jueves, abril 29, 2010

A mí... tururú



Entre la Jequeza de Qatar y Adriana Abascal no puedo con mi vida. Y yo quería hablar de la prohibición del velo islámico (con la que por cierto, no estoy de acuerdo, pero eso ya lo he discutido suficientemente).

P.D. Lana Turner y Ava Gardner.

martes, abril 27, 2010

Apátrida

Veo Intereconomía. Sí, lo confieso, a veces veo ese canal de televisión y en este caso quería ver qué contaban sobre Garzón. Y eso sin tener en cuenta que el presentador de “Más se perdió en Cuba” me atrae y me repele a partes iguales (ese hombre da mucho miedo). Los televidentes mandan mensajitos (siempre me he preguntado quién se dedica a malgastar su dinero enviando SMS a programas de televisión, pero ésa es otra historia) y esos mensajes, a veces, dan, también, un poco de miedo, léase el ejemplo: “ya es hora de que obreros y criadas abandonen el Congreso y sólo se permita votar a gente de bien”. Para salir corriendo y cual Miguel Strogoff no parar hasta llegar a Irkutsk.

Traición


Fue una buena tarde. Comida (rape al horno), paseo (mostrar por vez primera a alguien los escondidos Jardines de la Rodriga), compra (ajena y en el Corte Inglés), más paseos y un par de Judas, más compras (en Cervantes y un libro de regalo), café y coca-cola, más paseos y despedida (ya hablamos). Recuperando la normalidad, volviendo a lo que nunca debimos (debí) dejar de ser. Y no es que sea suficiente, pero compartir una tarde con amigos y volver a reír es un buen comienzo de semana. Por supuesto sin noticias de Gurb, que ni está, ni se le espera.

Prometí comenzar y terminar (al fin y al cabo sólo son 141 páginas) en cuanto llegara a casa. No lo hice, me sumergí de nuevo en Paniceiros y su hestoria universal, y ya en la cama traicioné a Eduardo Mendoza con "Luna nueva" y no confundir con ésa de licántropos y vampiros pseudoadolescentes.

Mi vida sigue siendo una película en blanco y negro.

P.D. Carole Lombard y Cary Grant en “It name Orly” (Dos mujeres y un amor).

jueves, abril 22, 2010

Tengo una pregunta para usted

Ustedes dirán si esto me pasa sólo a mí. La mayoría de mis (escasos) contactos (hablo del Messenger) me habla con estados como No disponible o No conectado y cuando realmente está en Conectado no me dirigen la palabra.

Gente que no conozco, personas que he olvidado, gente que no reconozco... me envían invitaciones para que me haga su amiga o cómo se llame en el Facebook. Y yo sólo me he conectado al Facebook una vez en mi vida...

Por cierto, hoy he descubierto lo que es ser un "cani" y parece ser que yo sólo tengo un 9% de posibilidades de serlo (aunque ese 9 ya me parezca mucho).

martes, abril 20, 2010

Y si quieres verme sonreir...



Si quieres verme bailar sólo tienes que cantar esta canción. Si quieres, claro...

De indignación y confesiones



Dudaba seriamente si hablar de ello aquí. Duda un tanto absurda dado mi historial, qué puedo acabar contando que arruine o deforme más la imagen que el lector o lectora tenga de mí. Y al fin y al cabo, si he expuesto públicamente mis miserias (al menos algunas, y las que me quedan) y he hecho público que soy fan de Raffaella y Raphael (al que veré en breve en concierto), contar que me apasionan los (algunos) culebrones no va arruinar más mi reputación (que como cantaba Arjona, no es las primeras seis letras de esa palabra).

Sí, señores, lo confieso; adoro los culebrones; preferiblemente los mexicanos y colombianos (no tanto los venezolanos) por este orden, que en todo hay clases. Su falta del sentido del ridículo, sus guiones impostados, sus rocambolescos protagonistas, las malas interpretaciones, los peores actores y las imposibles actrices, las traiciones, los engaños, los falsos embarazos, los accidentes en carro que dejan ciega, paralítica o desmemoriada a la antagonista, pero sólo temporalmente, porque luego ha de fingir estar, ciega, paralítica, desmemoriada o embarazada para retener al galán de turno a su lado.

