viernes, noviembre 12, 2010

De cien manos tendidas, cómo saber cuál es la que me lleva a ti...





Tomaba un café hace unos días, la semana pasada, creo, con un amigo; aunque no sé por qué digo café si en realidad yo nunca tomo café, no me gusta, y no recuerdo si él efectivamente lo hizo... creo que sí, pero vamos, poco importa. Lo cierto es que la conversación iniciada entonces siguió días más tarde en un breve y raudo intercambio de correos al filo del anochecer. Bueno, que estábamos dilucidando una cena con el si tú vas yo voy, si tú no vas yo tampoco voy, etc, etc... Sonaba "Racing in the street" (la versión de "The Promise")... entre otras cosas, y yo, en fin, tampoco importa, no sé por qué me entra ese furor por tener que contarlo todo. Y en definitiva, que acabamos o más bien acabé por retomar la conversación mantenida días atrás.

Hablábamos, hablé, cómo no podía ser de otra forma, de relaciones, o de la ausencia de ellas, o de la búsqueda. De que yo no he sido nunca una chica 2.0, de ésas que se recorren media España para quedar con un tipo con el que lleva 'chateando' dos meses y al que no ha visto nunca, entre las cuatro paredes de una habitación de hotel. Algo que sin duda me parece estupendo, y más habitual, de eso me estoy dando cuenta últimamente, de lo que parece. Aunque no pueda evitar pensar que la gente es muy osada o muy inconsciente o muy ingenua o no sé, y que yo no soy nada de eso o puede que todo lo contrario. Y que tampoco entiendo por qué si normalmente no suele haber pudor alguno en reconocer que has ligado con tal o cuál muchacho que conociste en la cola del cine o en la barra del último bar, se guarde en secreto bajo sumario que te subiste a un tren a seis horas de distancia para quedar con alguien y ponerle cara por primera vez a unas letras. No juzgo, no critico, sólo opino, a lo mejor yo también lo guardaría como el mayor de mis secretos, no sé, quién sabe. Me sorprende, en todo caso...

Y me sorprende él, que me dice que también se ha subido al carro de las nuevas tecnologías como medio no sólo de comunicación, sino de ligue. Y no puedo evitar preguntar asombrada que si es cierto, que si se liga de verdad de la buena. A preguntar cómo era eso del ciber-sexo, pues como que no, básicamente porque me parecen dos palabras tan incompatibles y contradictorias y excluyentes entre sí, que descarto el tan sólo imaginar cómo tiene que ser eso. Pero lo otro sí me interesa, porque últimamente me estoy planteando más que seriamente la virtualidad como vaso comunicante. Y tiene gracia que esa incierta decisión me llegue ahora, recién salida de mi letargo existencial y cuando más he socializado y comunicado e interactuado, que es verdad que es la falta de amor la que llena los bares, o tal vez por eso, porque en estos últimos meses he conocido y presuntamente ligado con más personas que en el último año y les aseguro que nunca me he sentido tan sola como ahora, rodeada de gente.

