miércoles, diciembre 29, 2010

Tratando de usar lo que nunca he aprendido



Me decía hace un rato, que ya saben que una se habla de vez en cuando a sí misma, que este fin de año nada de propósitos de año nuevo y enmienda, ni repaso al año saliente. Como si todos los años los hiciera y fueran norma y santo y seña. Que en realidad nunca lo hago, que las últimas noches de año llegan y se van por donde han venido, que ni siquiera me molesto en seguir el ritmo de las campanadas a base de uvas, y mi "feliz año nuevo" suele quedarse en un "igualmente", o si hay cercanía o cariño, en "lo mismo te deseo".

Se me olvida que el año se va, que el 2011 comenzará en un aeropuerto entre despedidas y que mañana es 30 de diciembre, el día en el que año tras año celebro mi particular solsticio. Y ni modo, no me queda otra que hacerlo contigo y festejar mi olvido.




P.D. Ava Gardner

4 perdidos en el laberinto:

Anónimo dijo...

La mera neta..., ¿a poco? A poco qué sí... :)

Pues yo sólo puedo decirte al leer esta entrada que, ídem de ídem...
Te envío, sin embargo, unos rayitos lindoooos de sol mexicano para que te calienten en tu particular solsticio, Daedd.

La foto encantadora, a veces imito a la señora, pero me quedo en una burda e irrisoría sombra de la gran y única Ava L. Gardner.

Saluditos desde Zapopan, Guadalajara, Jalisco, México, Norte América, Mundo, Universo y que me sé yo que otros lugares más,

Antoñito dijo...

ein???...
...
Barra usted bien debajo de las camas o mire en todos los cajones... el prospecto tiene que estar por algún sitio, no fastidie!.

Lázarus dijo...

La maldita tradición de las uvas solo tiene un elemento positivo, le permiten a uno la posibilidad de ahogarse y fingir un accidente.

Desde mi realidad dijo...

A veces es mejor no echar cuentas. A mí me va mejor desde que evito hacerlo...

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