe se enfadó tanto -¿pero dónde vas a estar mejor que aquí?- considerando que éramos, como poco, de su propiedad, descubrí que a pesar de todo se habían creado ciertos lazos de amistad, o algo parecido; no ya con todas, sino con un pequeño y reducido círculo que decidió por unanimidad inquenbrantable que a pesar de la disparidad de los nuevos destinos de las desterradas, debíamos de seguir reuniéndonos de vez en cuando. El de vez en cuando inicialmente iba a ser una vez al mes, acabó por convertirse en una vez cada tres meses y finalmente suele ser cuando a alguien le apetece, lo propone y consigue ponernos a todas de acuerdo. La última vez fue este viernes, y la anterior hacía seis meses.

La viudita alegre, Blancanieves, la Reina del Sur, una servidora y alguna que otra más, nos reímos como pocas veces lo he hecho en estos últimos tiempos. Descubrí no sólo que las echaba de menos, que tenemos que vernos más y que el aprecio es sincero, sino que a veces, simplemente, necesito estar con mujeres, sólo con mujeres. Si alguna vez hiciera una 'kedada bloguera' a la manera de Mr. Tordon, creo que estaría restringida al género femenino. Es curioso, ya lo comentaba antes, pero tengo la sensación de que no sólo es que yo lea preferiblemente blogs escritos por mujeres (tengo mi Santísima Trinidad blogueril y femenina), sino que me da la impresión de que también poseo mayoritariamente lectoras (imagino que lectores masculinos habrá, manifiestense, si lo desean; pero en menor número o es que son más discretos).

Lo cierto es que avanzada la tarde y cuando comenzó la retirada, nos quedamos la Reina del Sur y yo a solas. Al fin y al cabo ninguna de las dos teníamos ninguna prisa en regresar a nuestros respectivos hogares. En mi caso porque no me esperaba nadie, en el de ella justo por todo lo contrario, había demasiadas personas reclamando su presencia. Y ante su cuarto gin-tonic y mi tercera coca-cola light surgió la inevitable pregunta:

- ¿Qué sabes de él?

Para ella sólo hay un 'el' relacionado conmigo. El otro 'él', el E. primigenio suele tener derecho a ser nombrado. Pero él es simplemente un pronombre. Y yo cuento que mantenemos cierto contacto aunque hace siglos que no nos vemos (en realidad desde entonces), que hace algo más de un mes me mandó un SMS y un email para felicitarme por mi cumpleaños; yo le contesté hará unas tres semanas para agradecerle el gesto; él contestó hace dos a mi agradecimiento; y yo aún no he contestado a su agradecimiento de mi agradecimiento...

- Qué tonta fuiste... pero qué tonta, que borde, que antipática, qué soberbia, qué irreflexiva, que equivocada estuviste. Pero qué perra fuiste...

P.D. "The women" de George Cukor.

No way out



Raramente recuerdo mis sueños, lo que según dicen algunos nada tiene que ver con no tenerlos. Que todos soñamos parece ser una certeza, que no siempre se recuerde o se tenga constancia de ello, también. Yo quería travestirme de la Escafandra en mis sueños de anoche, traté de inducir el deseo escuchando un medley de Stolen car, Point Blank y Drive all night hasta el paroxismo. Y en lugar de el Jefe y yo paseando por el boardwalk de Asbury Park o emborrachándonos en cualquier tugurio de Chelsea, el que acabó apareciendo en mis sueños fue mi no jefe, acá el jefe del servicio paralelo (en la administración pública los servicios vienen a ser los distintos departamentos), el hombre sin memoria tan perfectamente trajeado, bronceado y casado. Pero ni modo; que la ostia, disculpen el lenguaje (juro, aunque no me lo crean, que es la primera vez en mi vida que uso esta expresión, la ocasión lo merece), puede ser morrocotuda. Y yo lo que quiero es ser feliz.

P.D. Si Freud levantara la cabeza tendría que preguntarle por qué me gustan tanto los hombres con traje y corbata con nudo Windsor. Aunque igual no me gusta demasiado la respuesta.

domingo, julio 25, 2010



¿Se puede ir y volver de Burgos con las piernas ardiendo en el salpicadero (Quique González lo dijo antes) escuchando (y tarareando) sin cesar y continuamente estas dos canciones?

Sí, se puede, yo soy el (mal)ejemplo... Me ha entrado un mono por Bruce. Esta noche creo que me dormiré como cuando tenía 14 años, escuchando The River. De golpe me he acordado de lo mucho que me gusta este hombre... aunque en realidad nunca se me ha olvidado. Sé que alguna me entenderá, y no miro en dirección a ningún blog ;. pero en este momento daría mi mano derecha por estar en el pit de cualquier estadio (si fuera el Giants Stadium ni te cuento) de cualquier concierto de una gira de la E Street Band, con mi hombre a punto de salir al escenario recogiendo su Fender y yo allí centrada a punto de que me saque a bailar Dancing in the dark. Y es que este fin de semana se ha casado Calamaro... y toca soñar con Bruce.

viernes, julio 23, 2010



Bien lo dice hoy Nebroa, hay cosas que simplemente no llegan. Pero yo lo quiero, lo quiero ahora, lo necesito ya, lo deseo...