Como es lógico tengo un triunvirato particular, una Santísima Trinidad de telenovelas sin orden ni concierto; a los que ustedes queridos míos y sin duda felices en su ignorancia, deberían dedicar algo de su preciosa atención. No concibo vida alguna sin haber visto al menos:

- “Te voy a enseñar a querer” (tarareen conmigo la pegadiza canción que le da título). Herencias disputadas, paralíticos (sólo temporalmente, obvio), apuestos y recientes viudos (y tanto que apuestos) manteniendo relaciones ilícitas con la que podría ser su hija que a su vez es la novia de su hijo, corridas de toros, ex-prostitutas que ocultan su pasado y que se hacen pasar por la hermana de la que en realidad es su hija, estafas, asesinatos, escenas subídisimas de tono y un largo desfile de ropa interior, sin olvidar a un malo malísimo llamado Melquiades Contreras, ni Juan Rulfo, oiga.

- “Huracán”. Donde galán y protagonista se hacían llamar Ulises y Helena, pa’que después digan que en los culebrones la cultura brilla por su ausencia y que no necesita más presentación que decir que fue protagonizada por Eduardo “Juan el Diablo en Corazón Salvaje Palomo. El mejor actor de telenovelas de todos los tiempos, tristemente fallecido.

- “La mentira”. Me emociono sólo de recordar a Demetrio Asunzolo (digno nombre para una novela de García Márquez) y su empecinada venganza contra V. Más paralíticos, falsos embarazos y embarazos verdaderos, traficantes de droga, yonkis y mucho tequila.

Y por qué cuento todo esto, se preguntarán (o no). Pues porque ayer el infame canal de televisión más conocido como Antena 3 tuvo la desfachatez de estrenar una serie llamada Gavilanes, burda copia a lo spanish, de la sin par, inigualable e inimitable "Pasión de Gavilanes", ya saben quién es ese hombre. No se me ocurre justificación alguna para semejante atropello, tal falta de lucidez e ideas, que ha llevado a que Rodolfo Sancho se convierta en un Juan Reyes de tres al cuarto.

P.D. 1 No me he olvidado de "Machos" , tan sólo es que merece un Olimpo propio.

P.D. 2 No se pierdan Nurse Jackie, sin olvidar a Carmela Soprano.

P.D. 3 No me den las gracias.

Secreto a voces



He vuelto a humillarme, o tal vez tenga un concepto mal entendido del orgullo. He hecho feliz a alguien, le he hecho sentirse importante cual Nerón bajando el dedo condenándome no ya a la muerte, sino al ostracismo. Y esta persona ni siquiera me importa... Pero de vez en cuando siento la necesidad de interferir en la vida de alguien, aunque sólo sea para que me aparte de un empujón. Bien, es cierto, técnicamente aún no lo ha hecho, aún no me ha enviado derechita a un rincón envuelta en sombras y aunque tiene toda la semana para hacerlo, para brindarme el silencio, no dudo, ni por un instante, que no vaya a hacerlo. No va a desaprovechar la oportunidad, intuyo.

Te lo cuento a ti porque sé que en parte te sientes culpable, por haberme empujado a unos brazos tan poco receptivos. Y si te dijera que pienso que es gay (aunque esta conclusión, no te equivoques, no es consecuencia del rechazo)… que en realidad no me importa ni me ha importado nunca (aunque no entienda por tanto esta necesidad de dar explicaciones, de revolcarme en un mal orgullo herido)… Y a todo esto, el vasco, por supuesto, no ha llamado.

P.D. Mirna Loy y William Powell en "The thin man" (La cena de los acusados).

lunes, abril 19, 2010

¿Tougher? than the rest



Iba a decir que de este fin de semana no pasa; pero este fin de semana, como el anterior, tengo una cita con un par de personitas que apenas levantan dos palmos del suelo y me llenan de abrazos y besos, de esos que saben a regaliz y sugus de cereza; y tendré que despedirlas como sólo ellas merecen. Si es que el volcán ése, cómo se llame, permite el despegue de su vuelo en dirección hacia ese norte más lúcido.

Pero imaginemos en todo caso que sí, que el viernes (me gustan más los viernes que los sábados), me visto enterita de azul y me acodo en una barra cualquiera y entonces apareces tú, quién quiera que seas, ofreciéndome tu mano y diciéndome, tú sabes, que éste es un pueblo de perdedores, y nosotros hemos nacido para ganar. Que tu coche nos espera fuera y no debemos perder un segundo, que el amanecer nos espera al borde de cualquier orilla (aunque para mí el único mar que cuente sea el áspero Cantábrico).

Porque me he pasado más de la mitad de mi vida esperándote, y aunque no seamos los mejores, nunca lo fuimos; aún queremos seguir estando vivos y la música nunca ha dejado de sonar.




P.D. Anne Sheridan

Out


Ni se imaginan lo cansada que estoy... aunque siga subiendo cinco pisos a pie.


