[Y llueve. Y tengo cervezas en la nevera, y nunca bebo a solas.
Y ayer se me olvidó
que no se debe abrazar una almohada sin haberse quitado antes el rímmel...]
Lo bueno, si breve, dos veces bueno... que siempre me ha parecido una completa gilipollez, aunque en este caso, bueno, no sé, no sé si es bueno, malo o me resulta indiferente.
Definitivamente, la estupidez y la maldad se han adueñado del blog en los últimos comments. Quiero constar aquí que desde ya me pongo a las órdenes de mi admirada Daeddalus para lo que mande. ¡José Antonio! ¡Presente!
Parece que por mucho lastre que sueltes, el ancla insiste en no subir y cumplir con su inicial función. Si es que hay algunos utensilios que nunca se sabe el cómo y el porqué funcionan, leñe!
Asisto últimamente a este ir y venir de luchas de indiferencia con sumo regocijo.
Lo único que me apetece ahora es atiborrarme de sugus de cereza, si hasta para eso sufro regresiones la infancia/adolescencia. Debería irme a cualquier barra de bar, con el pack completo, hasta la próxima.
Yo ayer me emborraché con Piluka en el Rincón de la Victoria. Y puedo decir que está bastante dolida. Acabamos en un tasis magreándonos y en un momento dado le dije: “Me pusistes a cien con tu fiebre”. Y se la clavé (el termómetro), con consentimiento. El mío. Mucho ánimo, Daess.
Estoy un poco descolocada... no hubo concierto, vale, lo apunto, igual en mi memoria accesoria, mi mano derecha. Me gusta beber sola, me gusta beber, me encanta estar borracha, hoy me voy a emborrachar. Lo bueno es que no uso rímmel.
Y es que soy muy mía y a la vez muy del cosmos, muy de las tinajas y de los moldes de galleta, de las vainas y los pomos cromados, de la cola y el carril más lento, de embalsamadores y taxidermistas, del rincón del aburrido; soy muy de los desprendidos de la crítica, fiestas provocadas y tijeretazo en casa, del orden cosas y cosas por vicio. Soy muy de todo esto y de aún más cosas. Sólo espero que alguien me reclame... sería muy violento tener que hacerlo yo misma...
Deja tus paranoias o tus deseos, gritos al aire, diarios, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, tu mensaje, tus besos, saludos o consejo, bromas o entusiasmo, reminiscencias o cañones recortados, y ya descubriremos si tenemos algo de lo que hablar...
Ser ese pincel aguado por la lluvia que esboza en cada bocanada una bahía, dos volcanes y diez maneras de decir lo que deseas. Una bandada de gaviotas. La ginebra. Las noches sin futuro. Una colección de lunas llenas. Las verbenas de barrio. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Arrastrando la cobija. Tristezas a la carta por alegrías. Billie Holliday rasgando la noche. Una visita imprevista y deslenguada. Los calvos que se quitan el sombrero. Las noches "nuremberianas" al calor del Eulenspiegel repletas de ron, humo y conversaciones. Aquella voz, aquel acento."Mis" poetas: Á. González, Huidobro o Cernuda. La lluvia que parió charcos y barro. Viajar en tranvía. Volar cometas. Un par de botas sucias. El canto del urogallo. Alain Delon en "Rocco y sus hermanos". Caminar sobre hojas secas. Las tímidas que salen respondonas. Aviones que despegan. Las rosas amarillas, los lirios, las violetas. Las raras excepciones. ARJONA (con mayúsculas). Medianoche en una estación de tren. La honestidad brutal de Calamaro. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Aquella buhardilla en la Peissenbergstr. Silvana Mangano en "Arroz amargo". Pisar charcos. El 14 (y la lluvia) de abril. Mi chupa de cuero. La Coca-Cola (nadie es perfecto). Besos con risas. Silvio y Ojalá como coartada. Lengua con besos. El castellano de Umbral. Esencia de playa y sal de un lugar donde habitaban las gaviotas. Pisar charcos. Un vestido y un amor. Salitre 48. EL hombre del piano. Luka, el niño del 2º piso. Compay y Celia, el son y la salsa de luto. La primera mirada por la ventana al despertarse. Las noches que sonríen en forma de luna. Estoy Bartok de todo. El olor a tiempo desgastado. Simon & Garfunkel. Waits & Cohen. Los trenes que viajan hacia el este. Rosas a Rosalía. En Lisboa, sobre lo mar. El cambio de estaciones. Dylan y su hijo Jakob. Un amanecer en la playa del Silencio. El piano ha estado bebiendo. Puentes que se cruzan en ambos sentidos. El Urriellu. Una Delirium Tremens. Las carreteras secundarias. Un otoño de párpados caídos. Los domingos al sol en el Englischer Garten. Camarón sin camisa. Frambuesas en la tarta. Las sesiones de madrugada. Las montañas mágicas de esta tierra que plantó mi corazón recibiendo el regalo de la lluvia. Chavela por Jose Alfredo. Los labios que aprovechan los rincones más olvidados, más olvidables. Veloso y su fina estampa. El miedo, el futuro incierto, el camino, la búsqueda. Je vous ai apporté des bonbons parce que les fleurs c'est périssable. Los que pudieron ser y no han querido... Dream, baby dream.