P.D. Zsa Zsa Gabor

jueves, julio 22, 2010

Cuenta atrás


De cuando en cuando nos encontrábamos en las escaleras. Él subía, yo bajaba, subíamos ambos. Alguna vez, pocas (raramente lo uso), en el ascensor. Y como S. conoce a todo el mundo (es lo que tiene trabajar en personal), me lo medio presentó. Acá El hombre sin memoria, de este lado Dae. Y entonces pasamos a saludarnos cada vez que nos encontrábamos subiendo o bajando, obviando hablar del tiempo y del estado de nuestra salud, siempre tenemos el 5% y la bien merecida mala fama de los funcionarios. De los saludos pasamos a las sonrisas, a un café de cuando en cuando y al 'a ver cuando quedamos un viernes a tomarnos una caña a la salida a las dos'. Y llegaron las cañas un viernes, y repetimos al siguiente.

Tras los últimos e infructuosos empeños de un par de estimados amigos por colocarme un novio, fracasos rotundos ambos; ya conté hace poco que no estoy muy por la labor, será que ni ellos ni yo estábamos a la altura; lo último que me apetecía era entrar de nuevo en ese juego. Por otro lado jamás he pretendido yo ligar en el trabajo, pero cómo decirle no a El hombre sin memoria, tan razonablemente aparente y tan suficientemente ingenioso. Y ayer allá que nos fuimos aceptando su invitación a comer. Sólo dispongo de una hora, advierto, que hoy me toca trabajar hasta bien entrada la tarde. Y mejor así. Me gusta tener en las primeras ¿citas? una excusa convincente y a ser posible real por si es necesario salir por pies antes de lo previsto.

Yo sólo bebo agua, así soy de vulgar, y de ser sinceros, motivos para brindar no tenía. Él en cambio se pide su vinito, nada que objetar; y tras repasar la carta y ordenar los respectivos platos, me lo dice... Me dice que debemos ser discretos, y yo no entiendo. En todo caso yo considero soy discreta por naturaleza, pero el plural no acabo de pillarlo. No hay cuidado, él me lo aclara sin dar tiempo a que llegue el entrante; ya sabes, estoy casado. Y no, yo no sé, aunque acabo de saber, y como soy tan discreta, discreta de la muerte, me levanto y me voy. Si es que...

P.D. Shirley McLaine y Jack Lemmon en "The apartment".

miércoles, julio 21, 2010





No me gustan los musicales. Es más, odio los musicales. Y hablo con el suficiente conocimiento de causa que me ha dado ver medio musical y tres cuartas partes de una película musical (las de Fred Astaire y Ginger Rogers no cuentan).

Me encanta la ópera, en cambio (ya saben, soy una snob), aunque no excesivamente la zarzuela y estoy que trino, porque para no variar, cuando me dispongo a sacar entradas para ver Tristán e Isolda en febrero ya no hay entradas. En Oviedo sigue considerándose que es un artículo de consumo de lujo restringido a abonados y amigos y familia del excelentísimo ayuntamiento.

Pero volviendo a mis odiados musicales... ¿Por qué cuando dices que no te gustan siempre estás rodeado de gente que los adora y que te miran con cara de que no sabes de lo que estás hablando? La segunda fase es el proselitismo, tengo una invitación pendiente para ver Cats con el total convencimiento, por parte del anfitrión, de que caeré rendida ante semejante belleza (y de paso, ante sus pies). Dudo sinceramente ambas cosas.

Y es que no, no le encuentro la gracia a que de repente en medio de una conversación los actores se pongan a cantar y bailar cosas absurdas, para instantes después retomar la trama de la película como si nada hubiese pasado.

La primera y única vez que me senté en un teatro a soportar un musical fue en otra vida. Los miserables, hace tantos años que ya he olvidado quién era entonces. Sólo sé que a media función me levanté y me fui, acabando en un cine de Gran Vía viendo el Drácula de Bram Stoker (calculen los años si acababa de estrenarse esa película) y que tras el cine nos fuimos al Stella, garito que regentaba la sin par Alaska, con un oportuno 'somos amigos de Olvido'.

Así que ayer decidí darle una nueva oportunidad y resarcir un autoagravio. Me senté a ver My fair lady. Aguanté apenas tres cuartos de hora por respeto a Audrey Herpburn y porque cuando leí a George Bernard Shaw, el libro me había encantado. Pero acabé viendo uno de mis placeres culpables, Glee.

Encontré la película sinceramente insoportable, y eso que la vi en versión original, ni imaginar quiero cómo sería verla doblada al castellano (hay cosas que deberían estar directamente prohibidas). Y supongo que muchos no estarán de acuerdo, pero ni Audrey Herpburn, con todo su charme, la levanta.

Supongo que también tiene mucho que ver que Rex Harrison nunca me ha transmitido nada de nada, aunque curiosamente sea él el protagonista de la más maravillosa película jamás rodada, The ghost and Mrs. Muir. Y ya no pueda imaginarme otro capitán Gregg que no sea él.

