No sé ni cuándo ni dónde
Algún día, supongo, encontraré mi lugar. Eso (me) dicen todos. ¿Y de no ser así? Si pasan los años y yo sigo aquí, siempre de vuelta de todo cada día un poco más cansada. Agotadas las esperanzas y mermadas las ilusiones.
No encuentro una respuesta a sus palabras. Nunca he sido buena diciéndole a la gente lo que quiere oir, más bien al contrario, lo que yo pienso y por tanto digo no suele coincidir con ello. Callo, luego otorgo. Bien sabe que no hay nadie en el mundo que la entienda mejor, que pueda ponerse en su lugar y comprenderla. A mí también me asusta ese futuro.