De veras que no es tontería, será lo poco que he dormido que me nubla la conciencia, o lo de ir con las uñas pintadas de rojo, o el haber llegado a un punto de no retorno del que ya no es posible retroceder; o tal vez sea el cansancio y las dudas, las ganas o los sueños, esos deseos que nunca van a tornarse en realidad, pero que no dejo pese a todo de invocar... que hoy me da por vestirme de superheroína, con capa y botas, que para eso llueve, o lo hacía hasta hace un rato, que ahora luce el sol con una intensidad que nos ha hecho correr las cortinas.
Me siento bien, como si tuviera motivos que festejar y fuera a soplar unas velas y a abrir regalos, aunque nunca me hayan gustado los cumpleaños, no tanto los ajenos como los propios, y como siempre en estas situaciones, tiendo a la inconsciencia y entierro a la chica tímida, solitaria y asocial, entierro al disfraz bajo otro disfraz; el gris bajo el morado; los vaqueros bajo la capa y las botas. Por una vez quiero ser yo la que se seque las lágrimas, la que sea capaz de acercarse al sol sin que se me derritan las alas, de decir lo que siento y no sólo lo que pienso, que esto último debería aprender a callarlo o en todo caso a medirlo; que como dijo el poeta, si quiero saber de amor, deberé cuidar las cosas que te digo y no meditar el cuerpo que te ofrezco.
Así que hoy, tal vez mañana, espero que hasta el lunes; ondearé mi capa al viento. Y seré aquí y ahora todo lo que siempre he querido ser y no supe, y diré todo lo que siempre quise decir y no pude, aunque los vientos no sean favorables y no arribe a ningún puerto, porque nunca fue tan cierto lo que escribió Kavafis, que Itaca ha sido y será el camino. Aunque mi meta sea tu cuerpo y las superheroínas no olviden.
Que ya se sabe que es lo que tienen, que las dibujaron así, you know. Y son fuertes y tenaces y si sufren nadie sabe y los dolores no duelen y las dudas siempre son certezas, y a nada tienen miedo; que para eso son las protagonistas de su propia película, digo vida; y nunca se despeinan aunque salten de tejado en tejado y los malos siempre se rinden a su paso, aunque alguno que otro se resista, pero sólo un poco, de lo contrario sería muy aburrido. Y no olvidan que nunca los otoños son iguales, y que este jueves habrá luna nueva, que yo no sé si la luna en ese estado es promesa de algo, pero de seguro es que ellas lo saben porque no sufren de insomnios, desvelos y duermevelas, y conocen la forma de hacer el amor entre cenizas y sobrevivir a todos los naufragios.
Las superheroínas también sufren, ¿o es que conoces a alguna que no tenga corazón? Va siendo hora de que cortes esas cuerdas que te oprimen, y respires a pleno pulmón.
P.D.- Todos los caminos llevan a Roma, y he tenido que coger este porque habías cortado el otro. Espero no molestarte. Si lo he hecho me das un corte y ya está.
Y es que soy muy mía y a la vez muy del cosmos, muy de las tinajas y de los moldes de galleta, de las vainas y los pomos cromados, de la cola y el carril más lento, de embalsamadores y taxidermistas, del rincón del aburrido; soy muy de los desprendidos de la crítica, fiestas provocadas y tijeretazo en casa, del orden cosas y cosas por vicio. Soy muy de todo esto y de aún más cosas. Sólo espero que alguien me reclame... sería muy violento tener que hacerlo yo misma...
Deja tus paranoias o tus deseos, gritos al aire, diarios, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, tu mensaje, tus besos, saludos o consejo, bromas o entusiasmo, reminiscencias o cañones recortados, y ya descubriremos si tenemos algo de lo que hablar...
Ser ese pincel aguado por la lluvia que esboza en cada bocanada una bahía, dos volcanes y diez maneras de decir lo que deseas. Una bandada de gaviotas. La ginebra. Las noches sin futuro. Una colección de lunas llenas. Las verbenas de barrio. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Arrastrando la cobija. Tristezas a la carta por alegrías. Billie Holliday rasgando la noche. Una visita imprevista y deslenguada. Los calvos que se quitan el sombrero. Las noches "nuremberianas" al calor del Eulenspiegel repletas de ron, humo y conversaciones. Aquella voz, aquel acento."Mis" poetas: Á. González, Huidobro o Cernuda. La lluvia que parió charcos y barro. Viajar en tranvía. Volar cometas. Un par de botas sucias. El canto del urogallo. Alain Delon en "Rocco y sus hermanos". Caminar sobre hojas secas. Las tímidas que salen respondonas. Aviones que despegan. Las rosas amarillas, los lirios, las violetas. Las raras excepciones. ARJONA (con mayúsculas). Medianoche en una estación de tren. La honestidad brutal de Calamaro. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Aquella buhardilla en la Peissenbergstr. Silvana Mangano en "Arroz amargo". Pisar charcos. El 14 (y la lluvia) de abril. Mi chupa de cuero. La Coca-Cola (nadie es perfecto). Besos con risas. Silvio y Ojalá como coartada. Lengua con besos. El castellano de Umbral. Esencia de playa y sal de un lugar donde habitaban las gaviotas. Pisar charcos. Un vestido y un amor. Salitre 48. EL hombre del piano. Luka, el niño del 2º piso. Compay y Celia, el son y la salsa de luto. La primera mirada por la ventana al despertarse. Las noches que sonríen en forma de luna. Estoy Bartok de todo. El olor a tiempo desgastado. Simon & Garfunkel. Waits & Cohen. Los trenes que viajan hacia el este. Rosas a Rosalía. En Lisboa, sobre lo mar. El cambio de estaciones. Dylan y su hijo Jakob. Un amanecer en la playa del Silencio. El piano ha estado bebiendo. Puentes que se cruzan en ambos sentidos. El Urriellu. Una Delirium Tremens. Las carreteras secundarias. Un otoño de párpados caídos. Los domingos al sol en el Englischer Garten. Camarón sin camisa. Frambuesas en la tarta. Las sesiones de madrugada. Las montañas mágicas de esta tierra que plantó mi corazón recibiendo el regalo de la lluvia. Chavela por Jose Alfredo. Los labios que aprovechan los rincones más olvidados, más olvidables. Veloso y su fina estampa. El miedo, el futuro incierto, el camino, la búsqueda. Je vous ai apporté des bonbons parce que les fleurs c'est périssable. Los que pudieron ser y no han querido... Dream, baby dream.
2 perdidos en el laberinto:
Así te quiero ver, leer. Pero el puedo con todo no dura siempre. Me acabo de encontrar con la censura en tu blog. ¿Un paso atrás? Vuelve.
Las superheroínas también sufren, ¿o es que conoces a alguna que no tenga corazón?
Va siendo hora de que cortes esas cuerdas que te oprimen, y respires a pleno pulmón.
P.D.- Todos los caminos llevan a Roma, y he tenido que coger este porque habías cortado el otro. Espero no molestarte. Si lo he hecho me das un corte y ya está.
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