Así que cuando sonó el teléfono encontré la disculpa perfecta para dejarla a medias y enterrarla en el baúl de los olvidos. ¿Qué estabas haciendo? ¿Te he he interrumpido en algo?.... No, sólo veía una película que no me estaba gustando... Maravillosa, maravillosa, Audrey Herpburn es maravillosa; esa película es maravillosa; la vida es maravillosa... tan dulce, tan bella, tan elegante, con tanto encanto... Como últimamente me reprimo y trato de no llevarle la contraria a nadie y le digo a todo el mundo lo que espera oír, asiento al otro lado del teléfono y no opino.

¿Y se han dado cuenta de que Audrey Herpburn de un tiempo a esta parte se ha convertido en icono y referencia de elegancia, belleza y saber estar? ¿Que su cara, su figura y su estilo nos invade en forma de posters, camisetas y hasta lámparas? Lo encuentro comprensible hasta cierto punto. A mí siempre me ha parecido una mujer maravillosa, cierto, pero absolutamente irreal. Las mujeres de verdad tienen curvas, y a veces son hasta vulgares y van despeinadas. Y Audrey era demasiado perfecta y demasiado etéra (entre otras cosas sufrió anorexia). Entiendo que se le admire, yo soy la primera que quise ser como ella hasta que descubrí que era imposible; pero por favor, que no se tome como una referencia a la que imitar.

Una vez leí en algún lado, que los diseñadores de alta costura, los que determinan qué se pone de moda y qué no, y lo que luego las mujeres de a pie nos encontramos en las tiendas de a pie (el imperio Inditex está plagado de clones de modelos de alta costura) odian a las mujeres. La teoría pasaba por su homosexualidad, en la mayoría de los casos. Dudo sinceramente que un hombre odie a las mujeres por ser gay, aunque la teoría es vistosa y en el fondo parezca haber algo de cierto. Puede que sea un odio subliminal o tan sólo la incomprensión de lo que supone ser mujer y no morir en el intento. Porque en tiempos donde en la Europa bien pensante y supuestamente civilizada se discute tanto la oportunidad de prohibir o no los velos islámicos, olvidamos que el resto de mujeres no estamos ya sometidas a los preceptos de la religión, sino a una especie de burka invisible que nos obliga a estar de continuo perfectamente peinadas, manicuradas, vestidas y aunque entendemos que fumar mata y que el liberarse del corsé, allá por principios del siglo pasado, fue toda una liberación, ahora aceptamos libremente (o no, no tienes muchas otras alternativas en las tiendas) subirnos a unos tacones imposibles, el número de centímetros no deja de subir temporada tras temporada, con evidentes riesgos para nuestro equilibrio y nuestro físico.

Aceptamos también que juventud y belleza debe ir de la mano a riesgo de convertirte en invisible sino te sometes a sus dictados. Si eres mujer, prueba a cortarte el pelo (yo lo hice), corto, cortito, a lo garçon, como dicen los franceses (que siempre dicen lo mismo pero lo dicen mejor) y luego me cuentas. No importa que ya no tengas 20 años o que no seas especialmente bella, porque medios para remediarlo hay. El problema nace cuando te aceptas a ti misma y decides que la arruga es bella, que tus años vas a llevarlos con dignidad y no te importa lucir un escote de talla 85 que al fin y al cabo es que la naturaleza te ha dado, que no te vas a someter a las tiranías del botox y la cosmética, al riesgo de padecer tanorexia. Porque el modelo de mujer que se nos vende es otro, mujeres que miden 180 y lucen una talla 36, con cuerpo de adolescente sin curvas, excepto, obvio, la silicona estratégicamente colocada, lo más parecido a una muñeca Barbie que puede encontrarse fuera de las tiendas. Todas en serie, todas iguales y nosotras empeñadas en no ser la nota discordante.

martes, julio 20, 2010

Atemschaukel*



1. No miento si digo que hacía casi veinte años que no nos veíamos. Recién salida de la pubertad yo y él encumbrado al top ten de los guapos oficiales del instituto, hacia donde las modosas alumnas de colegio de monjas dirigíamos nuestras pulsiones. Primero se fue él a no sé donde a estudiar no se qué; luego me fui yo. Nunca más volvimos a vernos... hasta ahora, cuando fingimos, ambos, no reconocernos.

2. Le debo una contestación de cortesía, y precisamente por eso no se la doy. No me gusta hacer las cosas porque sí, porque es lo debido o lo correcto si es que yo no lo siento así. No me gusta forzar las relaciones, las palabras, las historias. Tú haz tu vida, que yo sobreviviré a la mía. Como quiero sobrevivir a la tentación de tapar mis huecos y carencias con lo que a ti precisamente no te sobra.

3. No supe, no quise, decirle lo mucho que me molestó. La ilusión de encontrarse empañada por la indiferencia y el empeño de que fuera otro el protagonista. El reproche de no haber ejercido la sinceridad que es santo y seña. Las promesas nunca cumplidas (y que nunca se cumplirán). El tiempo nunca pasa en balde.

4. Nunca pretendí usar este medio para eso. Nunca he pensado que el fin justifica los medios. Nunca debí quedarme, ni callarme y sonreír. Nunca debí sentir...




P.D. 1 ¿Alguna vez había dicho lo mucho que me gusta Kiko Veneno?

P.D.2 Por si a alguien le interesa www.testdelsexo.com, suele ser bastante divertido. Yo lo hago todos los años aunque sólo sea para comprobar que mi índice de pulsión sexual es más bajo cada vez, a lo mejor a esto se le llama hacerse mayor.

