sábado, abril 05, 2008

Entre (buenas) amigas


Su intuición nunca la abandona. De ello presume. De poseer ojo clínico, de no equivocarse nunca. Juez y parte en todos los asuntos. Siempre dispuesta a dar una opinión que nadie le ha pedido. No importa que nadie siga sus dictados o consejos. No es ésa su pretensión. Se conforma con ser escuchada. Bien, yo la escucho, atentamente o eso parece, incluso asiento y de tanto en tanto le doy la razón de forma efusiva, pero no pienso hacerle ni puñetero caso, que si de algo soy dueña es de mis fracasos, el próximo me espera a la vuelta de la esquina, a mí la intuición tampoco me falta ni me falla.

Reivindicando

En apoyo de las bibliotecas y los bibliotecarios del Ayuntamiento de Oviedo

http://www.firmasonline.com/1firmas/camp1.asp?C=1301

Despedida



-¿Quiere usted que hablemos en francés?

-Yo no hablo francés. Simplemente quise averiguar si es la eminencia que mi hermano describía.

-Sí. (Enfadada) ¡Una mujer hecha a su medida! Domino varios idiomas, toco el piano, mi conversación es inteligente y mis dientes perfectos. ¿Quiere usted contármelos también? ¿No es eso lo que se hace con los caballos? ¡Se les miran los dientes! ¡Por fortuna no me falta ninguno!

-Ni mal genio tampoco.

-Sí, ya lo sé. A usted no le gustan las mujeres con mal genio.

-No me asustan. Yo lo tengo mucho peor.

-¿Quien lo iba a imaginar?

-Es usted una mujer excepcional: inteligente, bonita, sin embargo debe de tener algún defecto. No voy a tener la suerte de encontrar una mujer perfecta sin salir de la selva. Todo el mundo tiene defectos.

-Ah… Creí que no le gustaba, que le había decepcionado… Lo que tiene es miedo de mí.

-¿Usted cree?

-Ansía descubrir en mí un defecto, algo que desmerezca en su opinión.

-Conoce bien a los hombres.

-Quiere completar su obra con una mujer a tono con el resto de su mobiliario, traído por el río con enormes dificultades para alimentar su vanidad y que las termitas no se lo arrebaten. Era esa la clase de esposa que exigía. Ahora me encuentra a mí y le inspiro miedo.

-Insisto en que conoce bien a los hombres.

-Mejor que usted a las mujeres.

-¿Dónde lo aprendió? ¿De qué hombre? ¡He puesto el dedo en la llaga!, ¿verdad? ¿Ha pertenecido a otro?

-Estuve casada. ¿No se lo dijo su hermano?

-No. Eso me lo ocultó. Me refirió todos los pormenores, su vida entera, todo menos eso.

-No es mía la culpa. Fue un olvido involuntario. Le advertí que se lo dijera.

-Quizás mi hermano me conoce mejor de lo que yo creía. ¿Cuánto tiempo estuvo casada?

-Casi un año. Se mató.

-¿Cómo?

-Bebía. Era muy alegre, muy simpático y muy borracho. Y una noche salió a caballo más alegre y también más borracho que nunca. Su hermano me dio dinero para pagar sus deudas.

-Sería un pobre inútil.

-Era el hombre más bueno que he conocido.

-Un hombre débil al que no quería.

-Sí le quería.

-¿Cuántos más se han cruzado en su vida?

Ella calla.

-Señora… Ha visto usted mi casa, tardé siete años en construirla, un auténtico milagro en el corazón de la selva. La gente se reía de mí, de mi afán por conseguirla, pero yo no hice caso, quería rodearme de las cosas hermosas de la vida. Crear una familia y poder ofrecerle una casa de la que me sentí siempre orgulloso, en unas tierras que arrebaté a la selva y al río sólo con mi voluntad. ¡La única exigencia que yo imponía era que todo cuanto subiese por el río fuese nuevo, que valiera la pena! Por ejemplo, ¡el piano ante el cual se sienta jamás fue abierto por nadie antes de su maldita llegada!

