jueves, mayo 12, 2011

Juro que lo intento, pero a veces la realidad me puede



Últimamente estoy en pleno proceso de rehabilitación social. Es decir, me relaciono más; trato de sonreír, de resultar afable, amable, alegre, agradable... y eso sólo comenzando por la "a". Incluso me he sentido tentada de contar algún chiste, pero la tentación como vino se fue. Afortunadamente mi memoria es de pez y los chistes nunca se quedan en mi cabeza.

He decidido sacar a pasear mis mejores maneras, que educada y respetuosa una siempre ha sido, aunque no siempre me haya sabido manejar en las distancias cortas y mi empatía cero (y descendiendo) siempre me  haya vencido. Bien es cierto que también soy soberbia, pretenciosa e impaciente. Que si me aburro me levanto y me voy sin dar explicaciones, o peor aún, dándolas. Que si considero que no tengo nada que decir me callo. Que si alguien no me gusta no voy a fingir, ni esforzarme, ni buscar su lado bueno... que algunos dicen que todos lo tenemos.

Y sí, el mundo me sigue pareciendo feo, y la inmensa mayoría de las personas ni les cuento. Y no, no es la primavera, ni el buen tiempo (que hoy hace frío y medio llueve), ni siquiera la luz que de un tiempo ilumina a intervalos mi vida. Pero estoy tratando de... bueno, no sé, de demostrar interés en una conversación que no me interesa. De demostrar interés en las preguntas que alguien me hace y cuyas respuestas probablemente no le interesan. En ceder el paso y colocarme dos pasos por detrás aunque mi verdadero interés sea llegar antes y a ser posible en primer lugar. En descubrir cosas que no me interesan con el riesgo de acabar descubriendo que ciertamente pueden llegar a interesarme.

Tal vez se trate simplemente de tratar de ampliar horizontes, porque han dicho de mí que soy muy bien... y la guiri aquella en cambio muy mal. Y tal vez eso quiera decir que progreso adecuadamente, aunque cuando apoyo la cabeza en la almohada resulto estar agotada.

3 perdidos en el laberinto:

flower dijo...

Yo soy una mujer visceral y apasionada, así que si estoy bien, se me nota, y si estoy mal, se me nota mucho más.
Como un cristal transparente, así voy por la vida, y claro, esto conlleva darse buenas bofetadas y también grandes alegrías.
He intentado mil veces moderarme, pero al final sale la Flower que soy.
Y quien me quiere, porque me he dado cuenta de que hay gente que me quiere, me quiere tal cual soy. Y eso me basta.

Un beso tal cual,

PD: Yo siento sintonía contigo.

VictoriaG dijo...

Hola, Dae.

Te leo desde hace tiempo, aunque nunca te haya comentado nada, pero en muchas ocasiones te siento muy cercana a mí (no sé si será mi condición funcionarial, como la tuya, o esos problemillas a veces para tratar con el mundo)... Y sólo he de decirte que me alegro de que hayas vuelto a escribir tras estos días de ausencias, y de que creo que haces bien prefiriendo "vivir" la vida a contarla. Me gustan las fotografías con las que ilustras tus impresiones, me has descubierto alguna canción que nunca había escuchado y que ha pasado a integrar mi lista de canciones favoritas, y alguna vez me has brindado alguna que otra sonrisa o algún pedacito de nostalgia. Y sólo quería agradecértelo, no vaya a ser que un buen día decidas despedirte de tus lectores y no tenga ya la ocasión. Besos desde Caesaraugusta.

La Ardilla Voladora dijo...

Yo también conozco la sensación esa de la que hablas, y ¿sabes que es lo peor?, intentar interesarte por cosas que no te interesan y acabar descubriendo que estabas en lo cierto y realmente son una mierda :p.

En fin, ya vendrán días mejores... o eso dicen. Un beso.

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