*El título se lo he robado a Herta Müller, me esta fascinando su última novela.

Entre nombres anda el juego


Me encuentro con una vieja conocida en la calle y su carrito de bebé. Hace menos de un mes ha tenido un hijo, un niñita llamada Lola. Es la tercera Lola que conozco que ha nacido en lo que va de 2010, y es que parece ser que Lola, que no Dolores, se ha puesto de moda últimamente. A mí es un nombre que sin gustarme, no me disgusta, y en todo caso me parece un gran avance llamar a alguien con el nombre por el que finalmente va a ser nombrado. ¿Qué sentido tiene llamarse José Antonio de todos los Santos y acabar siendo Pepe? Pues lo mismo con Lola; abajo las María Dolores, de toda la vida, y arriba las Lolas.

Como estoy en zona de influencia infantil (parque), vuelvo a encontrarme con otra conocida y su respectivo niño (en este caso varón), de unos tres años. Y lógicamente llegan las preguntas de rigor, entre las que está, obvio, cómo se llama: Izan.

Qué bonito (me veo obligada decirlo), aunque tampoco mienta del todo, no me disgusta. Pero al igual que dije que Lola era un bebé precioso. Y no, ni todas las novias están guapas ni todos los bebés son preciosos. Pueden resultar tiernos y encantadores, pero guapos, lo que se dice guapos no todos lo son. Aunque claro, jamás se me ocurriría decirle a una madre que su bebe es mono, o tiene una expresión dulce o tiene cara de simpático. No, toca decir que es precioso y su nombre no digamos, aunque se llame Froilán de todos los Santos. Así que digo, qué niño tan lindo, y qué lindo nombre vasco (recuerdo haber conocido a un Izan en Hondarribia y haberme explicado que su nombre significaba "ser"; me gustan los nombres vascos, Uxue me parece precioso). Pero la madre me corrije, ¿vasco?, no, no es un nombre vasco, ¿acaso tú no viste a Tom Cruise en Misión imposible?... Le pusimos Izan por Izan Junt...

No, yo no vi Misión imposible, y desconocía que el personaje de Tom Cruise en esta película se llamase Izan Junt. Y lo siento, y lo encuentro respetable, pero no acabo de entender del todo qué pasa por la cabeza de unos padres para ver a Tom Cruise en el papel de un tal Ethan Hunt y decidir que así van a llamar a su hijo (con la transcripción fonética adaptada al español, se entiende). Yo que pensaba que lo había visto (y oído) todo tras haber conocido a una salvadoreña llamada Usmail, que puede sonar a árabe, pero nada que ver, venía de U.S. Mail. Los motivos que llevaron a sus padres a idear tan digno nombre los desconozco.

Entiendo (afortunadamente) que los tiempos en los que las mujeres no se salvaban del María ya pasaron (yo me libré por poquito de él) y no digamos lo de ponerle al hijo el santo del día de su nacimiento, así fuera Recesvinto (que no sé si fue santo pero sí que fue rey). Pero sigue sin entrarme en la cabeza que unos padres de Soria le pongan a su hijo Jonathan, Kevin o Jessica o Vanessa. Aunque el primero sea un nombre bíblico y el último fuera inventado curiosamente por un Jonathan (Swift).

Y es que esto de los nombres es todo un mundo y la gente en mi opinión se empeña en ser pretendidamente original, y yo en parte lo entiendo, no encuentro nada más rancio que esas familias en las que se perpetúan los nombres de abuelos a padres e hijos. Pero tampoco creo que sea cuestión de inventarse nombres (conozco casos de padres que han unido sílabas a su antojo); hacer transcripciones fonéticas, algo muy frecuente en Latinoamérica donde las Deisy, Jeidy, Dayana y los Bayron, Brayan, etc, son legión. Curiosamente siempre aferrándose a la "y". O que un matrimonio de Chipiona, para no mentar a la Virgen de Regla, ésa es otra, los nombres de vírgenes que martirizaron durante años a tantas mujeres españolas, llamen a su hija Yessica.

Y sí, lo confieso, peco de snob en el tema de los nombres. Conozco a una Cordelia (Deli para los amigos) y me parece un nombre perfecto porque su madre, profesora de literatura, quería honrar a Shakespeare (Cordelia es una de las hijas del Rey Lear). Y en cambio no concibo, como decía antes, que alguien en Murcia llame porque sí a su hija Jessica (aunque sea también un personaje en El mercader de Venecia).

Tengo una amiga obsesionada con el nombre de Tiedra. Pueblo de Castilla que en estos momentos no sabría situar exactamente y que descubrimos en un viaje a Soria en una de las señales de la autovía. Su primera hija se llamará así. Y de un tiempo a esta parte conozco a varios Enol en Asturias. Es el nombre de un lago en Picos de Europa, concretamente en la montaña de Covadonga. Todo se andará, me imagino, pero de momento no conozco a ningún o ninguna Ercina, nombre del lago que está casi a la vera del Enol.

