Te besaría, pero acabo de lavarme el pelo

Mi paso por el Facebook ha sido visto y no visto. Será, como bien apunta Nebroa, a que mi gracia no ha hecho acto de presencia (tampoco yo lo pretendía, dado que la única gracia que conozco eran tres y se las debo a Rubens). Así que he decidido mandar el invento ése a tomar por culo… vaya, me sorprendo de mí misma por utilizar semejante expresión, que lo crean o no, y créanme, deberían creerme, no he usado en mi vida (esta es la primera vez que la escribo y espero y/o deseo que nunca llegue el momento de verbalizarla) pero debe de ser que se me ha pegado de mis estimados colegas funcionariales que no dejan de repetirla en toda la mañana. Juro que un día tomaré buena cuenta de las veces que en un sólo día la escucho aquí, no menos de 95 (fue un buen año). Aquí todo el mundo se va a tomar viento fresco a las primeras de cambio, cortesía de seres tan bien educados, eficientes y profesionales como son los que me rodean. Pero ustedes tranquilos, no creo que ninguno de los que leen esto esté incluido en el colectivo susceptible de ser administrado por tan doctos funcionarios.

P.D.1 Debo confesar que una de mis mayores decepciones vía Facebook ha sido comprobar que casi todos mis “contactos” tienen un perfil allí y ni uno sólo se ha dignado a enviarme una invitación (que probablemente yo hubiese ignorado, como corresponde, pero eso no cuenta). Incluida mi supuesta mejor (amienemiga) amiga, que tan sonriente sale con su nombre y dos apellidos completos. Ver para creer. Para que después me pregunten por qué cada día mi sociabilidad disminuye. Afortunadamente ya tengo la gala de los Oscar y los vestidos de Elie Saab para olvidarme del mundo antes de que él se olvide de mí.

P.D.2 Marilyn Monroe, Jack Lemmon y Toni Curtis, que no necesitan presentación.