Y hablo del blog, que a lo mejor podría ser un medio, ¿no? Que ahí aparece mi dirección y hasta mis fotos y mis miserias, que dejad que se acerquen a mí. Pero no, llegamos a la conclusión de que este medio no es el medio adecuado. Y él opina que quizás debería abrir uno alternativo, tal vez más anónimo, más cerrado a las tristezas y a mis verdades y anhelos y sueños truncados y todo eso de lo que éste se alimente. Con otro tipo de historias, más insinuantes o pícaras o no recuerdo exactamente el adjetivo que utiliza, que de seguro entonces despierto las curiosidades masculinas ajenas, dice. Y yo pienso, qué poco me conoce, que no sólo es que no tenga talento alguno para el relato semierótico o insinuante o con doble vertiente o cómo se le quiera llamar, es que tampoco tengo ningún interés en algo así, pero ninguno, de verdad de la buena. ¿Que acaso no me quejaba yo hace días de que de pronto y sin venir a cuento y sin yo pretenderlo ni buscarlo, en cierta parte masculina de mi entorno se ha instalado la primavera? Y ya conté aquí que no es que me molestara, ni me ofendiera, que en todo caso me desconcertaba y para nada halagaba, aunque pocos lo entiendan. Y él parece no entender entonces de qué me quejo, si ya tengo eso, hombres dispuestos a ofrecerme sexo a cambio de un rato de compañía, conversación y tal vez una cena sentados entre cojines viendo "Carta a tres esposas". Cómo si no hubiera más que eso, o yo no tuviera derecho a aspirar a otra cosa, a algo que parece sólo existe en mi imaginación, en mi universo paralelo, porque entonces me pregunta qué es lo que tú quieres entonces, como sin comprender que alguien rechace eso o no lo valore o lo aprecie. Y no sé qué contestar, no sé cómo explicar, me resulta tan obvio... que me tomen en serio digo, y nada más pronunciarlo me doy cuenta de lo raro, de lo mal que ha sonado.



Y de repente se me ha ocurrido algo, una estupidez, un desvarío de los míos, al margen del blog, de las barras de los bares, de las redes sociales y el Meetic. Que ya hablé alguna vez del atractivo, de la fascinación que siento por las bibliotecas, por los anaqueles llenos de libros, por la H de Hornby, la A de Auster, la M de Marías y McCarthy, la R de Roth. Elegir una letra, elegir un día, elegir una hora, y bienvenidos al bookcrossing humano tirando del hilo de Ariadne...







P.D. Louise Brooks

12 perdidos en el laberinto:

marikosan dijo...

Yo no soy muy dada a eso de conocer a tipos con los que llevas chateando dos meses, pero he quedado con gente. De hecho a mi marido lo saqué de un chat, todavía me cuesta creerlo, pero claro, hace 9 años que nos conocimos y era muy novedoso, asi que nunca dijimos nada. Eso si, cautelosa yo, cuando vino le lleve a sitios de confianza donde me conocían, y no me quedé ni un minuto a solas con él. Tardamos un par de meses en tener una relación. Como te digo eran otros tiempos, ahora está todo mucho más normalizado, hace un par de años, volví a quedar con otra persona, y me llevé a dos amigas de carabinas, por si las moscas, afortunadamente era una persona fantástica. Alguien me dijo una vez que no había nada de malo en utilizar este medio para conocer gente, en los bares de noches nunca te oyes, replicaba, y quizá tiene razón, pero y ¿la magia de bailar mirando a la persona que te llama la atención?, por poner un ejemplo.

Lady Tea dijo...

No importa cuál sea el medio por el que conoces a la gente, lo importante es seguir conociendo.. Sólo varían los primeros 'holas' que no son en un pub, o en la ofi, o en la calle..
El problema es cuando no se trasciende la pantalla.
En mi defensa diré que yo nunca me he recorrido media españa que como máximo fueron 400 kms.. jajajjajaja
y he ido en avión, en tren, en coche. Así que me faltan en barco!!.
Besos Daed!!

silvo dijo...

Lo importante es que la gente que conoces merezca la pena conocerlña, lo malo de lo virtual es que hay muchas posibilidades de no encontarse con lo esperado, quizás más que en la zona por la que salimos al cine, cafetería etc..., buena fin de semana

Elena dijo...

Es difícil ser en un mundo en el que la mayoría sólo existe

k dijo...

Buscar es el problema.

Fiebre dijo...

Yo sí lo he hecho. Hacerme una pechá de kilómetros solamente para conocer a alguien que vislumbré en Internet.

Y la vida me trajo - afortunado día- a Tordon, Luis, Pele-on, Soli, Conguito (a Luna y Jose no los cuento que esos eran ya casi comno de la familia).

Hubo una tal Dae que desapareció.