También me parece fuera de lugar Jennifer (a no ser que provengas de un país anglosajón) y en cambio me parece que deriva de un nombre precioso, Ginebra; y en francés, directamente, me parece sublime, Geneviève; aunque nunca se lo pondría a una niña española. Igualmente me gustan algunos nombres de lugares, me parece hermoso llamar a un hijo con el nombre de un lugar que por el motivo que sea recuerdas especialmente. Conozco una Martinique debido a eso, y me gusta Georgia, Savannah o hasta Ireland (como la hija de Alec Baldwin y Kim Bassinger), aunque no me imagino a alguien llamándose Inglaterra, Suecia o Brasil. Y sigue pareciéndome muy pretencioso que seas de pongamos Gijón y llames a tu hija Paris o Russia (aunque el primero esté ciertamente devaluado gracias a los buenos oficios de la sin par heredera).

Supongo que al fin y al cabo todo es cuestión de tradición y cultura, hay nombres que tan habituales han sido en esta España, en honor a vírgenes y santos y que podrán gustar más o menos (más bien menos) pero que en mayor o menor medida consideramos normales. Todos supongo conocemos a mujeres, probablemente de cierta edad, llamadas Tránsito, Concepción, Dolores, Socorro, Ángeles, Angustias, Virtudes, Martirio, Paz, Valle, Dulce, Fuensanta, Candelaria, Piedad, Caridad, Clotilde, Eulalia. Nombres que heredaron de abuelas y madres; y que cualquier alemán o francés encontrarían horripilantes e inconcebibles. Al igual que a mí me encantan por ejemplo Ulrike o Marika. Y en español el segundo suena fatal y el primero sería Urraca, que tampoco le queda lejos (aunque la historia de España esté llena de reinas con ese nombre desde aquella primera Doña Urraca, esposa de Ramiro I, rey de Asturias en aquellos primeros años de la mal llamada Reconquista).

Hablando de nombres regios... es ahí donde yo encuentro los que me gustan, pretenciosa que es una, qué le vamos a hacer. Me encantaba Leonor, por ejemplo; hasta que vino Azpirante a hacer uso de él y ciertamente no imagino nombre mejor para una reina. Mafalda, que fue infanta de Portugal y Reina de Castilla, Jimena (bisnieta que fuera de Don Pelayo)... Clara, Carlota, Celia y Claudia (que curiosamente comienzan todos por C. Y no hablo de nombres de chico porque eso sería ya otro tema, aunque me encantan Tassilo y Mateo.

Y cómo no Candela... hablándolo con una amiga argentina me decía que lo encontraba espantoso, y a mí, en cambio, me parece un nombre precioso que hace referencia a la luz; a la fiesta de la Candelaria, el 2 de febrero, día en el que oficialmente se acaba la Navidad y donde definitvamente se retira el árbol y se apagan las luces. Muy celebrado en los países del norte y centro de Europa y que Ikea está haciendo universal en su publicidad (el Knut sueco y filandés).

En fin, supongo que para gustos se hicieron los nombres... aunque a algunos se les debería retirar la custodia por cometer atentados de lesa humanidad. Como el actor de "Me llamo Earl" que ha llamado a su hijo Pilot Inspektor.






P.D. 1 Que alguien me explique cómo se le puede llamar a una hija Apple (Chris Martin y la Paltrow), Sunday Rose (Nicole Kidman), Bluebell (Gery Haliwell), todos los nombres de los Brangelinos, Atalanta (el Litri y la Herrera Junior), Daisy True (Meg Ryan), Moon Unit (Frank Zappa), London Emilio (Slash), Thais y Zeus Tous (Saritísima), Honor Marie (Jessica Alba), Fifi Trixibelle, Peaches Honeyblossom y Heavenly Hiraani Tiger Lily (las hijas de Bob Geldof), aunque la mención de honor se la lleva Rafael Amargo: León Bidanshi Lorca y Dante Alighieri Dalí... y luego soy yo la pretenciosa.

P.D. 2 ¿Y vosotros? ¿Qué nombre encontráis arrebatador o al contrario horripilante?

lunes, julio 19, 2010



A veces, muchas, tal vez no demasiadas, me entra la duda.¿Acaso tiene algún sentido? En días como el viernes, donde digo lo que pienso sin pensar lo que digo, me entra el pánico. Sin duda otros lo hacen mejor, debería aprender de ellos (el caso es que no quiero).

miércoles, julio 14, 2010

El destino ha huido y yo te elijo a ti*




"Baby take a walk in toy land
Be my hero play the part
I'm falling down hard from salvation
Come protect this china heart
Though my party dress is torn
I still walk and talk and cry and crawl
And I've got no one on my arm
Well I am just a rumble doll..."

Rumble doll - Patti Scialfa


Tengo unos compañeros de trabajo absolutamente adorables... por separado. Cuando deciden hacer "piña" o ha corrido más sidra o cerveza de la cuenta, conviene mantener las distancias si no queremos convertirnos, las dos únicas mujeres, en el blanco de los peores chistes y en receptoras del paternalismo más rancio.

Por ejemplo esta mañana P. se encuentra mal. Está de mal humor, ha dormido poco (el pequeño tenía fiebre) y le dolía la cabeza. No necesitaron más argumentos para desenterrar el de vez en mes síndrome premenstrual, junto con los chistes de rigor; que hicieron que ella se pusiera de peor humor y le doliera más la cabeza; que creerse gracioso no es lo mismo que serlo, aunque algunos te rían las gracias.

