viernes, marzo 19, 2010

Y en ésas estamos



1.- Tenía una reunión de la comunidad. Decliné asistir. Hace un par de meses asistí a la primera como propietaria cuando ni siquiera vivía aquí. Una sucesión de votaciones en las que me abstuve porque no tenía ni idea sobre lo que había que votar. En el orden del día no estaba previsto discutir el por qué. Ahora parece que quieren cambiar los ascensores, talar no se cuál laurel y discutir sobre no se qué situación del portero. Ya me pondrá al día mi vecina de puerta cuando me encuentre con ella en sus paseos pasilleros nocturnos.

2.- El domingo debería ir a un examen. Aunque sólo sea por amortizar los 24 euros de tasas. Teniendo en cuenta que no he estudiado absolutamente nada (debería comenzar ya a tomarme en serio la preparación de la promoción interna) y que los domingos son los únicos días en los que me permito el lujo de no madrugar, no me veo yo a eso de las 10 de la mañana en la facultad de Económicas rodeada de futuros aspirantes a la función pública.

3.- Debería dedicarme el fin de semana a pintar las paredes del pasillo. Algo que debería haber hecho esta semana y que obviamente no hice. Colocar las nuevas manillas en las puertas, también pendiente desde hace por lo menos un par de semanas. Decidirme de una buena vez por una cama y un colchón e ir a comprar ambas cosas (sin olvidarme de la plancha). Pero mucho me temo que venza la pereza y mi maltrecha economía.

4.- No tengo absolutamente ningún plan para el fin de semana hasta el domingo bien entrada la tarde (y ni siquiera con certeza). Tengo la nevera vacía con excepción de no menos de 8 yogures que caducan el 19 de marzo (es decir, hoy) y un par de cervezas con limón.

5.- Alguien me pregunta por qué soy tan triste.

6.- A mí sólo me apetece bailar.


11 perdidos en el laberinto:

Bello en las tinieblas dijo...

Llevo unos días buceando en su blog. Y me encantan esas fotos con galanes de Hollywood que rondan mi edad, aunque disten mucho de rondar mi belleza.

¿Usted debe andar por los sesenta años, no?

Lo digo porque tal vez me permita cortejarla e invitarla a bailar algún que otro pasodoble, ya que dice que le apetece tanto.

cactus girl dijo...

No creo que seas triste.

Eres una mujer interesante y llena de vida.

Tampoco creo que el secreto para ser feliz sea ir siempre sonriendo como las cabras.

Además, quién dice que no sonríes cuando escribes?????? Eso tampoco lo sabe nadie.

Feliz día de los joses...y de los padres...En cualquier caso, ni tengo jose, ni tengo padre, ni perrito que me ladre.

Pele Ón dijo...

Vivir mancha, y otras cosas también, y tiene que formar parte del Todo. Un conocido, cuando tenía que hacer algo manchante, lo primero que hacía era mancharse del todo antes de empezar, y luego acometer la faena con furia.
Me encantaría bailar contigo hasta desfallecer y dormir. Mientras tanto, baila sola, que también es bonito.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Menudo curro tienes... si quieres puedo echarte una mano... en tus quehaceres por supuesto.. aunque yo que tu... con ese estres me iria a pasear a la orilla del mar... por cierto.. que tal llevas los 60?

Que se esté triste no significa que se sea triste...

Venga en serio, pasa un buen finde y suerte en el examen.

Lolita Lamento dijo...

Danzad, malditos :)

Anónimo dijo...

Si no tiene ustd nada en la nevera, yo la puedo invitar a cenar algo esta noche. No se me da nada mal el horno ni las cazuelas, además de los masajes.

Daeddalus dijo...

Estimado Bello, la primera y única vez que bailé un pasodoble fue con un tuno en una de aquellas míticas fiestas que hace 15 años se celebraban en la Escuela de Minas (donde se iba a ligar con puros machos). Y no, no son 60, pero espero llegar a ellos algún día.

Daeddalus dijo...

La tristeza está infravalorada, no sé qué tiene de malo. Nadie se pasa el día llorando (ni riendo).

Daeddalus dijo...

Qué cierto es, la vida mancha... por eso no me guste vestirme de blanco.

Daeddalus dijo...

Gracias Javier, pero no necesito suerte, yo solo voy (si finalmente voy, todo dependerá de a qué hora me acueste el sábado), sólo será para pasearme (aunque no sea a la orillita del mar).

Bello en las tinieblas dijo...

A buen entendedor pocas palabras bastan. Tiene usted 59 años. Una edad hermosa.

Yo hace años que tengo 69. Me he quedado en esa edad porque cuando se la decía a las señoras, notaba en ellas como una sacudida, una especie de orgasmillo que facilitaba luego mucho las cosas.

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