domingo, diciembre 19, 2010

La neta, qué razón tenía el Sabina (por una vez, y sin que sirva de precedente), quién riera como llora Chavela




Ya imaginarán que si no tengo capacidad para hacer la crónica de un concierto de rock, menos aún la tendré para hacerla de una noche en la ópera, aunque al fin y al cabo nadie vendrá a aquí a leer eso, en todo caso, qué mal, pero qué mal la soprano en el primer acto y cómo se vino arriba en el segundo (aunque el papel de Adina ofrezca poco lucimiento al principio)... y como yo soy la reina de las contradicciones, después de Donizetti me fui de reventón y mi paloma negra particular agarró por su cuenta la parranda dejándome entre unas cuantas Pacífico y más de un caballito; entre guitarra y canciones de ida y vuelta de un mariachi desacompasado... pero qué bueno, porque por primera vez en mucho tiempo, y no, no eran los efectos colaterales de un tequila reposado, fui yo... y hasta disfruté haciendo de mí misma.

Y sí, los puriticos caballeros mexicanos te acompañan hasta la puerta y no más...



P.D. Maria Felix

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