martes, abril 28, 2009

De vuelta a casa tras un fin de semana madrileño alargando el domingo y apropiándose del lunes, que a su vez se viste de martes.

Deseando volver a mi rinconcito de Ikea, a mi no tan viejo, pero cansado y maltratado, ordenador, declarado en huelga y a la espera de que unas manos expertas, no las mías, le ofrezcan algún remedio.

Una llamada pendiente, preludio de esa cita que ya se va postergando dos meses (y debo recordar pagar la viñeta y mirar los vuelos a Londres para el 30 de mayo).

Los agradecimientos de rigor. A Y. y a C., que una vez más y ya he perdido la cuenta de cuántas van, me ofrecieron su hospitalidad, su casa, sus risas, cervezas y comida china. A G., que no permitió que fuera sola al concierto y aguantó estoicamente las dos horas y hasta aplaudió por momentos.

Ricardo, tan bello mi Arjona, que hizo posible lo imposible, verle en vivo y en directo en todo su esplendor de metro noventa, marcando bíceps de camiseta negra con una acústica excelente, mejores músicos y sin defraudar con la puesta en escena, no tanto con el set list. Lleno en el Palacio de los Deportes, entradas agotadas por un respetable de puriticos emigrantes, aunque españoles haberlos, habíalos, incluido uno de Parla. Se me hizo corto, apenas rozó las dos horas (supongo que G. no opinará lo mismo).

Daba la impresión de que allí había dos tipos de público, las que agradecían y coreaban a voz en grito haber cumplido los 40 y una minoría de españoles desubicados a los que probablemente Arjona nos guste por otros motivos, y de esos no nos ofreció demasiados. En todo caso agradeciendo que desorganizase lo organizado, la jam-session improvisada a base de Galería Caribe, el Mojado a guitarra y voz y la inmortal Historia de taxi.

Espero que ése fuera el comienzo de una larga amistad y a partir de ahora cruzar el charco pase a convertirse en algo habitual.

Imperdonable por cierto el que en la pista obligasen a estarse quietecitos y sentados, lo que en mi opinión le restó calor al concierto. No fue lo mejor de mi vida, pero pese a todo repetiría (y repetiré), y a escasos dos metros, sólo reiterar lo que repetía sin cesar una colombiana a mi vera con su dulce acento… qué bello.

martes, abril 14, 2009

Is there anybody alive out there?



No poseo talento. Nunca llegaré a escribir ficción, ni siquiera lo intento. Tan sólo escribo lo que me pasa... pero no todo. Yo también tengo una cara B. Un blog para hablar de lo que no hablo en este otro blog, para contar esa parte de mí que que tanto me asusta y que no merece la pena que vea la luz. ¿Y por qué digo esto? Pues, verán, yo sólo escribo sobre mí, el único tema que domino, a ratos, y probablemente lo que más me divierte. Muy de cuando en cuando evoco a otros, los que tuvieron la mala fortuna de cruzarse conmigo, y aún más raramente recupero historias ajenas.

Hace poco escribí sobre una vieja historia. Alguien me recordó que ya habían pasado siete Semanas Santas desde entonces (no sólo es que tenga mejor memoria, probablemente también motivos). No, no era yo la protagonista, pero sin venir a cuento la recuperé y me apropié de ella, la conté. No di nombres, ni datos, ni fechas, ni insinuaciones... tan sólo un par de frases deslavazadas. Las suficientes en todo caso para que alguien se reconociera y reconociera.

Curiosidad por saber quién nos lee, imagino, tenemos todos. Deseos de ser reconocidos pero no conocidos, también. ¿Y qué sucede cuando alguien que te conoce "ahí fuera" te lee? Descubre tu blog por casualidad infinita o pertinaz alevosía. En qué posición se queda cuando cuentas sin querer mostrar y dices cuando deberías callar.

Aunque me plantee seriamente lanzar este ordenador por la ventana, una vez abierta, la opción más sensata será hacer unos pequeños arreglos que pasan por formatearlo, teniendo que instalarlo todo de nuevo con las pérdidas que se quedarán en el intento. Se me ocurre dejarles deberes durante ésta, mi breve ausencia.

¿Me harían el favor de manifestarse? No necesito nombres y apellidos, ni ubicaciones, ni siquiera motivos. Sólo saber que hay alguien ahí. Ni siquiera tiene que ser público, por algún lugar de mi perfil debe de andar mi dirección de correo electrónico (una de ellas al menos, ya va siendo hora de economizar también en direcciones de email). Tan simple como cuando levantábamos la mano a primera hora en el colegio con un "presente".