(De)construcción




[...] Pero dime
-si puedes-
¿qué haces,
allí,
sentado,
entre seres ficticios
que en vez de carne y hueso
tienen letras,
acentos,
consonantes,
vocales?

¿Te halaga,
te divierte
que te miren,
se acerquen,
y den vueltas y vueltas
antes de permitirles
echarse,
como un perro,
en tus páginas yertas?

[...]

Allí están las ventanas
que te dan un pretexto
para abrir bien los brazos.

Asómate al marítimo
bullicio de las calles.

¿No oyes una sirena que llama desde el puerto?

Oliverio Girondo


P.D. Mirna Loy y Cary Grant en "Mr. Balndings build his dream house" (Los Blanding ya tienen casa).

jueves, abril 15, 2010

Around me



A veces... sucede.

Sin noticias de Gurb



Me siento extrañamente bien y no me gusta. No tengo motivos y si me alejo de mi victimismo dejo de ser yo misma. Tengo un trabajo que odio y excepto un mísero sueldo mileurista a fin de mes no me aporta absolutamente nada, sólo madrugones. Una mala salud de hierro, nunca tengo gripes, ni catarros, en mi casa no hay ni una simple aspirina; pero estoy siempre cansada y sufro de una anemia crónica y galopante de la que jamás logro librarme. Ayer me compré un cubo de Rubik y una entrada para un concierto de Rapahel. En eso consiste mi vida, en inventar formas de perder el tiempo y cultivar mi lado más bizarro. Ni siquiera tengo ganas de esforzarme por construir “algo”, he sacado un billete de avión para unas vacaciones que no serán vacaciones, la posibilidad de un traslado se esfuma, mi compañera (la única) de fatigas laborales será cesada en breve, sigo sin noticias de Gurb y no pierdo la sonrisa. ¿Qué me está pasando?

Si lo único que yo quiero es que me lleve la corriente...

P.D. Marilyn Monroe en "Niagara".

martes, abril 13, 2010

La vida es una tómbola (de luz y de color)


"que somos nosotros los culpables
y que no es culpa nuestra que seamos culpables
y que somos culpables por ese mismo hecho
y que estamos hartos con ello
lo sabemos

que quizá no vendría mal callarse un poco
y que a fin de cuentas no vamos a callarnos
lo sabemos
lo sabemos

y que a nadie podemos ayudar verdaderamente
y que nadie verdaderamente puede ayudarnos
lo sabemos

y que somos tan inteligentes
y libres para elegir entre la nada y lo nulo
y que debemos estudiar este problema muy cuidadosamente
y que echamos dos terrones de azúcar en el té
lo sabemos

[…]

y que todo esto no es nada nuevo
y que la vida es preciosa
y que eso es todo
lo sabemos
lo sabemos

lo sabemos perfectamente bien
y que lo sabemos perfectamente bien
eso también lo sabemos"

"Poesías para los que no leen poesías” de Hans Magnus Enzensberger



Para una vez que soy yo la cuerda, la sensata, la que está en el lado soleado de la calle… échale dos terrones de azúcar a la vida.



P.D. Elisabeth Taylor en "Elephant walk" (La senda de los elefantes).

Cuestiones


El problema, que no es problema, es que yo estoy aquí, y conmigo me he traído mis dudas, mi sempiterna inseguridad y mis carencias. La cuestión es que tú estás allí y te has dejado flotando cual perfume tus dudas, tu inseguridad de ida y vuelta y tu falta de carencias. La humedad afecta a estos huesos demasiado cansados para un equipaje tan pesado. Pero tú no lo sabes, no preguntas; cierta ignorancia es cómoda aunque yo no cese de hacerlo. Es el papel que me ha tocado en el reparto, la de inquisidora disfrazada de hada buena que empuña un látigo travestido de varita mágica y que va a devolverte al lugar que siempre has tenido derecho de ocupar. Aunque me temo que el papel me viene grande…

P.D. Paulette Goddard en “Modern times” (Tiempos modernos).



Veo Lost (Perdidos), y es una de esas series que veo en versión original, generalmente con subtítulos. No tengo criterio para determinar cuáles veo dobladas y cuáles no; aunque el doblaje que le hacen a Eva “Gabrielle Solís” Longoria-Parker, por ejemplo, sea motivo más que suficiente para pasarme a la V.O. Pero me disperso… y lo dicho, veo el capítulo ése en el que nos explican el origen de Richard Alpert (ya saben, el que usa más eye liner que Jack Sparrow y yo juntos), resulta que es canario, tinerfeño, para más señas, y se pasa media película hablando en cubano. Pues bien, en un determinado momento, cuando le dice a su amada Isabella que debe irse para salvarse (aunque ya esté muerta, paradojas made in Lost) ya que viene el humo negro, ése que se pasea ahora en el cuerpo de Locke; el avispado hacedor de subtítulos nos(me) regala uno de los mejores momentos del día de ayer (sí, lo sé, tuve un día especialmente soso) subtitulando el cubano con un “si me queréis, irse” y advirtiendo a modo de nota del traductor, ‘no hemos podido evitarlo’.

