Esperándome (a tiempo)
34... me siento frente al espejo y me repito, cual mantra, esa cifra una y otra vez. Mi recién estrenada edad. Qué le voy a hacer si nací un 13 de junio del año 1975, aunque yo no eligiera ni ese viernes, ni esa madrugada y ni tan siquiera la vida.
Probablemente si en este mismo instante alguien me preguntara mi edad, mentiría. Inconscientemente retrocedería en el tiempo, nunca me acostumbré a los 33, dudo que lo hago con los 34. Bien sé que no son ellos los que pesan y que en todo caso no hay que quitarle años a la vida, sino ponerle vida a los años; pero una se hace irremediablemente vieja para algunas cosas y mucho más se siente cuando se coloca frente a ti una veinteañera.
Si de mí dependiera me hubiese quedado eternamente en los 28, sin cruzar la frontera del 3, instalada en un número par de eterna juventud teñida de una incipiente madurez pese a que trate de recordar ahora quién y cómo era, dónde estaba o qué hacía yo a esa edad y vagamente lo recuerde.
Mi compañera de piso, rival pese a todo en tantas cosas y de la que me despedí sin despedirme. Dejamos de hablarnos, de vernos, de tratarnos... hasta que carambolas del destino, una noche de un 23 de junio años después y tras arder la hoguera, cruzamos nuestros caminos en calidad de acompañante y ex-acompañante del Holandés errante. Evidentemente fingimos no reconocernos.
Aquel trabajo de secretaria-intérprete con el inefable Herr Janeck siempre al otro lado de la línea. El Jefe que no quería ejercer de jefe, y el colega que en cambio si lo pretendía. Logroño y la peor borrachera de mi vida en sus brazos. Cruising Carrefour.
Sin olvidar por supuesto al menos a un par de impenitentes hombres que me acostaron en su regazo, testigo de mis insomnios.
No me imagino lugar mejor para vivir que hacerlo entre unos aturdidos 28 y una canción de Bruce.
6 perdidos en el laberinto:
Por qué no puedo oir tus canciones?...
Creo que había puesto algo mal y creo que ahora está arreglado... pero sólo lo creo, jajaja.
Creo que ´no vas a ser tú la que está mal, sino yo y además no tengo arreglo. En fin, me pondré todos los discos de Bruce mañana y seguro que una de las que escuche sería una de las que habías puesto aquí!
En fin...decía que, en cuanto a tus 28 eternos años, sabes? yo, cuando tenía así como 24, siempre decía que si a los 28 mis sueños no se habían cumplido (mis sueños sólo eran no estar triste) acabaría con mi vida...
Aquellos 28 años pasaron, la tristeza se mantuvo y yo rompí mi promesa. Y aun sigo aquí, con mis 33 a punto de llegar a los mismos que tú y...
Y nada más. Esos 28, que también me marcaron a mí
Ahora sí, definitivamente arreglado, y sí, el problema era mío, no tuyo. En todo caso era (y es) Brilliant disguise, así que seguro que es de las que escuchas casi a diario.
No estar triste, poco más se puede pedir a los 28, a los 33 o a los 34... seguro que a los 35 pediré lo mismo.
No lo puedo creer, yo nací un 13 de junio. Felicidades con cierto retraso.
Este año, por primera vez en mucho tiempo, alguien se empeñó en celebrar el dichoso día para mí. Viajó desde muy lejos para estar conmigo y anestesió cualquier efecto secundario con besos y caricias. Y me regaló una piruleta gigante de fresa. Es la primera vez que alguien hace eso por mí. Seguro que alguien ya lo hizo por ti.
Insisto, felicidades que indirectamente me llegan a mí.
Felicidades, también con retraso, para ti.
Tal vez alguien lo hiciera, pero ahora ya lo he olvidado...
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