Más tarde fui yo la que me encontré mal. Tal vez una bajada de tensión, el calor, cierto contratiempo laboral; yo qué sé, lo único que sentí fue que mi cabeza que nunca me duele estaba a punto de estallar, me mareaba y tenía ganas de vomitar. Y obvio, no necesitaban mucho más para soltar la frase de rigor y echarse unas risas: ¿No estarás embarazada, no?

Pues no, va a ser que no, aunque ya me gustaría estarlo. Mis palabras debían de contener algún tipo de hechizo que los hizo quedarse callados, volver a sus puestos y fingir que trabajaban y alguno hasta descolgó el teléfono (tocaba el quinto cigarro de la mañana). Ignoro cuál era la respuesta adecuada para que la broma siguiera su curso. Últimamente me pasa con demasiada frecuencia, no digo lo que se espera que tengo que decir (sea lo que sea), sino lo que yo pienso o siento, que parece que no coincide o no lo es mismo. Y todo se esfuma; la broma, la conversación, la presencia o las ganas.

Y es que creo que el Espíritu Santo sólo remató la faena una vez y de eso hace ya más de dos mil años. Así que no creo que vuelva a descender a la tierra por mucho que yo lo invoque, y si no es Dios mediante, por los métodos tradicionales, más que improbable es imposible; que he perdido la cuenta del tiempo que hace que no me relaciono, sexualmente hablando, con el sexo opuesto (que a día de hoy es el que me atrae e interesa). Y tan a gusto, oiga.

Tal vez para hacer juego con mi atrofia emocional haya pasado a convertirme en ser asexuado sin miramientos y menos ganas de perder tal condición. Estoy por jugarme el rojo de tus labios que si me ponen al mismísimo Hugh Jackman delante (con Calamaro igual titubeaba), seguiría en mis trece. Y es que no, ni echo de menos el sexo, ni lo reclamo (de hecho hasta lo ignoro y lo rechazo). Aunque aun a riesgo de hacer bueno el mal tópico de que las mujeres demandamos tan sólo "cariños y amor del bueno", sí confesaré que me muero por un beso, por abrazos y afectos varios y una larga noche de gin-tonics y mejor conversación... tras eso, a lo mejor, sólo a lo mejor, me cambiaba al modo on.




P.D. 1 Eleanor Parker y Bill Travers en "The seventh sin" (El séptimo pecado).

P.D. 2 *Leonard Cohen

P.D. 3 Y sí, me encantaría tener no un hijo, sino varios.


Se publica hoy en El País, al menos en su edición digital una noticia cuyo título dice: "Sin médico ni juzgado por un 'niqab", y viene a contar que una mujer musulmana, tunecina, para ser más exactos, embarazada (embarazo de alto riesgo), se negó a quitarse el niqab que la cubría de pies a cabeza ante el requerimiento del ginecólogo de la Seguridad Social, y a su vez éste se negó a reconocerla si no se quitaba el velo. Acabaron en los juzgados con sendas denuncias interpuestas por ella y su marido por no ser atendida, por un lado; y por otro, una denuncia contra el marido por amenzas por parte del médico y de un agente de la Ertzaintza que fue reclamado ante la presunta conducta violenta de la pareja. Y como con la justicia hemos topado y la jueza volvió a exigirle a la mujer que se descubriera, ella volvió a negarse alegando que sólo lo haría a solas delante de ella y de los abogados y fiscales pero no ante el público, la jueza desestimó la demanda.

Esta historia ha generado tropecientos mil comentarios del tipo que se vaya a parir a Túnez, que hay que expulsarlos a todos (a los moros), que donde fueres haz lo que vieres y hay hasta quien la compara con las monjas de clausura, etc.

Es curioso como con relativa frecuencia se publican noticias de este tipo provocando airadas reacciones que no duran apenas un par de días, creándose poco a poco un abismo cada vez más grande entre los unos y los otros. Se habla de expulsión, de racismo, de intolerancia, de asimilación, de homogeneización; pero poco o nada de educación, integración o libertad religiosa. Y nunca de provocación, y es precisamente la palabra que a mí me viene a la cabeza cuando leo este tipo de cosas. Partiendo de la idea de que la libertad de culto y el respeto por otras fes, otras costumbres y otras ideas tiene que estar por encima de todo. Que si una mujer quiere libremente cubrirse de pies a cabeza lo encuentro tan respetable como que otros sean aficionados al nudismo, al fin y al cabo yo nunca entro en una iglesia con los hombros descubiertos.

Y hablo de provocación porque no me deja de llamar la atención de que precisamente en Túnez está prohibido el uso del velo islámico en todos los espacios públicos con excepción, lógicamente, de las mezquitas. Así que se confunden un poco esos que dicen que debe irse a su país para vestirse como le da la gana. Állí no podría. Aquí, al menos de momento, sí puede.

Por otro lado, si le han diagnosticado un embarazo de alto riesgo, presupongo que anteriormente habrá sido atendida por un médico o ginecólogo, le harían la ecografía por encima de la ropa, digo.

