Pensaba quitarme la laca roja de las uñas esta mañana, la de las manos. Anoche cuando llegué a casa estaba demasiado cansada y con un buen montón de cosas por hacer que por supuesto no hice. Así que pensé que esta mañana, antes o después de la ducha o durante el desayuno, me pondría a la tarea. Pero me levanté tardísimo, 6:45 y antes de las 7:30 debía de estar en la oficina (aún me pregunto para qué). Ayer me costó horrores dormirme y esta mañana las ojeras pisan el suelo. No tuve sueños por tercera noche consecutiva, o al menos no los recuerdo, no me dio tiempo, creo que acababa de dormirme cuando sonó el despertador y afuera seguía lloviendo. Me hubiera gustado.
Mis manos destacan sobre el teclado. Es extraño, no las reconozco. Nunca antes me había pintado las uñas de rojo, al menos no lo recuerdo. Y me gustan, parecen otras, que pertenecen a otra persona, que no son mías; como si me hubiese disfrazado en parte o no fuera yo o al menos una parte de mí fuera otra. Y eso es bueno, creo. Quiero empezar a hacer las cosas que siempre descarto por miedo, por timidez, por desconfianza. He empezado por algo tan absurdo como pintarme las uñas... pero esto ha sido sólo el comienzo de lo que voy a hacer esta semana. No sé qué va a pasar, sólo que quiero que pasen cosas y mis uñas pintadas de rojo estarán ahí para verlo.
¿Nadie te ha dicho que pintarse las uñas de rojo da mil años de valentía, 500 años de buena suerte y una buena dosis de seguridad en ti misma?..¿no lo has oído?.. anda!!. ni yoo!!!!... Pero seguro que es así.. Eso sí no dejes que se te estropeen (las uñas rojas estropeadas te quitan todo lo anterior).. jajaja Un beso ;)
Y es que soy muy mía y a la vez muy del cosmos, muy de las tinajas y de los moldes de galleta, de las vainas y los pomos cromados, de la cola y el carril más lento, de embalsamadores y taxidermistas, del rincón del aburrido; soy muy de los desprendidos de la crítica, fiestas provocadas y tijeretazo en casa, del orden cosas y cosas por vicio. Soy muy de todo esto y de aún más cosas. Sólo espero que alguien me reclame... sería muy violento tener que hacerlo yo misma...
Deja tus paranoias o tus deseos, gritos al aire, diarios, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, tu mensaje, tus besos, saludos o consejo, bromas o entusiasmo, reminiscencias o cañones recortados, y ya descubriremos si tenemos algo de lo que hablar...
Ser ese pincel aguado por la lluvia que esboza en cada bocanada una bahía, dos volcanes y diez maneras de decir lo que deseas. Una bandada de gaviotas. La ginebra. Las noches sin futuro. Una colección de lunas llenas. Las verbenas de barrio. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Arrastrando la cobija. Tristezas a la carta por alegrías. Billie Holliday rasgando la noche. Una visita imprevista y deslenguada. Los calvos que se quitan el sombrero. Las noches "nuremberianas" al calor del Eulenspiegel repletas de ron, humo y conversaciones. Aquella voz, aquel acento."Mis" poetas: Á. González, Huidobro o Cernuda. La lluvia que parió charcos y barro. Viajar en tranvía. Volar cometas. Un par de botas sucias. El canto del urogallo. Alain Delon en "Rocco y sus hermanos". Caminar sobre hojas secas. Las tímidas que salen respondonas. Aviones que despegan. Las rosas amarillas, los lirios, las violetas. Las raras excepciones. ARJONA (con mayúsculas). Medianoche en una estación de tren. La honestidad brutal de Calamaro. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Aquella buhardilla en la Peissenbergstr. Silvana Mangano en "Arroz amargo". Pisar charcos. El 14 (y la lluvia) de abril. Mi chupa de cuero. La Coca-Cola (nadie es perfecto). Besos con risas. Silvio y Ojalá como coartada. Lengua con besos. El castellano de Umbral. Esencia de playa y sal de un lugar donde habitaban las gaviotas. Pisar charcos. Un vestido y un amor. Salitre 48. EL hombre del piano. Luka, el niño del 2º piso. Compay y Celia, el son y la salsa de luto. La primera mirada por la ventana al despertarse. Las noches que sonríen en forma de luna. Estoy Bartok de todo. El olor a tiempo desgastado. Simon & Garfunkel. Waits & Cohen. Los trenes que viajan hacia el este. Rosas a Rosalía. En Lisboa, sobre lo mar. El cambio de estaciones. Dylan y su hijo Jakob. Un amanecer en la playa del Silencio. El piano ha estado bebiendo. Puentes que se cruzan en ambos sentidos. El Urriellu. Una Delirium Tremens. Las carreteras secundarias. Un otoño de párpados caídos. Los domingos al sol en el Englischer Garten. Camarón sin camisa. Frambuesas en la tarta. Las sesiones de madrugada. Las montañas mágicas de esta tierra que plantó mi corazón recibiendo el regalo de la lluvia. Chavela por Jose Alfredo. Los labios que aprovechan los rincones más olvidados, más olvidables. Veloso y su fina estampa. El miedo, el futuro incierto, el camino, la búsqueda. Je vous ai apporté des bonbons parce que les fleurs c'est périssable. Los que pudieron ser y no han querido... Dream, baby dream.
3 perdidos en el laberinto:
Feliz vuelta a lo cotidiano.
Huntter.
Una verdad muy tonta. Para cambiar tu vida tienes que cambiar tu vida. Y pintarse las uñas es un buen comienzo.
¿Nadie te ha dicho que pintarse las uñas de rojo da mil años de valentía, 500 años de buena suerte y una buena dosis de seguridad en ti misma?..¿no lo has oído?.. anda!!. ni yoo!!!!...
Pero seguro que es así..
Eso sí no dejes que se te estropeen (las uñas rojas estropeadas te quitan todo lo anterior).. jajaja
Un beso ;)
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