Siempre hay un después
Hay días muy grises, de esos que me gustan, aunque este principio de otoño no esté siendo generoso con ellos. Otros luminosos, de esos que desconciertan, amanecen helados y el sol del mediodía invita a quitarse la ropa de incipiente abrigo. Los hay tristes pese a todo, frenéticos y apurados. Otros son lúgubres y sombríos, interminables los segundos, que parece que no han durado 24 horas los primeros. No sabría etiquetar los días que estoy viviendo ahora, los tuyos son apáticos, transcribo tus palabras. Debería ser un consuelo, un símbolo de victoria, la mía, poco más que la más amarga de las derrotas maquillada de orgullo mal entendido y barato victimismo. Hace mucho que los psicólogos llaman a eso conducta pasivo-agresiva. No hemos inventado nada.
P.D. 1 Charles Boyer y Hedy Lamarr en "Algiers".