La chica en cuestión es enfermera titulada por la Universidad de Navarra aunque no ejerce como tal. Imagino que será la dueña y señora de su casa. Y dudo seriamente que cuando acudía a las clases lo hiciera vestida de esa guisa. De hecho me encantaría saber desde cuando usa niqab y si esa es su vestimenta habitual. Porque a mí estas historias me suenan a provocación absoluta, a buscar la foto y la noticia, hoy me pongo el velo y montamos el pollo, y claro, la sociedad española entra al trapo como si estuviéramos en Las Ventas.

martes, julio 13, 2010



"Find the map and draw a straight line
Over rivers, farms, and state lines
The distance from here to where you'd be
It's only finger-lengths that I see
I touch the place where I'd find your face
My finger in creases of distant dark places

I hang my coat up in the first bar
There is no peace that I've found so far
The laughter penetrates my silence
As drunken men find flaws in science

Their words mostly noises
Ghosts with just voices
Your words in my memory
Are like music to me

I'm miles from where you are,
I lay down on the cold gound
I, I pray that something picks me up
And sets me down in your warm arms

After I have travelled so far
We'd set the fire to the third bar
We'd share each other like an island
Until exhausted, close our eyelids
And dreaming, pick up from
The last place we left off
Your soft skin is weeping
A joy you can't keep in

I'm miles from where you are,
I lay down on the cold gound
And I, I pray that something picks me up
and sets me down in your warm arms

And miles from where you are,
I lay down on the cold gound
and I, I pray that something picks me up
and sets me down in your warm arms."





P.D. 1 Hay canciones que dicen lo que yo nunca querría decir...

P.D. 2 Marie McDonald.

De la belleza y otros demonios

i


Obviamente el tema estrella en el laburo es el Mundial y la consecuente victoria de la selección española, la subsiguiente celebración, el ya famoso beso y la no menos famosa reportera. Desde las siete de la mañana y como continuación de la discusión ayer iniciada sigue debatiéndose. P., que es la otra (única) mujer en este departamento acaba de soltar que a ella la Carbonero le parece'la gitana guapa del pueblo', y la que se ha montado. Todos me han mirado a mí, la otra (única) mujer, y bueno, intento suavizar el comentario de mi única colega diciendo que a mí me parece muy Bollywood, que viene a ser lo mismo, pero refinándolo. Y j*, claro que la chica es guapa, es preciosa, aunque a mí personalmente me parezca un poco wannabe, creo que sufre un serio trastorno de tanorexia y que si no se maquillase tanto, menos eye-liner por ejemplo, estaría mejor. Pero su belleza desde luego no la discuto.

Aunque a mí tampoco me parezca la mejor reportera del mundo, ni de lejos, no comparto la ferocidad de los comentarios de P. que dice que es inadmisible ser subdirectora de deportes de Tele5 a los 25, siendo tan pavisosa como es (eso lo comparto, lo de pavisosa, digo), con escasa experiencia, sin tener la licenciatura en Ciencias de la Información (no acabó la carrera porque parece ser que la facultad le aburría, Sara Carbonero dixit) y poniendo en entredicho su escasa profesionalidad. Todo esto, obvio, según el resto de presentes, todos hombres: se debe a la envidia. Y el único que se atreve a disentir de la opinión general. como no podía ser de otra manera, es un machista. Y tiene gracia que aludan a lo difícil que es ser mujer en un mundo de hombres, a lo difícil que lo tienen las guapas para ser tomadas en serio y bla bla bla... C*, no nos habíamos enterado nosotras, que trabajamos rodeadas de hombres y para los hombres.

Ser guapa, por otro lado, siempre te ha abierto muchas puertas que a las feas se le cierran, digan lo que digan algunos. Si eres guapa y buena profesional siempre serás tomada en serio, si eres guapa y mala profesional siempre tendrás la posibilidad de ser contratada por tu cara bonita. Si eres fea y lo segundo, te quedarás en casa; si eres fea y lo primero, nunca podrás competir contra una guapa. Y todos sabemos perfectamente que vivimos en un mundo donde los dos factores más valorados por la sociedad son la juventud y la belleza. Y el ejemplo perfecto es Sara Carbonero, donde todos, absolutamente todos, hablan más de su belleza que de su supuesta profesionalidad. Lo primero es evidente, lo segundo es más complicado.

En todo caso decía yo que no estaba de acuerdo con el desaforado ataque de P. En primer lugar porque no la han nombrado subdirectora de informativos en una cadena pública, no la han nombrado subdirectora de un gran banco, ni de una gran empresa, ni es un alto cargo en un ministerio. No, ha sido contratada por Tele5, una cadena de televisión privada cuyo símbolo de identidad fueron las Mamá Chicho en el pasado y Belén Esteban y Jorge Javier Vodkas en el presente. Le han dado un cargo "honorífico" de subdirectora y la han mandado a pasearse a Sudáfrica sin tener mucho que decir (eso es inopinable) para conseguir unos cuantos planos junto al famoso novio (ya me imagino a Vasile frotándose las manos con la escena del beso, que sin duda explotarán desde la cadena amiga hasta la extenuación, no creo que entrara en su guión). Y yo en el fondo siento un poco de penilla por ella. Me parece una chica lista, pero me da a mí la impresión y es solo mi parecer, que no debe de ser lo suficiente espabilada como para darse cuenta que tan sólo es un peón más a la altura de la Esteban en todo ese entramado de telemierda que se han montado en Tele5 desde que Tele5 es Tele5 y Jesús Gil se remojara en el jacuzzi. ¿Acaso alguien dudaba que fueran a desaprovechar la oportunidad que les brindaba el Mundial para seguir haciendo lo que mejor saben hacer, es decir, remover el cubo de la basura? No sé, a lo mejor me equivoco y sí es consciente del uso y abuso que desde su propia cadena hacen de su persona e imagen, y en este caso finge muy bien no darse por enterada. Ojalá me equivoque, que comienza a caerme bien. Será que las lágrimas de Casillas me ablandaron, y ni qué decir del ya famoso beso. Quién hubiese estado en el lugar de Sara, bueno, para qué mentir, tampoco necesito que me bese Iker, me conformaría con que me besase alguien.

