Todo el mundo sabe que Bruce hubiese conducido toda la noche tan sólo para comprarle unos zapatos (II)
Estaba revisando la chorrada que escribí antes, aunque en realidad no lo sea, y sí, conduciría toda la noche para verte, y te buscaría y te desafiaría... Pero es que me había sentado frente a la pantalla con ganas de desahogarme y llorar un rato, al menos en sentido metafórico, y sonaba el "Drive all night" y sonó el teléfono y acabé disculpándome una vez más y sintiendo no sentir y se me fueron las ideas a habitar el olvido y sólo pensé que tendría entonces que haber desplegado un mapa ante mí y calcular hasta donde me llevarían 250 km en línea recta por la autovía, y marcar un punto, una gasolinera, una vía de servicio, en medio de ningún lado, en la madrugada de un día laborable... Aunque al final tan sólo se trate de evitar caer en el tremendo error de la nostalgia por lo que nunca jamás ocurrió... y porque querría salir ahí y encontrarme con cualquiera a quién no le importara mi nombre, ni quién soy o hacia dónde me dirijo, alguien que no me contase su vida, ni me hiciese preguntas y me llevase a su casa al filo de la madrugada tras muchos tequilas y un par de cervezas entre frases incoherentes y risas incontroladas. Porque esta noche no querría ser yo, pero querría follar como si lo fuera.
7 perdidos en el laberinto:
Pero zapatos de gamuza azul!
Grande... Como siempre
Pues yo, por aquello de que se acercan fechas de muchos belenes, he desempolvado la zambomba y ensayo que es un primor. Hago algo parecido a usted, sé que no son navidades pero toco como si lo fueran.
Así es la vida.
...
Joder Daeddalus... yo aquí, intentándolo, corriendo de mí misma dejando en palabras todo lo que puedo para alejarme de lo que digo y vaciarlo; y me encuentro conmigo misma en tus letras...
Joder Daeddalus, jo-der
Siempre que escucho esa canción me quedo en un estado de shock especial. El viaje por carretera es una metáfora recurrente en la springsteenología. Me encanta.
“… sólo para comprarte unos zapatos”. Jim Cullen también hace referencia a esa frase en el libro aquel del que le hablé por aquí hace unos días (“Bruce Springsteen and the American Tradition”). Se trata, según él, de un matiz habitual en tantas canciones de Springsteen. Una voz angustiada que dota a los objetos más ordinarios de una intensidad casi sagrada, muy en la línea del mensaje de la foto de contraportada de “The river” y esos símbolos de papel cartón prefabricados. Incluso lo más humilde puede llegar a estar cargado de significado y dignidad. Generar empatía, en otras palabras.
También habla más en general acerca de las canciones del tramo final del disco (The Price you pay, Drive all night, Wreck on the highway), cuando “los personajes de las canciones se dan cuenta de que han tropezado con algo mucho más grande que ellos, algo que les es imposible manejar”. Y ahí es donde más (me) duele.
Finalmente no pude ir al concierto Light of Day, siento no poder mandarle ningún breve al respecto. A media tarde me contaron que Escovedo tuvo que suspender su viaje a España y abandonar la gira por una recaída en su enfermedad, por lo que el concierto debió de celebrarse sin su presencia. La salud lo es todo.
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