Yo lo he hecho, lo hago, con cierta frecuencia. Dirigirme a alguien cuando escribo aquí. La gran parte de las veces el receptor, receptora o receptores no leen esto; así que mis palabras son no más que un ensayo previo de lo que puede que llegue a decir, o no, allá fuera.
Otras veces, pocas; puede que lo lean y se den por aludidos, o no. Nunca he preguntado. Imagino que todos, los que escribimos aquí, caemos alguna vez en ese juego, de contar sin decir y decir sin hablar.
A veces siento que yo también juego sin saberlo, pero no en el iniciado por mí, sino por otros. Y disculpen (la) mi presunción, pero, no puedo evitar tener la extraña sensación de que últimamente determinadas palabras en otras esquinas no son más que un aviso, dirigido a mí. Habré visto demasiada televisión.
No sé si alguien alguna vez pensó en mí al escribir algo, me hubiera gustado, en algunos casos... pero esta vez es diferente, creo... supongo.
P.D. Anne Shirle y Carole Landis
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perdidos en el laberinto:
Anónimo
dijo...
No es cierto, si nadie amara a nadie, esto ya se habría ido a la mierda y todavía no lo ha hecho...
Siempre habrá habido alguien que te haya dedicado sus pensamientos, aunque no haya sido capaz de plasmarlos. Tú tienes un don porque sabes transmitir, muchas personas son negadas para eso.
Yo no se todavía como voy a dirigirme a alguien y mucho menos si me leerá pero estas palabras de agradecimiento por comentar en mi blog son ciertas para ti.
Y es que soy muy mía y a la vez muy del cosmos, muy de las tinajas y de los moldes de galleta, de las vainas y los pomos cromados, de la cola y el carril más lento, de embalsamadores y taxidermistas, del rincón del aburrido; soy muy de los desprendidos de la crítica, fiestas provocadas y tijeretazo en casa, del orden cosas y cosas por vicio. Soy muy de todo esto y de aún más cosas. Sólo espero que alguien me reclame... sería muy violento tener que hacerlo yo misma...
Deja tus paranoias o tus deseos, gritos al aire, diarios, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, tu mensaje, tus besos, saludos o consejo, bromas o entusiasmo, reminiscencias o cañones recortados, y ya descubriremos si tenemos algo de lo que hablar...
Ser ese pincel aguado por la lluvia que esboza en cada bocanada una bahía, dos volcanes y diez maneras de decir lo que deseas. Una bandada de gaviotas. La ginebra. Las noches sin futuro. Una colección de lunas llenas. Las verbenas de barrio. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Arrastrando la cobija. Tristezas a la carta por alegrías. Billie Holliday rasgando la noche. Una visita imprevista y deslenguada. Los calvos que se quitan el sombrero. Las noches "nuremberianas" al calor del Eulenspiegel repletas de ron, humo y conversaciones. Aquella voz, aquel acento."Mis" poetas: Á. González, Huidobro o Cernuda. La lluvia que parió charcos y barro. Viajar en tranvía. Volar cometas. Un par de botas sucias. El canto del urogallo. Alain Delon en "Rocco y sus hermanos". Caminar sobre hojas secas. Las tímidas que salen respondonas. Aviones que despegan. Las rosas amarillas, los lirios, las violetas. Las raras excepciones. ARJONA (con mayúsculas). Medianoche en una estación de tren. La honestidad brutal de Calamaro. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Aquella buhardilla en la Peissenbergstr. Silvana Mangano en "Arroz amargo". Pisar charcos. El 14 (y la lluvia) de abril. Mi chupa de cuero. La Coca-Cola (nadie es perfecto). Besos con risas. Silvio y Ojalá como coartada. Lengua con besos. El castellano de Umbral. Esencia de playa y sal de un lugar donde habitaban las gaviotas. Pisar charcos. Un vestido y un amor. Salitre 48. EL hombre del piano. Luka, el niño del 2º piso. Compay y Celia, el son y la salsa de luto. La primera mirada por la ventana al despertarse. Las noches que sonríen en forma de luna. Estoy Bartok de todo. El olor a tiempo desgastado. Simon & Garfunkel. Waits & Cohen. Los trenes que viajan hacia el este. Rosas a Rosalía. En Lisboa, sobre lo mar. El cambio de estaciones. Dylan y su hijo Jakob. Un amanecer en la playa del Silencio. El piano ha estado bebiendo. Puentes que se cruzan en ambos sentidos. El Urriellu. Una Delirium Tremens. Las carreteras secundarias. Un otoño de párpados caídos. Los domingos al sol en el Englischer Garten. Camarón sin camisa. Frambuesas en la tarta. Las sesiones de madrugada. Las montañas mágicas de esta tierra que plantó mi corazón recibiendo el regalo de la lluvia. Chavela por Jose Alfredo. Los labios que aprovechan los rincones más olvidados, más olvidables. Veloso y su fina estampa. El miedo, el futuro incierto, el camino, la búsqueda. Je vous ai apporté des bonbons parce que les fleurs c'est périssable. Los que pudieron ser y no han querido... Dream, baby dream.
11 perdidos en el laberinto:
No es cierto, si nadie amara a nadie, esto ya se habría ido a la mierda y todavía no lo ha hecho...
Siempre habrá habido alguien que te haya dedicado sus pensamientos, aunque no haya sido capaz de plasmarlos. Tú tienes un don porque sabes transmitir, muchas personas son negadas para eso.
A veces escribo pensando en alguien.
Leo como anda y se me ocurren palabras que tienen que ver.
Puede que lo haya hecho con usted, pero no lo juraria (ya se que en lo de jurar y prometer esta casa es un campo de minas).
Lo que, debido a mi legendario despiste, nunca acierto es cuando me escriben a mi,
(a) Me tuvieron que mandar un correo para asegurarmelo (veridico).
(b) Ya se que usted querida pelorizado almadepelirroja no me ha escrito nunca.
Hablo de mi despiste, no de algo concreto.
Cuantas preguntas tienen su respuesta en nosotros mismos, ahora, por ejemplo, te besaría, pero acabo de lavarme el pelo.
Yo no se todavía como voy a dirigirme a alguien y mucho menos si me leerá pero estas palabras de agradecimiento por comentar en mi blog son ciertas para ti.
Casi siempre que lo sientes es porque es. Y si no... ¿qué más da?
Amor más poderoso que la muerte, Anónimo.
A veces es suficiente con sentir, Marikosan... otras, si no se demuestran es como si no se sintieran.
No, Guille, yo me refería a algo más prosaico, a mostrar un sendero de baldosas amarillas... pero yo nunca he sido mucho de ver las señales.
¿Y me lo dices clavando tu pupila azul en mi pupila azul, Tristán?
Nosotros siempre tenemos la respuesta, pero a veces, supongo que por inseguridad o reafirmación, necesitamos que los otros nos la confirmen.
No sé, K., no sé. Últimamente no sé si es que no sé o no quiero saber.
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