viernes, junio 26, 2009


SIempre me gustó la canción de Van Morrison, al margen de la fascinación que tan sólo un tipo tan esperpéntico como él puede ejercer sobre mí.

Tuvo el buen gusto de elegirla para tono de su teléfono móvil. Cada vez que se oye al otro lado de los armarios sé que él acaba de llegar y aun a riesgo de parecer cursi, justo en ese instante, amanece para mí.

P.D. La canción, obviamente, Brown eyed girl.



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