Y por último, y ya para terminar... 'The Times' nunca acusó a Sara Carbonero de desestabilizar al portero de la selección. Lo que se publicó en el periódico fue que en España (la prensa española) se acusaba a la periodista precisamente de eso. Una de dos, o ambas a la vez; en España se sigue sin hablar y entender el idioma de Shakespeare y se sigue creyendo, a pie juntillas y sin cuestionar, todo lo que publican los diarios y se dice en los informativos. País... que diría Forges.



lunes, julio 12, 2010

Carguen, apunten, fuego


Si hay algo que me irrita enormemente es que se den por supuestas según que cosas. Que alguien, quién sea, se anteponga a mis actos u opiniones. Que presuponga, que juzgue o que espere que me comporte de un determinado modo o formule determinadas preguntas o firme un ineludible veredicto. Que se sorprenda porque yo no haría eso, yo no iría a ese lugar, yo no diría... Tendría un pase si fuera porque cree conocerme lo suficiente como para adelantarse a mis acciones, omisiones o palabras; aunque tampoco. Porque lo que más me enverva es que se espere eso de mí porque eso es exactamente lo que él espera de sí mismo... He dicho.

viernes, julio 09, 2010

He olvidado cuándo dejé de intentarlo




Ni siquiera puedo decir que alguien me robó el corazón... ni el deseo.

jueves, julio 08, 2010

The day after tomorrow


Aun sabiendo que fue la decisión correcta y que no hay segundas oportunidades, nunca fueron buenas...



P.D. Lupe Velez

miércoles, julio 07, 2010

Gozando voy... ¿gozando vengo?


Dícese en el diccionario de la Real Academia...


Ver conjugación gozar.

(De gozo).

1. tr. Tener y poseer algo útil y agradable. Gozar de sus riquezas.

2. tr. Tener gusto, complacencia y alegría de algo. U. t. c. prnl.

3. tr. Conocer carnalmente a una mujer.

4. intr. Sentir placer, experimentar suaves y gratas emociones U. t. c. prnl. Gozarse en la suerte de los demás.

5. intr. Tener alguna buena condición física o moral. Gozar DE buena salud, vitalidad, estimación, fama.

~la.

1. loc. verb. Pasarlo bien, disfrutar con alguien o algo.




P.D. Billie Dove

Nadie se queda



Conducía ayer, de vuelta a casa, en un coche que no era el mío pero que tenía mis discos. Hice sonar If I should fall behind... una y otra vez. Bajo las ramas del roble comencé a llorar, y hoy, secadas las lágrimas, te he vuelto a escribir.

martes, julio 06, 2010

Yo siempre vuelvo



Creo que voy a tomarme un descanso "bloguero", no sé por cuánto tiempo (a lo mejor dentro de media hora vuelvo a asomarme por aquí), y dedicarme exclusivamente a leeros a vosotros. No quiero dedicarme sólo a colgar canciones y fotos más o menos bonitas, porque lo que tendría que contar, no voy a contarlo.

domingo, julio 04, 2010

De saldos y otros restos de serie



No me disgustan las reuniones festivo-familiares, lo que no quiere decir que me gusten, sino que las tolero y en ocasiones hasta me divierten especialmente si se restringen al círculo más íntimo y cercano. Los cinco hermanos, padres, sobrinos varios, los tíos solteros y los cuatro cuñad@s (sí, lo han adivinado, yo soy la única no emparejada). La diversion en cambio desciende exponencialmente al mismo ritmo que crece el número de participantes, tíos y primos en diversos grados, vecinos, ex-familia [...]

...y bueno, se me han quitado las ganas de contar lo que iba a contar. Tal vez lo haga más tarde, o no, aunque ya he tomado una determinación.

viernes, julio 02, 2010

El futuro está en el aire


Hsce tres semanas, creo (el tiempo pasa muy rápido) que te debo una respuesta. Me despisto entre disculpas y excusas del tipo no tengo tiempo, estoy cansada, ocupada o planificada; aunque no sea cierto o tan sólo a medias verdad. Y lo evito, te evito a ti, le evito a él (no recuerdo en qué día se me quitaron las ganas de verle), obvio las conversaciones, el ocio y la lujuria.

Decía hace poco que estaba cansada, de mí; y sigo cansada, pero de vosotros.






EDITO: Lo de "vosotros" no va por vosotros (potenciales lectores).

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