[No sé si les pasa a ellos. Supongo. No somos tan diferentes aunque Venus y Marte no compartan la misma órbita. Quizás es que no lo cuentan, o si lo hacen, hablan de otras cosas. Pero a nosotras nos pasa, mucho, demasiado; y no se cura con los años.
Sal vuelve a decirme que todos los hombres son iguales. Yo vuelvo a corregirle. No, no todos son iguales. Son iguales todos los hombres de los que tú te cuelgas. Viendo señales donde sólo hay humo; construyéndote una realidad alternativa donde los quizás son sí rotundos y las dudas pasan por certezas; donde lo temporal se traviste de eternidad. Y si él dice que sólo sois amigos, tú lo aceptas porque crees firmemente que eso es sólo una fase, la inicial. Si hay otras con quien compartir los ratos que no pasa contigo, tú te eriges en la primera de la lista a años luz de las demás y crees firmemente que serás la primera (y única) en llegar a la meta. Comienzas a creer que le quieres porque ya le cambiarás].
P.D. Gloria Grahame y Glenn Ford en "Human desire".
2 perdidos en el laberinto:
Exactamente igual, cada vez más conforme avanzamos en paralelo. Los de Marte lo llevamos peor, porque en este teatrillo casi siempre teniamos el otro papel.
Creo que el gran problema del hombre actual, y por ende, de las mujeres que tenemos que relacionarnos con vosotros, es que las reglas del juego están cambiando de forma unilateral (desde el lado femenino) y muchos no saben, no pueden o no quieren aceptar/entender las nuevas reglas de juego. Y curiosamente son las mismas con las que jugabais vosotros.
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