He de confesar que me escapé en solitario a ver a alguien, sin más ánimo que alegrarme sobremanera de compartir sonrisas y ojos.
Y guardo de él el mejor recuerdo.

Y también te digo que si tú eres comno yo - absolutamente nada pacata- y el ciber sexo te parece algo absurdo, no lo hagas.

Prefiero que me esposen al tronco de un árbol y me mancillen, que tener un aséptico encuentro absurdo sexual-telemático.

Lo que te dice tu amigo de un blog alternativo lo llevo masticando tiempo, pero no para ligar ni "ampliar horizontes" si no para sacar mi "lado castaño".

Un beso niña. Me lo haces pasar de dulce, aunque me prodigue poco. Esto es aplicable también a Hécuba y Nebroa.

Desde mi realidad dijo...

A mí no me convence internet para estas cosas... Supongo que es un medio como cualquier otro y que psicópatas lo hay por todas partes. Pero quñe quieres que te diga, no lo acabo de ver claro... Mejor la idea de la biblioteca, mucho más cool ;)

Nebroa dijo...

Kilómetros? Millas me he recorrido yo! Anda que iban a entorpecerme a mí ochocientas carreteras si en el otro lado del mundo me tiran de una cuerda.
Qué pocas barreras me quedan y qué libres son ahora mis sendas ;)

meloenvuelvepararegalo dijo...

Siempre me quedo flaseada con tus títulos... enfins.
Ser seducida, o seducir a alguien a través de internet resulta fácil, si se utilizan bien las palabras; que luego trascienda es lo complicado y para ello necesitas algo más. Invertir km en ello, por qué no; pero el tiempo que tardas, lo puedes aprovechar en conocer a alguien que tienes aquí a tu lado, no crees?

Lo de otro blog alternativo, creo que tienes madera.
Un saludo,

James Heaton dijo...

Llámame enclenque, pero yo estoy resultando ser un tipo de pocas aventuras, ya no solo en técnicas 2.0, también en los procedimientos más tradicionales. Una amiga del instituto eligió a otro cuando había calado ya mucho y, bueno, me costó digerirlo y tardé muuucho tiempo en pasar página. Me quedé ahí, como esperándola mientras me recreaba en los discos de Roy Orbison, el único que parecía comprender lo que ocurría. Bueno, él y García Márquez, que parecía estar hablando de mí en algunos pasajes de “El amor en los tiempos del cólera”. Pero el tiempo, la familia y la dedicación al trabajo pudieron con casi todo y con los años he visto pasar nuevas oportunidades, aunque por a o por b no haya querido o sabido aprovecharlas.

Y ahora que miro de frente a las nuevas tecnologías (soy de los que siguen comprando vinilo, no hace falta decir mucho más) también me planteo avenencias online… pero siento que no es ese mi espacio. Que el mundo gira demasiado deprisa.

En fin, perdona mi frivolidad.

Nicole dijo...

¡Escribe algo ya, por favor!
No puedo concebir un fin de semana enterito en casa, sin alguna de tus entradas...

Anónimo dijo...

Daedd, me alegro que saques este tema.

Y por mucho que Internet sea "otro medio más" para conocer a personas del sexo opuesto, para mí no hay nada cómo el contacto espontáneo de un encuentro real y no virtual. Un encuentro u encuentros reales que se dan directamente en la vida diaria y no en el cyber-espacio.

Llámame antiquada, de la antigua escuela, o lo que quieras, pero yo a lo de ligar por Internet lo encuentro lamentable y triste.

En fin, ¿qué te puedo decir yo que ya varios han INTENTADO de manera descarada y nada sutil conquistado desde que tengo mi blog...? Y el problema es que algunos por aquí siguen pululando, menos mal que al haberles dado "calabazas" virtuales han parado de comentarme (de repente), pero eso sí, siguen entrando a diario a ver qué coño publico (con perdón por la expresión), y muchas veces entran hasta 6 y 7 veces...

Ya sabes lo que pienso respecto a todo esto...

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