De regreso a mi vida
Él no lo sabe aún, pero le debo algo. Agradecimientos varios, ciertamente imprecisos, que ni siquiera se imagina y probablemente nunca llegue a conocer. Es curioso como la gente irrumpe en tu vida sin proponérte(se)lo, o sí, y no es que vuelva ésta del revés, o la cambie o pinte de otro color, para eso están otros, sino que la devuelve a la normalidad, y a veces ése puede ser suficiente motivo para tener que dar las gracias.
3 perdidos en el laberinto:
No tienes nada que agradecerme, mujer. :D
Tan cierto es que no tengo nada que agradecerle que va a tener que seguir buscando agradecimientos sin apropiarse de los que le resultan ajenos.
precioso :) y es tan bonito dar las gracias a veces...
¡un saludo, te sigo!
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