Ella da un golpe a las teclas del piano, se levanta y tras una pausa dice:

-Si usted supiera más de música, se daría cuenta de que un piano suena mejor cuando se ha tocado. Este no es un buen piano…

"Cuando ruge la marabunta"

martes, abril 01, 2008

Carla Bruni



"On me dit que nos vies ne valent pas grand chose,
Elles passent en un instant comme fanent les roses
On me dit que le temps qui glisse est un salaud
Que de nos tristesses il s'en fait des manteaux,
Pourtant quelqu'un m'a dit que..."

Quelqu'un m'a dit



P.D. 1 Hacía mucho que se había ganado un lugar en mi corazón. Confesaré que la descubrí tiempo ha, en la portada del Vogue, aunque siempre me pareció una de esas bellezas andróginas y frías, por mucha clase que destilen las mujeres de pómulos marcados. Resurgió de las cenizas de mis recuerdos en un anuncio de Nescafé, lo confieso, no rebuscando entre vinilos en una vieja tienda de pongamos, Saint Denis. Los anuncios ya no son lo que eran desde que Tom Waits denunció a Audi.


P.D. 2 A los que acusan con el más absoluto de los descaros a Madame Bruni-Sarkozy de copiar los estilismos de Jackie (Kennedy) Onassis aclararles que nada más lejos de la realidad. El protocolo (real) británico exige que al aire libre se lleve la cabeza y las manos cubiertas.

Vacaciones en Roma




Paradójicamente fui yo quien lo recordó. Por imperativo legal antes del 1 de abril tenemos que elegir fechas para nuestras vacaciones. Sin muchas alternativas ni posibilidades, julio o agosto, agosto o julio, que si de mí dependiera serían noviembre o marzo, tal vez junio, nunca pleno verano. No faltó la amenaza ya habitual de celebrar un sorteo si no se alcanzaba acuerdo y una vez más, y ya van tres, mi cesión, ante la vergüenza no tanto propia como ajena, provocada por la incapacidad de siete personas adultas, supuestamente, de llegar a un consenso.

El formulario con las fechas impuestas, que no elegidas, se quedó sobre mi mesa bajo el dietario, a modo de pisapapeles, durante al menos tres semanas, testigo mudo de una de mis muchas rendiciones, hasta que fue reclamado en el último momento. Sólo nos faltas tú. Y a mí, que me faltan tantas cosas.

Con un poco de suerte tal vez en plena Piazza Navona me de una insolación que me deshiele el corazón (y juro no he preparado el pareado).


sábado, marzo 29, 2008

Imogen Heap



"We're a different pair, do something out of step.
Throw a stranger an unexpected smile...with big intention.
Still posted at your station.
Always on about the day it should have flied."

Headlock

Palabras que sigo sin encontrar




No suelo ver demasiado la televisión, en realidad podría prescindir de ella perfectamente y en ocasiones he (sobre)vivido sin ella. Ahora la tengo encerrada en un armario y tan sólo la libero para que vomite noticias y actualidad, más lo segundo que lo primero en todo caso. Por razones que ni yo misma llego a comprender, tal vez simplemente no tenga ganas de hacerlo, me he aficionado a ver el informativo de la cadena autonómica (esto de las cadenas autonómicas, no digamos las locales, es un auténtico descubrimiento, son capaces de lo peor, y hablando de televisión ese listón está muy alto). Tal vez porque se emite en horario diferente al resto o porque imprimen a sus noticias un tono más cercano y por mucho que una viaje lejos y tienda puentes acaba interesándose más por lo que pasa en su barrio y en la acera de enfrente.

