Hoy ha sido un buen día... de esos en los que no ha sucedido nada especial, pero que ha estado lleno de risas y sol, un sol que se resiste a abandonarnos y al que una, a la que le gusta especialmente el otoño, está deseando despedir, los tacones con calor son insufribles, estoy deseando que llueva y vuelva el frío, y toque ponerse medias y calcetines (oigan, deseos más raros se han visto).
Comenzó bien la mañana pese al madrugón. [No sé cómo me las arreglo para ser siempre la primera en llegar y la última en irme. Hoy a las siete, puntual, a la puerta. O bueno, sí lo sé, que el tiempo que pierdo allí es inversamente proporcional al trabajo realizado... si alguna vez les hablara de esos entes desconocidos que son la carpeta de firmas y el registro de salida...] Y comenzó bien porque apareció L. tras dos semanas de vacaciones y aunque no me gusta el café me invitó a uno de la máquina y bajó dos plantas sólo para saludarme incluso antes de llegar, a eso de las ocho. Y poder tener una charla adulta en la que no se hable ni del Sporting, ni de Fernando Alonso, siempre se agradece. Además me dice que estoy muy guapa, aunque yo no me lo crea (que yo no soy de las guapas) y busco desesperadamente un espejo, y sólo veo mis ojeras de siempre y mi pelo a lo león de la Metro especialmente fuera de sí en esta mañana en la que tuve que pasarme más de media hora con el secador, y ese cuasi imperceptible tono dorado que me ha regalado mi playa favorita en las tardes de este verano que afortunadamente ya se acaba... bueno, y sí, mi sonrisa... supongo que eso es lo que encuentra diferente.
Y a las nueve llega el temido encuentro mensual en la Junta. Había puesto una vela a mi santo Malverde para que los mineros hubiesen cortado, al igual que ayer, la carretera; o tuviese un gripazo de campeonato o un esguince que le impidiera desplazarse o que ese día no hubiese sonado el despertador... pero no, allí estaba él. Con su sonrisa y sus preguntas atropelladas, y su abrazo y el par de besos de rigor que nunca son tan cálidos cuando no es él el que los ofrece. Y yo, como todos los meses, vuelvo a sentirme chiquita en su presencia y aunque lo he intentado no puedo evitarlo, su presencia me intimida. A la manera que a mí me intimidan los hombres que me gustan, aunque él en realidad no me guste y además esté casado y yo esas cosas he aprendido a respetarlas, que es más fascinación que querencia lo que ejerce sobre mí. Pero es que me hace reír como casi nadie lo hace, y me mira a los ojos cuando me habla, cuando se dirige a mí y me hace sentir importante y el centro de atención, y me toca, siempre tiene un gesto cálido al posar su mano sobre mi hombro para franquearme el paso hacia el ascensor; y a mí, que no me gusta que los desconocidos me toquen no me molesta en absoluto que él lo haga. Y me sonrojo cuando lo descubro mirándome y me invita a un café aunque sabe que no me gusta el café, pero tan sólo es una excusa para acercarnos a la máquina y alejarnos del aburrimiento, y seguir contando y riendo, aunque nunca cuente chistes.
Sí, ha sido un buen día con sabor a coca-cola light, y hasta he comprado toallas, y sé que el martes no me puede fallar, y que esta semana tampoco lo hará, aunque no pase nada, o nada especial, porque tan sólo con que pase será suficiente...
Y vuelvo a 'Sherry darling', como si no hubiera canciones suficientes... porque hay días 'Drive all night' (suelen caer en domingo) y días 'Tougher than the rest' (las más los viernes) y días 'Point blank' (muy apegados a los lunes), y días 'Racing in the street' (los miércoles son muy así)... y sí, días 'Sherry darling' que me pillan por sorpresa y a su antojo... y hasta días 'Fire', pero ésa es otra historia...
Sí que fue un gran día entonces, al final tus circunstancias no son tan parecidas a las mias. Al final esa compañia que te sonroja va a hacer que cambie el blanco y negro por el color en tu vida.
Me encanta como describes las cosas y cómo las cuentas. Lo tuyo es escribir, aunque supongo que ya lo sabes.
Yo no cuento para nada: No, lo mío ni es el color ni es escribir... lo mío es el blanco y negro y soltar una sarta de tonterías... pero así está bien...
Y es que soy muy mía y a la vez muy del cosmos, muy de las tinajas y de los moldes de galleta, de las vainas y los pomos cromados, de la cola y el carril más lento, de embalsamadores y taxidermistas, del rincón del aburrido; soy muy de los desprendidos de la crítica, fiestas provocadas y tijeretazo en casa, del orden cosas y cosas por vicio. Soy muy de todo esto y de aún más cosas. Sólo espero que alguien me reclame... sería muy violento tener que hacerlo yo misma...
