No quiero ser esto... en lo que me he convertido. Puede que sea Evita Calamidad, pero no quiero ser Eva la Llorona (bien lo decía Sabina, quién pudiera reír como llora Chavela). Pero aquí estoy, pasando una buena parte de la tarde con "The good wife", me gusta Julianna Margulies, ya me gustaba en "Urgencias", aunque nunca me gustara "Urgencias" (pese a Clooney), pero me paso todo el rato preguntándome dónde está Carrie, que Chris Noth será Mr. Big por los restos. Escucho música, Spotify mediante (gracias a quién correspondan) y leo, consigo terminar por fin "El silencio del bosque" y vuelvo a perderme en tu universo vacío, aunque me sienta una intrusa. Y pienso que hoy podré trasnochar y dedicarme a ver películas en blanco y negro hasta la madrugada, y que no habrá tarta de café por el momento mientras suena "Stolen car" y ni siquiera sé por qué lloro. Pero quiero contártelo, y que vuelvas a decirme que todo saldrá bien, que ambos nos lo merecemos... sea lo que sea lo que tenga que salir.
No quiero ser esto... en lo que me he convertido. Puede que sea Evita Calamidad, pero no quiero ser Eva la Llorona. ------------- Yo pondría esas palabras entre piadosos signos de interrogación.
Abrimos piadosos signos de interrogación: ¿No quiero ser esto... en lo que me he convertido. Puede que sea Evita Calamidad, pero no quiero ser Eva la Llorona? Cerramos piadosos signos de interrogación.
Y es que soy muy mía y a la vez muy del cosmos, muy de las tinajas y de los moldes de galleta, de las vainas y los pomos cromados, de la cola y el carril más lento, de embalsamadores y taxidermistas, del rincón del aburrido; soy muy de los desprendidos de la crítica, fiestas provocadas y tijeretazo en casa, del orden cosas y cosas por vicio. Soy muy de todo esto y de aún más cosas. Sólo espero que alguien me reclame... sería muy violento tener que hacerlo yo misma...
Deja tus paranoias o tus deseos, gritos al aire, diarios, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, tu mensaje, tus besos, saludos o consejo, bromas o entusiasmo, reminiscencias o cañones recortados, y ya descubriremos si tenemos algo de lo que hablar...
Ser ese pincel aguado por la lluvia que esboza en cada bocanada una bahía, dos volcanes y diez maneras de decir lo que deseas. Una bandada de gaviotas. La ginebra. Las noches sin futuro. Una colección de lunas llenas. Las verbenas de barrio. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Arrastrando la cobija. Tristezas a la carta por alegrías. Billie Holliday rasgando la noche. Una visita imprevista y deslenguada. Los calvos que se quitan el sombrero. Las noches "nuremberianas" al calor del Eulenspiegel repletas de ron, humo y conversaciones. Aquella voz, aquel acento."Mis" poetas: Á. González, Huidobro o Cernuda. La lluvia que parió charcos y barro. Viajar en tranvía. Volar cometas. Un par de botas sucias. El canto del urogallo. Alain Delon en "Rocco y sus hermanos". Caminar sobre hojas secas. Las tímidas que salen respondonas. Aviones que despegan. Las rosas amarillas, los lirios, las violetas. Las raras excepciones. ARJONA (con mayúsculas). Medianoche en una estación de tren. La honestidad brutal de Calamaro. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Aquella buhardilla en la Peissenbergstr. Silvana Mangano en "Arroz amargo". Pisar charcos. El 14 (y la lluvia) de abril. Mi chupa de cuero. La Coca-Cola (nadie es perfecto). Besos con risas. Silvio y Ojalá como coartada. Lengua con besos. El castellano de Umbral. Esencia de playa y sal de un lugar donde habitaban las gaviotas. Pisar charcos. Un vestido y un amor. Salitre 48. EL hombre del piano. Luka, el niño del 2º piso. Compay y Celia, el son y la salsa de luto. La primera mirada por la ventana al despertarse. Las noches que sonríen en forma de luna. Estoy Bartok de todo. El olor a tiempo desgastado. Simon & Garfunkel. Waits & Cohen. Los trenes que viajan hacia el este. Rosas a Rosalía. En Lisboa, sobre lo mar. El cambio de estaciones. Dylan y su hijo Jakob. Un amanecer en la playa del Silencio. El piano ha estado bebiendo. Puentes que se cruzan en ambos sentidos. El Urriellu. Una Delirium Tremens. Las carreteras secundarias. Un otoño de párpados caídos. Los domingos al sol en el Englischer Garten. Camarón sin camisa. Frambuesas en la tarta. Las sesiones de madrugada. Las montañas mágicas de esta tierra que plantó mi corazón recibiendo el regalo de la lluvia. Chavela por Jose Alfredo. Los labios que aprovechan los rincones más olvidados, más olvidables. Veloso y su fina estampa. El miedo, el futuro incierto, el camino, la búsqueda. Je vous ai apporté des bonbons parce que les fleurs c'est périssable. Los que pudieron ser y no han querido... Dream, baby dream.
9 perdidos en el laberinto:
Todo saldra bien.
Ambos os lo mereceis.
Preciosa canción de Calamaro... lamento que la tarde haya sido triste.
Pues que quieres que te diga, siendo egoista te prefiero inspirada....
He seguido el olor del jabón y de Gille.
Me llamo Mi, puedes llamarme
¡¡Miau!!
Hay días así, en los que lo único que apetece es llorar. Dale rienda suelta... ¿Para qué fingir?
¿Por qué no le dices el porqué de tus lágrimas? ¿Por qué no le dices lo que te gustaría que pasara?
Al pan pan y al vino vino y que sea lo que Dios quiera.
Un abrazo de muchos ánimos.
No quiero ser esto... en lo que me he convertido. Puede que sea Evita Calamidad, pero no quiero ser Eva la Llorona.
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Yo pondría esas palabras entre piadosos signos de interrogación.
Yo creo que escribir no salva, como creían Proust et alia y como deseariamos todos, pero sí que alivia.
Abrimos piadosos signos de interrogación: ¿No quiero ser esto... en lo que me he convertido. Puede que sea Evita Calamidad, pero no quiero ser Eva la Llorona? Cerramos piadosos signos de interrogación.
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