De este modo ayer, creo que fue ayer, la tenía de fondo mientras me dedicaba a tareas de esas prescindibles. Hablaban de la última ocurrencia del sin par alcalde de Oviedo en relación con las bibliotecas municipales, no importa en base a qué, bueno, en realidad a mí no me importa. Entrevistaban a un tipo cuya cara no me decía nada, unas indicaciones en la parte baja de la pantalla señalaban su nombre y cargo, no les presté atención. De pronto se hace el silencio en la habitación y me llega la voz de ese hombre. Yo conozco esa voz, no recuerdo de qué, no sé a quién pertenece, obviamente pertenece al tipo que sale en pantalla, claro está, pero yo a él no lo conozco o no lo recuerdo. Pero esa voz... esa voz la conozco, esa voz si la recuerdo. Desaparece y de nuevo se da paso al presentador del informativo y a otra noticia y yo me quedo con las dudas.

Nunca he sido poseedora de lo que algunos llaman memoria visual o fotográfica, a diferencia de Groucho Marx y sin hacer excepciones yo si olvido las caras, y pensaba que también las voces, aunque si es cierto que le doy vital importancia a éstas últimas y la percepción que pueda llegar a tener de una persona pasa y mucho por lo que me diga su voz y su acento, y no me refiero exactamente a su forma de expresarse, que también.

Hace un rato leía los periódicos del día, con absoluto retraso pese a ser domingo y al filo de las diez de la noche, ya dije anteriormente que he tenido un día especialmente ocioso. En una esquinita (yo leo absolutamente todas las noticias del periódico saltándome deportes y economía, así que tampoco es tanto) se hacía referencia al Ayuntamiento y al conflicto con las bibliotecas municipales. Me vino a la memoria el tipo de la televisión y sin pensármelo dos veces, seguía ociosa, saqué a pasear a un trasunto de Petra Delicado y me adentré en la página web del Ayuntamiento de Oviedo. Aunque prácticamente inexistente, a corto plazo la memoria no me suele fallar y buscando, no demasiado, apareció una foto con un nombre. Tirando del hilo y adentrándome en el laberinto (nunca mejor dicho) de la memoria y los recuerdos por fin identifiqué y ubiqué. Si hasta parece que me debe, o debía algo, el qué, obviamente no lo recuerdo.

P.D. La foto... aunque parezca fuera de lugar, nada que ver. Por aquel tiempo alguien que compartimos me dijo que lo nuestro debía deberse a las berzas. Y hasta aquí puedo leer. Feliz semana.

Hipócrates y la fibra


Los empleados deben llegar a su puesto de trabajo desayunados, con el periódico leído y cagados... (léase con acento de Wisconsin y sáquese de contexto, sin olvidar lo de llorados).

Meme de las alegrías


Tinta roja me deja un encargo, un meme. Y mi primera pregunta, a la que le seguirán muchas otras es, "¿un meme qué ye?". Confieso mi condición de analfabeta cibernética en más de una ocasión.

Copio y pego (literalmente) desde su blog: "Me han propuesto un meme, a pesar de que no soy del todo aficionado a estas cosas. Pero es verdad que tengo esto un poco parado hace tiempo y bueno, qué mejor manera de darle vidilla. Os cuento: se trata del MEME DE LAS ALEGRÍAS, y consiste en contar con qué 5 bloguer@s haríais alegrías toda una noche o una noche toda, y por qué. Asi que, desde el más profundo respeto y el más inofensivo sentido posible".

Confieso que así, de buenas a primeras, me parece una gilipollez máxima, pero al fin y al cabo no puede haber mayor gilipollez que la cometida por mí escribiendo cada día (o casi) aquí. Aunque muchos serían los lllamados y pocos los elegidos sólo puedo quedarme con cinco, según las reglas y sin ánimo de ofender:

1. En primer lugar es obvio que me quedo con Oscar, tal vez porque lo nuestro es imposible y aunque ambos lo sepamos nos resistimos a creerlo.

2. Clifor, porque desde que llegué a esa ciudad llamada Perdición (uno de los primeros blogs que descubrí) y hasta el día de hoy no puedo pasar un día sin mi dosis diaria de sus letras y no dejo de maravillarme del talento de ese "mocoso".