Deja tus paranoias o tus deseos, gritos al aire, diarios, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, tu mensaje, tus besos, saludos o consejo, bromas o entusiasmo, reminiscencias o cañones recortados, y ya descubriremos si tenemos algo de lo que hablar...
Ser ese pincel aguado por la lluvia que esboza en cada bocanada una bahía, dos volcanes y diez maneras de decir lo que deseas. Una bandada de gaviotas. La ginebra. Las noches sin futuro. Una colección de lunas llenas. Las verbenas de barrio. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Arrastrando la cobija. Tristezas a la carta por alegrías. Billie Holliday rasgando la noche. Una visita imprevista y deslenguada. Los calvos que se quitan el sombrero. Las noches "nuremberianas" al calor del Eulenspiegel repletas de ron, humo y conversaciones. Aquella voz, aquel acento."Mis" poetas: Á. González, Huidobro o Cernuda. La lluvia que parió charcos y barro. Viajar en tranvía. Volar cometas. Un par de botas sucias. El canto del urogallo. Alain Delon en "Rocco y sus hermanos". Caminar sobre hojas secas. Las tímidas que salen respondonas. Aviones que despegan. Las rosas amarillas, los lirios, las violetas. Las raras excepciones. ARJONA (con mayúsculas). Medianoche en una estación de tren. La honestidad brutal de Calamaro. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Aquella buhardilla en la Peissenbergstr. Silvana Mangano en "Arroz amargo". Pisar charcos. El 14 (y la lluvia) de abril. Mi chupa de cuero. La Coca-Cola (nadie es perfecto). Besos con risas. Silvio y Ojalá como coartada. Lengua con besos. El castellano de Umbral. Esencia de playa y sal de un lugar donde habitaban las gaviotas. Pisar charcos. Un vestido y un amor. Salitre 48. EL hombre del piano. Luka, el niño del 2º piso. Compay y Celia, el son y la salsa de luto. La primera mirada por la ventana al despertarse. Las noches que sonríen en forma de luna. Estoy Bartok de todo. El olor a tiempo desgastado. Simon & Garfunkel. Waits & Cohen. Los trenes que viajan hacia el este. Rosas a Rosalía. En Lisboa, sobre lo mar. El cambio de estaciones. Dylan y su hijo Jakob. Un amanecer en la playa del Silencio. El piano ha estado bebiendo. Puentes que se cruzan en ambos sentidos. El Urriellu. Una Delirium Tremens. Las carreteras secundarias. Un otoño de párpados caídos. Los domingos al sol en el Englischer Garten. Camarón sin camisa. Frambuesas en la tarta. Las sesiones de madrugada. Las montañas mágicas de esta tierra que plantó mi corazón recibiendo el regalo de la lluvia. Chavela por Jose Alfredo. Los labios que aprovechan los rincones más olvidados, más olvidables. Veloso y su fina estampa. El miedo, el futuro incierto, el camino, la búsqueda. Je vous ai apporté des bonbons parce que les fleurs c'est périssable. Los que pudieron ser y no han querido... Dream, baby dream.
15 perdidos en el laberinto:
Me alegro de su buen dia "ave del paraíso"... le recuerdo que debe lavar las toallas para quitarles el "apresto"... Besis
Espero que después de este buen día vengan muchos más, y que con ellos llegue lo que te haga feliz.
Un beso
Será una gran semana, ya verás!
Pequeña felicidad cotidiana.
Dejar los días pasar sin muchas alharacas y fijarse en minucias...
Deseos mas raros tengo yo.
¡Que bien ese saludo y ese reencuentro!
Una manera de encarar el resto del dia bien predispuestos.
Me gustan esos apartes. Esos momentos en que una persona que te interesa te individualiza.
Y me sorprendes, una vez mas, con tus canciones para dias concretos.
Voy a intentar imaginarte bailando alguna.
Sí que fue un gran día entonces, al final tus circunstancias no son tan parecidas a las mias. Al final esa compañia que te sonroja va a hacer que cambie el blanco y negro por el color en tu vida.
Me encanta como describes las cosas y cómo las cuentas. Lo tuyo es escribir, aunque supongo que ya lo sabes.
Luis: Pues no había pensado yo en eso... que yo soy un completo desastre para esas cosas. Gracias por el consejo.
Anto: Siempre habrá días buenos, y malos, y regulares... así es la vida, aunque imagino que el secreto es no tomarse nada demasiado en serio.
Aida: No sé si lo será... pero desde luego yo voy a intentar que lo sea.
Fever: A veces que no pase nada es lo mejor que nos puede pasar.
Guille: Mejor no imagines... que lo hago fatal, te lo aseguro...
Yo no cuento para nada: No, lo mío ni es el color ni es escribir... lo mío es el blanco y negro y soltar una sarta de tonterías... pero así está bien...
¿por que le pone velas a Malverde ?
si usted no es de Sinaola ni ha sido, es o será una causa perdida.
Se puede ser culichi de adopción y corazón...
puestos a ser, mola mas ser un tomatero, que culichi,
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