Bríndenle un aliento a mi curiosidad vencida y a cambio yo les ofrezco, no sé, tal vez saciar la suya.


martes, abril 07, 2009

Are you tired of me my darling



Llevo todo el día tarareando esta canción. Siempre me gustó la versión que escondió Javier en aquel primer disco. Tantos años después sigue pareciéndome preciosa.



P.D. Como curiosidad, la rubita es Ana Serrano o Ana Laan o Rita Calypso, la señora de Drexler antes de que éste se fuera con la Watling, y la otra o mucho me equivoco o es su ex-cuñada. Todo queda en familia.

Pequeñas comodidades


Yo soy
mi propia secretaria
mi propia
cocinera
mi propia modista.


Yo soy la que
escribe mis poesías
y mis relatos.


No tengo
ningún ayudante
que haga mis recados,
que ordene mis papeles,
que ponga al día mi trabajo,
que mande los
correos electrónicos,
que conteste a mis mensajes
o que hable
con quien haya que hablar.


Soy autosuficiente
y voy a seguir
siéndolo,


soy una mujer,¡vale!


Roxana Popelka




lunes, abril 06, 2009

A Nebroa


A veces no hay que tener motivos, simplemente porque sí, porque me apetece, me late... porque me da la gana y te mereces unas risas y estoy segura de que a ti, como a mí, esta canción te hace dibujar una enorme sonrisa... quiero oirte desde mi norte cantar a pleno pulmón...

"Well I got some beer and the highway's free
And I got you, and baby you've got me.
Hey, hey, hey what you say Sherry Darlin'"





Vestida de domingo



Ayer, como casi todos los domingos independientemente de la hora a la que me haya acostado el sábado o de lo que haya hecho, fui a misa. Sí, no me lean con esa cara, esta que aquí escribe es católica, obvio lo de practicante porque no concibo ese sustantivo sin ese adjetivo, y voy a misa los domingos y fiestas de guardar.

Mentiría si dijera que soy una ferviente creyente, porque no lo soy, envidio la fe de por ejemplo mi madre, que en la religión y en sus rezos encuentra permanentemente amparo y consuelo. Al margen de que sea obvio que motivos para la excomunión tengo cientos, no me he caracterizado por ser precisamente fiel a determinados preceptos de la Iglesia. Me limito a los ritos, me reconfortan las iglesias, el silencio, la oscuridad, el olor a incienso y la cera ardiendo. Habrá quién dirá que para el estrés y las tensiones está el yoga y el pilates y no la religión, pero si a estas alturas, ustedes que me leen, no han puesto en duda mi cordura quizá sea el momento de que lo hagan. Tampoco importan los motivos. Una férrea educación religiosa en un colegio de monjas, una familia tradicionalmente practicante y de fuertes convicciones católicas, tal vez la costumbre, el ejemplo a seguir de cierta Iglesia que quizá no coincida del todo con la jerarquía eclesiástica. En todo caso carece de importancia.

Suelo ir a misa a las diez. Nada de la grandilocuencia de la misa de doce en la catedral o en San Juan. No, un humilde convento de frailes en un barrio obrero donde la envejecida feligresía ronda una media de 70 años y no luce ni visones ni collares de perlas. Donde uno es católico a secas, sin apellidos de Opus Dei, ni de catecumenados, ni de kikos, ni de Legionarios de Cristo, tan aficionados últimamente a tomar las calles y en erigirse, con permiso de la curia, en la voz de los cristianos.

Ayer, Domingo de ramos, inundada la iglesia por el laurel y el romero, fiel a mi cita. Misa, periódico y croissants para el desayuno (que una desayune sola no implica que tenga que hacerlo mal) y a mi regreso, dando un largo rodeo, cuando a una no la espera nadie en casa nunca se tiene prisa en regresar, me cruzaba con parejas engalanadas de domingo frente a mis vaqueros desvaídos. Ellas, encaramadas en sus tacones y luciendo piernas sin medias, es Ramos y hay que estrenar el vestidito de tirantes comprado en Zara, maquilladas como puertas, recién retocadas las mechas el viernes y peinadas en la peluquería el sábado. Arrastrando al niño de turno en pantalones cortos con las piernas moradas del frío entablando una batalla de samurais con el primo que aún tiene más frío, un par de años menos y empuña sin demasiada convicción esa palma regalo de la abuela sin tener la menor idea de su significado. El padre, por su parte, que se quedará fumando un cigarrillo con los otros padres a la puerta de la iglesia mientras la madre entra con los niños, lleva de su mano a la hija, que más bien parece un repollo con lazos, su vestidito rosa, la rebeca insuficiente a la cintura y la dignidad con la que se pasea palma en alto. Y yo, pese a ser del vive y deja vivir, no puedo evitar que me irrite toda esa impostura. La historia que siempre se repite en las bodas, bautizos y comuniones. Ni que andara falta la Iglesia de falsedad e hipocresía.