3. David Suárez, porque sea lo que sea lo que Tinta Roja (e incluso yo misma) entiende por alegrías estoy convencida que él las proporcionaría.

4. P., un tipo de incógnito, por su melancolía barata y su metafísica de café con leche.

5. David González. Porque consiguió que releyera a Bukowski y a Roger Wolfe y hasta les he cogido el punto. Si la honestidad tuviese un nombre, ése sería el suyo.


Y esto es todo señores. Se admiten reclamaciones.

jueves, marzo 27, 2008

Inventario de perplejidades


Para un día que no leo los periódicos... que si los médicos se van a la huelga y los funcionarios de justicia siguen con la suya. Baja la venta de pisos y sube el Euribor, sigo siendo una hipotética hipotecada. Un transexual se queda embarazado, se reabre el debate sobre la eutanasia y yo estoy en pleno síndrome premenstrual aunque esto no suponga ningún cambio en mi histerismo habitual. Llegamos a la sección sucesos, versión revivida de El caso, que ocupa la mayor parte del noticiero. Medias condenas y abusos. Por cierto, la viagra cumple 10 años. Carla Bruni monísimamente desconocida al lado de Su Majestad y sin tacones (daría para toda una tesis doctoral tanto la ausencia de estos en todo acto público de Madame Sarkozy al lado de su flamante marido como la semejanza, cual dos gotas de agua con veinte años más, entre la exmodelo y la exseñora del susodicho), se ha muerto Rafael Azcona... hago zapping y acabo en Tele Tini o lo que es lo mismo la autónomica TPA (todo por Areces), también noticias... y cómo no podía ser de otra manera, tal vez sea el momento de cruzar el espejo y cambiar la vigilia silenciosa de mi patria.

Geografía


Tras varios días con tremendos problemas para poder actualizar este humilde blog (problemas técnicos), fotografías que se desvanecen, canciones que no suenan y textos que se resisten a la corrección, envío derechitos al limbo de los pendientes y no olvidados todos los irresistibles a la par que interesantes temas sobre los que tenía previsto hablar. Dado que resulta una práctica bastante frecuente, cuando no sé sabe de qué hablar, echar mano de las estadísticas y de esos maravillosos programas que nos indican quién, de dónde y en base a qué nos visitan quienes nos visitan si es que nos visitan, no voy a ser yo menos, la originalidad pasa de largo esta tarde por mi casa. Si ya resulta bastante curioso ver a través de qué búsquedas llegan algunos hasta aquí, no menos lo son los lugares geográficos de los que provienen, pero lo realmente pintoresco es el "desde dónde". De este modo he descubierto que existe algo llamado Estación de zonas áridas o un Real Club de Enganches, Río * Corporativa, S.L., Asignación 22 para el P. de Asturias (de la que yo también uso y abuso)... en definitiva, que desde Ayuntamientos varios al Ministerio de Defensa, los currantes que son y han sido invierten parte de su tiempo laboral en la lectura de blogs ajenos e imagino que también propios.


Cuando la técnica vuelva a su cauce les hablaré de mi buena acción del día.

Desayunos solidarios



Con escasa antelación sobre las ocho de la mañana y recién llegada y aún no del todo despertada me recibe con una amplia sonrisa, la reservada bien para las ocasiones especiales, ésas en las que hay algo que celebrar (o no, simplemente la vida es bella en ocasiones), bien para implorar favores o prebendas. Intuyo que sus intenciones se inclinan más a lo segundo que a lo primero y yo que apenas he desayunado contraviniendo a la nutrición más elemental (puedo asegurar que lo intento, lo de desayunar, digo, pero mi desidia y mis cinco minutos de más bajo el agua de la ducha son más poderosos que mi voluntariosa conciencia) apenas saludo murmurando buenos días mientras me deshago de paraguas y gabardina y despliego el periódico en el que pretendo hundir mi ya no tan voluntariosa conciencia durante al menos quince minutos contraviniendo (de nuevo) a mi muy querido, admirado y respetado, al tiempo que sin par, Consejero. Al tercer mandamiento no aludo. Y respecto al cuarto, yo sólo lloro cuando mis lágrimas pueden confundirse con la lluvia.