21 perdidos en el laberinto:
Pues un saludete.Nada mas que comentar.:)
Vaya, hoy has sido muy breve. ;)
Lo bueno, si breve, dos veces bueno... que siempre me ha parecido una completa gilipollez, aunque en este caso, bueno, no sé, no sé si es bueno, malo o me resulta indiferente.
¿Al final te decidiste a acercarte al "famoso" concierto gratuito en la plaza de la catedral?
No... aunque probablemente hubiese sido lo mejor que podría haber hecho ayer...
A mi al igual que a ti siempre se me olvida quitarme el rimmel antes de acostarme... y mira que me ducho ehhh... Besis
La vaina es que es 'waterproof'... aunque acabe corriéndose igual... como tiene que ser.
Recomienda Gracian siguiendo a los sofistas, seamos escépticos, no suspicaces.
Me ha sorprendido la paupérrima entrada de hoy. Da la impresión de una importante suelta de lastre.
Sus fans esperábamos algo más
Hiena, no ofende quien quiere. Te falta estilo hasta para insultar.
Hiena, que fueras amamantad@ por tu abuelo no justifica lo rijoso de tu prosa. Compórtate.
Ah, ¿pero tengo fans? Eso si que es bueno... lo que yo quiero es tener otra cosa...
Definitivamente, la estupidez y la maldad se han adueñado del blog en los últimos comments. Quiero constar aquí que desde ya me pongo a las órdenes de mi admirada Daeddalus para lo que mande. ¡José Antonio! ¡Presente!
¿Y se ha traído el Cialis?
Parece que por mucho lastre que sueltes, el ancla insiste en no subir y cumplir con su inicial función.
Si es que hay algunos utensilios que nunca se sabe el cómo y el porqué funcionan, leñe!
Asisto últimamente a este ir y venir de luchas de indiferencia con sumo regocijo.
...¡Soy una maruja!
Ay, Fever... que siempre aciertas. Reina del mambo que no llega ni a princesa, y a mis años y a mis barras de bar, eso no tiene perdón (ni lógica).
Lógica no tiene, perdón siempre.
Tú lo has dicho, es tu pack(alma, corazón y vida).Otras tenemos otro de serie.
No seré yo, fuera de los ámbitos cachondos Ofusinos, la que juzgue a nadie por sentir.
Un beso nada indiferente.
Lo único que me apetece ahora es atiborrarme de sugus de cereza, si hasta para eso sufro regresiones la infancia/adolescencia. Debería irme a cualquier barra de bar, con el pack completo, hasta la próxima.
¿Dónde está el mostrador de reclamaciones?...
Yo ayer me emborraché con Piluka en el Rincón de la Victoria. Y puedo decir que está bastante dolida. Acabamos en un tasis magreándonos y en un momento dado le dije: “Me pusistes a cien con tu fiebre”. Y se la clavé (el termómetro), con consentimiento. El mío.
Mucho ánimo, Daess.
Estoy un poco descolocada... no hubo concierto, vale, lo apunto, igual en mi memoria accesoria, mi mano derecha. Me gusta beber sola, me gusta beber, me encanta estar borracha, hoy me voy a emborrachar. Lo bueno es que no uso rímmel.
Yo es que uso más rímmel que Jack Sparrow y Richard el de 'Lost' junto, y es lo que tiene, lágrimas negras.
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