ARTURO PÉREZ REVERTE
Leo una entrevista que le hacen a Arturo Pérez Reverte y me emociono entera. Publica nuevo libro la semana que viene (creo) y yo probablemente acabe comprándolo y leyéndolo antes de que acabe dicha semana.
He leído todos sus libros desde aquel “Territorio comanche” de hace casi 20 años y sigo sin encontrarle su punto como escritor, pero me da igual, me meto de todas formas entre pecho y espalda la saga de Alatristre, “El club Dumas” o “El pintor de batallas”. Y no, no me gusta el escritor, me gusta él, la persona, que no el personaje; porque estoy convencida que lo de Reverte no es una impostura, no se ha dibujado un perfil público. Ya dice él que antes de tener éxito con sus libros era igual de chulo. Y cómo no vas a adorar a alguien que además de ser amigo del joven Marías es capaz de soltar “el español es históricamente un hijo de puta” y quedarse tan ancho.
6 perdidos en el laberinto:
Me da perezón decir algo sobre Pérez, me remito a lo que dijo sobre él Roberto Bolaño y que suscribo de la p a la z, o de la z a la p, da igual.
Entrevista a Roberto Bolaño:
Qué le produce el hecho de que Arturo Pérez Reverte sea actualmente el escritor más leído en lengua española?
–Pérez Reverte o Isabel Allende. Da lo mismo. Feuillet era el autor francés más leído de su época. (Nota: de Feuillet y feuille derivan la palabra feuilleton y, en español, folletón y folletín).
¿Y el hecho de que Arturo Pérez Reverte haya ingresado a la Real Academia?
–La Real Academia es una cueva de cráneos privilegiados. No está Juan Marsé, no está Juan Goytisolo, no está Eduardo Mendoza ni Javier Marías (AHORA SÍ!), no está Olvido García Valdez, no recuerdo si está Alvaro Pombo (probablemente si está se deba a una equivocación), pero está Pérez Reverte. Bueno, (Paulo) Coelho también está en la Academia brasileña.
Ya digo que el Arturo escritor me interesa poco o nada, aunque lo lea. También leo el Hola, que me interesa aún menos. Así que no puedo estar menos de acuerdo que tú con las palabras de Bolaño. Aunque con todos los respetos para el difunto, entre Coelho y el “buenrrollismo” de la Allende y D. Arturo hay un abismo.
En cambio a mí lo que me provoca una inmensa pereza es el halo de elitismo que acompaña a Bolaño desde su muerte. Y éste si que me gusta y leo con fruición. Tendré que hacerme consultar esta doble paradoja.
Por cierto, grande Bolaño mencionando a Olvido García Valdés.
A mi cae bien este señor, su impostura, su forma de llamarle pan al pan y vino al vino, alguien que las a visto de todos los colores en su vida, y que para vivir lo que le queda de ella no necesita dorar la pildora a nadie total para pagar sus vicios, que deben de ser navegar y poco mas con los libros que lleva vendidos no necesita nada. en este mundo en el que todos ponemos lagrimas de cocodrilo, el y usted (en el blog supongo) sois la excepción
Lo de la valentia de Pérez es algo que solo lo cree quien no lo conoce ni un poco. El señorito se puso chulo y se marchó de su tve de toda la vida después de haber firmado un suculentísimo contrato con el padrone Polanco y sus terminales editoriales y mediatícas. Así es valiente cualquiera, hasta yo, no te jode.
Ay, Arturito, lo que nos hemos reido con aquellas gilipolleces que escribias sobre los narcos sinaloenses. Ni papa, güey, no das una. Y tus exégetas menos.
RC
A mí me gusta Pérez. No es el escritor del mundo que más vida insufla a sus personajes y tal vez está demasiado apegado a ese personaje que a mí me parece que sí tiene para conducirse en público. Pero es un gran escritor, ya quisieran muchos de los que lo critican escribir la mitad de bien que él (no hablo de Bolaño, que no lo he leído, pero es cierto que mosquea ese aire elitista que rodea su santo nombre; en cualquier caso no me parece bien que un gran escritor ponga a caer de un burro a otro escritor, grande o pequeño: le empequeñece). Yo tengo que reconocer que en muchos momentos El pintor de batallas me puso los pelos como escarpias. Y que me alegré de que lo hicieran miembro de la Academia. Basta de hipocresías. Si vendes, consuélate con el dinero que ganes, porque los mediocres se encargarán de que nunca se te conceda que tienes talento.
Ah, la envidia.
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