-"¿Te unes a una buena causa?" Me pregunta cierto tiempo después manteniendo la misma sonrisa, que todo lo puede, con la que me recibió y sin que venga a cuento. Miedo me dan sus buenas causas. Para ella la solidaridad pasa tanto por comprarse esas botas de tacón imposible, color imposible y charol imposible, sin olvidarse de un precio imposible, que la buena de su amiga F., dependienta de unos grandes almacenes nunca conseguirá vender, como la de hacer cola en las rebajas de enero (siempre en las de enero, nunca en las de julio, el por qué lo ignoro y nunca me he atrevido a preguntarlo) desde intempestivas horas de madrugada ante las puertas de esos mismos grandes almacenes, no vaya a darle a alguna de las sufridoras y potenciales clientas una lipotimia y entre la bárbara turba imbuida por el furor inconsciente y rebajil no vaya a haber nadie dispuesto a prestar los primeros auxilios. También es cierto que colabora con Ong's varias y que ella misma en ocasiones ha sido definida como una Ong andante y con dos patas, especialmente desde aquel verano en que planeamos irnos a Bolivia por una buena causa. La buena causa también tenía dos patas y a diferencia de nosotras una aparente conciencia, y digo aparente porque a las dos semanas conoció a una despistada estudiante de medicina neoyorquina que debía pensarse que Bolivia estaba al sur de Tijuana, se casó con ella, y a los seis meses ya estaba viviendo (aún no tengo claro de qué) en Staten Island (pidió una excedencia y se exilió de la tiza). A diferencia de él, ella si mantuvo su compromiso, renovado todos los veranos desde entonces. Pero ese detalle y acá, entre nos, no es suficiente para que yo me fíe de sus buenas causas.

-"Sabrás que los funcionarios de justicia están en huelga..." comienza a ilustrarme cuando por fin claudico y le cedo la palabra y mi escucha. Algo he leído en los periódicos, parece que se nos avecina una temporada agitada en lo que a reivindicaciones laborales se refiere, las que le están montando al innombrable entre otras, pero aún así reconozco mi ignorancia en lo que se refiere a causas y motivaciones y ella sin perder el tiempo me cuenta acerca de sus objetivos que debo decir me parecen justos y razonables, claro está que ella si se lo propusiera sería capaz de convencer hasta el más incrédulo y yo soy de las ingenuas. Parece ser, me indica, que han montado una suerte de bar o cafetería, "Café solidario" lo llaman (después de visitarlo añadiría el calificativo de hipercalórico) en el Palacio de Justicia, donde por 1'50 € tienes derecho a café y pincho de tortilla o bizcocho o tarta o lo que a una se le antoje, con la marca de casero y solidario y por supuesto ya ha decidido que a partir de ya mismo desayunaremos allí todos los días y hasta el fin de la huelga (el plural me incluye a mí entre otros despistados colegas).

A mí la palabra huelga siempre me ha sonado bastante lejana y debo confesar que yo sólo pisé las calles a modo de manifestación en un tiempo lejano y durante otra vida, las causas perdidas se me perdieron hace tiempo. Disculpen si no me alisto bajo ninguna bandera (al modo del uruguayo). Aún así fui y repetí y más que café solidario se ha convertido en punto de reunión de media función pública asturiana, desconozco si esta iniciativa se realiza en las otras comunidades autónomas donde también se está en pie de guerra. Volví a escuchar sus reivindicaciones, siguieron pareciéndome coherentes y justas y en boca de personas sin tanta capacidad de convicción como mi colega y sin embargo amiga, así que deben serlo efectivamente. Llevan más de 50 días de huelga y como dijo alguien eso es tener pelotas tratándose de gente con sueldos que oscilan entre los 900 y los 1.500 euros. No parece que de momento la historia tenga visos de solución y ciertamente lo siento por los sufridos usuarios entre los que por cierto yo me encuentro, pero no puedo negar mi comprensión y solidaridad hacia ellos. Suena a tópico y probablemente lo sea, como probablemente esté fuera de lugar mostrar mi apoyo a su causa desde aquí. En todo caso esto va por Santiago, colega, amigo y digno
funcionario en huelga.