domingo, abril 05, 2009


Supongo que cierta dosis de vanidad es condición inherente a ser blogger. Vanidad, exhibicionismo (aunque al final contemos menos de lo que realmente queremos contar) y un largo etc acabado en -ismo unido sin duda a la curiosidad por saber quién, cómo, desde dónde y por qué somos visitados. Esto último está al fácil alcance de todos con cualquiera de esos programas que te envían estadísticas, nº de visitas, localizaciones y hasta rutas de búsqueda. Siendo estas últimas una auténtica caja de Pandora.

La gran mayoría de los internautas que llegan aquí por casualidad vía google, generalmente y sin quererlo lo hacen bien precisando información, vídeos o fotos de la famosa en su momento orgía de Laviana (famosa en el internet al menos), condenados por tanto a la decepción, bien buscando datos sobre Rafael Arboleda, insigne locutor que fue, desconozco si sigue siendo, por un comentario que hice hace mucho tiempo, http://daeddalus.blogspot.com/2007/07/das-de-radio-i.html.

Y hoy, por extrañas casualidades he acabado en Youtube con un viejo anuncio de Larios al que él le ponía voz, esa voz por la que tantas noches suspiramos y que Abellán reclamaba en las mañanas de jungla, Rafita, pon la voz del anuncio de Larios, y él abandonaba su ligero acento andaluz, sevillano tal vez y nos transportaba de nuevo a las noches de cigarros encendiendo la noche.


Lo siento, pero no puedo evitar maravillarme con las extrañas búsquedas que emprende la gente en la red, algunas de las cuales llegan hasta aquí.

Alguien desde Madrid, un tipo sin duda, buscaba a eso de las 17:21 "dónde puedes follar más barato", hasta la crisis parece haber llegado al negocio del sexo.

Desolation row


"Now Ophelia, she's 'neath the window
For her I feel so afraid
On her twenty-second birthday
She already is an old maid.
To her, death is quite romantic
She wears an iron vest
Her profession's her religion
Her sin is her lifelessness
And though her eyes are fixed upon
Noah's great rainbow
She spends her time peeking
Into Desolation Row."


Dicen algunos, probablemente los que nunca han tocado fondo, que lo bueno de llegar al límite es que desde ahí ya sólo puedes subir, que más abajo no va.

Tengo serias dudas de cuál es mi posición actual, a ras de suelo en todo caso, aunque sin olvidar que todo lo susceptible de empeorar puede hacerlo. Brindo por ello mientras guardo un pedacito de este pese a todo luminoso domingo por si mañana lunes me hace falta.

sábado, abril 04, 2009

Theme from something really important*



Me llama, sorprendentemente me sigue dirigiendo la palabra. Pensé que tal vez iba a decirme que se casaba y que me invitaba a la boda o algo así. Pero no, sólo se ha comprado un piso, a medias, eso sí, con esa alma gemela (transcribo literal) que se ha echado. Lo de la boda venía a cuento porque la última vez que hablamos tras meses sin hacerlo, hemos vuelto a estar meses sin contacto hasta ahora, me despedí con un "el día que te cases me avisas, aunque no hace falta que me invites a la boda" y lo decía sin acritud, sin enfado y sin esconder ninguna otra intención excepto la de alardear de mi exquisito carácter y educación.

Por eso supuse que tras el prolongado silencio la llamada se debería a tan grata noticia, pero no, no se casa, aunque sigue feliz como un pichón con su enamorado, compartiendo un piso e hipoteca a medias porque es evidente que una persona sola no puede permitírselo (¿me lo dices o me lo cuentas?) y tras recordármelo me pregunta por mi futurible mudanza... ¿no acabas de decirme que es IMPOSIBLE pagarse un piso sola? Estoy buscando, pero como con los hombres, lo que puedo permitirme no me gusta y lo que me gusta no está a mi alcance.