Y lo que quiero decir llegados a este punto es que no puedo evitar conmocionarme ante la cantidad de información inútil que almaceno, porque yo tampoco puedo evitarlo y recordar a la gran, grandísima Lola Flores. Y me pregunto por qué c* recuerdo yo la boda de Lolita en la Marbella de la ‘jet set’ cuando Gumilla aún salía en el Hola y me cuesta tanto avanzar en cambio con la Ley de Expropiación Forzosa.

lunes, abril 12, 2010


Me resulta relativamente fácil asumir mis propios errores y equivocaciones. Una se traga las ganas y el orgullo; se lame las heridas de haber tropezado por enésima vez con la misma piedra, siempre se puede echar la culpa al azar que la hizo caer justo a tu paso; tampoco falla la búsqueda de las más peregrinas excusas, justificaciones varias, aludir a la mala suerte (una ha roto tantos espejos) y por supuesto, los demás siempre son culpables… pero al contrario, cuando una lo ha hecho (casi) todo bien o por el contrario no ha hecho absolutamente nada y es la otra parte la que falla; sin que sean necesarias las decepciones o esperanzas truncadas. No, simplemente estás ahí deseando estar en otra parte, haciendo lo correcto… que por una vez no resulta suficiente.

P.D. Rosalind Russell y Cary Grant en “His girl Friday” (Luna nueva).

miércoles, abril 07, 2010





Recibo un ultimátum, o cubro de una buena vez el papel de solicitud de vacaciones o me quedo sin ellas. Así que soy la última en elegir aunque con la ventaja de que no tengo que ponerme de acuerdo con nadie y puedo tomarme cualquiera de los 365 días del año que restan si quitamos los meses de enero, febrero, marzo y siete días de abril correspondientes.

Durante cierto tiempo estuve obligada por decreto dictatorial a quedarme siempre con julio y/o agosto; repartiendo quincenas y semanas, sumando días y restando moscosos. Así que ahora, cuando por fin estoy libre de calendarios, obvio esos meses en la medida de lo posible y elijo junio y septiembre; que como yo, y los miércoles como hoy, están en medio de ningún lado.

P.D. Grace Kelly y Cary Grant en “To catch a thief” (Atrapa un ladrón).

Impar



Jean “Barbara Stanwyck” Harrington a Charles “Henry Fonda” Pike:

-"See, Hopsy, you don't know very much about girls. The best ones aren't as good as you probably think, and the worst aren't as bad. Not nearly as bad.”

“The lady Eve” (Las tres noches de Eva).




Me pregunta E. si siento ilusión. Supongo que sí, que la respuesta es afirmativa. Es lo correcto, ¿no?, lo normal… y probablemente así sea. Pero de ser así, por qué me tomo un par de segundos de duda antes de asentir vigorosamente como tratando de despejar las dudas, las mías, con el movimiento de mi cabeza.

Si ahora nos cruzáramos por la calle probablemente no le reconocería. Ni siquiera sabría decir qué ropa llevaba el día que nos conocimos y apenas han pasado dos semanas. Cierto es que estas minivacaciones han tenido un efecto amnésico y que por momentos hasta he olvidado quién soy, dónde estoy, de dónde vengo y a dónde voy.

Aún me quedan dos para comenzar a ejercer los recuerdos...

Bang… right between the eyes, que diría el Bruce.

P.D. Olivia de Havilland y James Cagney en “The strawberry blonde”

martes, abril 06, 2010



Voy al supermercado, justo antes de cruzar la calle e ir a la farmacia de enfrente; cuando en realidad el proceso debería ser el contrario. Pero de eso sólo me doy cuenta luego; tengo intención de comprar helado, aunque acabe comprando directamente el dulce de leche. La dosis de ibuprofeno más necesaria que nunca. Esos días en los que una está encantada de conocerse me nublan las entendederas y miento, de nuevo. Así que entro en el supermercado y me encuentro con esto en el hilo musical, que siempre me hace sonreir, bailar y recordar a los Stukas...

Érase una vez




Dije que era una mala actriz, no que siempre contara la verdad… No entiendo por qué crees todo lo que te cuento.



P.D. Lana Turner en “They won’t forget”.

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