Tristeza nao tem fin, felicidade sim





Hay quién me dice que es un auténtico sacrilegio, pero si hay un disco que me gusta del señor Veloso ése es Fina estampa. Llámenme *... lo que quieran. Me gusta escucharlo alejado de sus ritmos y cadencias habituales.

Por cierto, si no saben volar, pierden el tiempo, absurda asociación de ideas y recuerdos al ver(escuchar) a Darío Grandinetti.

lunes, marzo 24, 2008

I´ll give you shelter from the strom



No fue mi cumpleaños, no tenía nada que celebrar, no yo, no había buenas noticias, no brindábamos por el futuro o presente más inmediato, no invocábamos ni a la casualidad ni a la suerte... pero alguien me ofreció ayer un regalo envuelto en un papel de trasnochados motivos navideños rescatado del cajón de los objetos inservibles. Un disco, un vinilo para ser más exactos, Blood on the tracks... ¿alguna vez ha existido un disco más triste?.

Acabo de llegar a casa, chorreando agua por los cuatro costados tratando de recordar cómo funciona el viejo tocadiscos que desde hace cuatro años no uso y comienza a sonar Buckets of rain, no podría ser otra manera... Suena diferente a como yo la recordaba. Tiene un sonido más cálido, probablemente se deba al vinilo. Yo solía escuchar ese disco en uno de mis primeros walkman, en una cinta copiada a su vez de otra cinta también grabada. El sonido era de una ínfima calidad, pero a mí eso no me importaba. Tampoco percibía entonces, o al menos no de la manera en que hoy lo hago, la melancolía que destila el disco y esa canción en particular. La tristeza siempre ha estado infravalorada, y hoy que es un día triste por muchos motivos, tantos como hay para que no lo sea, se ha convertido en mi compañera de viaje.

Acerca de la verdad, acerca de la felicidad



Ahora que
no estoy contigo,
que no estaré
contigo nunca
más,
es bueno que
te diga varias cosas:
te engañé
un montón de veces
con algunos hombres
mucho más jóvenes
que tú
porque sabía que
eso era lo que más
te dolía,
y lo volvería a hacer
créeme
-te lo aseguro-
que fue uno de
los momentos
más felices de
mi vida.
Cuando esos hombres
me abrían la
puerta, y me
hacían pasar
a la habitación
y nos desvestíamos
con impaciencia.
Entonces me quitaba
la camiseta negra,
¡aquélla, sí!
y el sujetador.
Algunos me decían:
“espera, déjate un
instante las bragas
puestas”.
Y nos besábamos
con pasión,
era auténtica la
pasión.
Fuera
en el patio de
la casa
se oía a una mujer
batir los huevos cerca del
televisor.
Y volvíamos a besarnos
con ardor
aplastando
lo que quedaba
de nuestros cuerpos.
Algunos huesudos
cuerpos, otros
debilitados,
o rasurados
qué más da.
Y mientras tanto
pensaba cómo te
sentirías de haber
sabido
todo esto.
Pero siempre
he tenido buenas
coartadas
¿aún las recuerdas?
Nunca sospechaste
que todo
aquello era
mentira,
que lo que verdaderamente
hacía era
engañarte con
hombres mucho
más jóvenes
que tú.
Y esa
-te lo aseguro-
fue la época
más feliz de
mi vida.


Roxana Popelka

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