Que sepas que el final sí empieza hoy
No me gusta, pero es Sabina... y le debo tanto... En eso también coincidimos. Ya son demasiadas cosas.
Las maletas ya están abiertas. Leo demasiado rápido, no proceso la información, devoro las palabras. No me comunico, me despierta de mi ensoñación el timbre del teléfono y es para él. El tiempo no pasa. Me meto en guerras que no son las mías, que no me van, en las que estoy condenada a la derrota. Y me siento terriblemente culpable, no por perder, a eso estoy acostumbrada, sino por no saber decir "no" a tiempo. Y me engaño, le debo tanto. Y me importa, pero no me importa. Como vulgar marioneta en un Puppentheater cualquiera quiero que alguien maneje mis hilos, que al llegar el final de la función haga reposar mis huesos en el fondo del baúl mientras son otras quienes se llevan los reconocimientos y aplausos.