¿Y hablando de hombres y no de mi alma gemela, qué tal te va con ése, cómo se llamaba? (Como si no lo supiera perfectamente). Y dudo si mentirle y hablarle maravillas de mi norelación, pero la cordura que amenaza con disiparse se instala de nuevo en mi cabeza y le digo y cuento la pura verdad, que intenta habitar el olvido, aunque parece ser más rápido y un prurito de orgullo se asoma y aclaro que fui yo quien le envió fuera de mi vida aunque no lo haya conseguido del todo y se empeñe en quedarse (pero si podemos ser amigos... podrás tú, no yo). Y fin de la conversación, que es un tema del que prefiero no hablar, pero cuéntame excelencias de esa alma gemela que no te has dignado a presentarme en dos años vete tú a saber por qué motivo. Y no sé si arrepentirme de haberle dado la palabra, porque habla y cuenta y la felicidad ajena por momentos me resulta indecente. Supongo que debe darse cuenta porque cambia de tercio sin hacerlo del todo y pasa a algo mucho peor, los consejos que parece ser a ella le resultaron tremendamente útiles. Debo de ser muy impaciente y sé que ha pasado sólo una semana, pero he hecho punto por punto todo y algo más de lo que ella me ha recomendado y de momento, nada.





*Travelling Wilburys


P.D. Barbara Stanwyck

viernes, abril 03, 2009

Ardiendo a un clavo



Arjona (mi Ricardo, el 26 de abril le pondré cara) ponía en duda que el mink y la mezclilla fueran a mezclarse. Y quién lo iba a decir, que llegaría ese día, aunque, y por seguir parafraseándole, llegáramos tarde. Nos reconocimos pese a todo en aquella mañana de invierno en el aeropuerto, yo me iba, tú venías. Quizá el destino quería avisarnos de lo que acabaría sucediendo. Recuerdo que la nieve se había hecho omnipresente desde hacía varias semanas, yo iba enfundada en abrigo, guantes, gorro, botas y bufanda, mi avión salió con retraso, y el tuyo al contrario llegó puntual, así que durante no más de tres cuartos de hora, desde que él nos presentó, y entre el bullicio de gente, maletas y despedidas, nos contamos un buen pedazo de nuestras vidas. Yo te miraba con curiosidad, me divertía tu cerrado acento mexicano, él hacía tiempo que lo había perdido y pensaba... pobrecillo, cómo le va a costar adaptarse al clima, a la gente, al idioma... Cada vez que vuelvo a pasar por ese aeropuerto mi mente se llena de las imágenes de aquel primer encuentro, los tres cafés sobre la mesa, tus maletas desperdigadas a su alrededor, los saludos y gritos de Nati que apareció de repente, y me arrastraba del brazo mientras preguntaba asombrada: ¿pero ése es el amigo?. Sí, ése era el amigo.




jueves, abril 02, 2009

Insisto


El rollito canSautor no es precisamente mi debilidad. Que alguien pusiera en duda que Ismael Serrano no se mereciera un puesto de honor (a la altura del PrínZipe Felipe como poco) en la honorable lista de los hombres más aburridos de España hace escasos días provocó tremenda discusión entre mi mismidad y la de un colega.

Va a ser que no, que el que aquí presento, Rafa, alias Rafita, Pons, uno de mis últimos descubrimientos no recorre esas sendas aunque nunca falte alguien para ponerlo en duda y en cambio otro alguien lo compare con el primer Quique González.

Y no, ni lo uno pero tampoco lo otro, ese Quique es sagrado desde el principio de los tiempos promocionado, ironías del destino, por el sosainas de Ismael (Ardiendo a un clavo y Romeo y Julieta). Más tarde llegaría esa desconocida (que lo fue) joya llamada "Personal" un disco que venero y veneré cuando nadie lo conocía y/o tenía y que nunca perdió su encanto cuando Quique González se fue convirtiendo en lo que es hoy, pese a que una siempre ha pecado en exceso y sin arrepentimiento del más puro esnobismo del tipo yoyaloescuchabayoconocíacuandonoeranadieytocabaantecuatrogatosenlaSantaSebeantesdeconvertirseenunbardeambiente.

Dicho queda. Acá les dejo a Rafa Pons. Creo, dudo, que alguna canción de su primer disco debe de sonar por algún rincón de este no humilde blog, las únicas en todo caso que me gustaban de ese disco, "Mal te veo". La del contestador y la que cantaba con Aurora Beltrán (la Janis Joplin española, bien, sé que la comparación es odiosa y probablemente inexacta, pero nunca he entendido la poca recompensa que su talento ha cosechado, también creo haber hablado de esto en algún rincón).




Puede ser una buena banda sonora para terminar este jueves casi viernes... me gusta su voz, me gustan sus ojos.

Directo al olvido


Decía antes que éste había sido un día de mierda. Bueno, lo ha sido hasta ahora. Por un lado saber que tengo una cita con Mr. Cohen me ha devuelto la sonrisa, por otro, un motivo absolutamente surrealista vía email del que tal vez hable en otro momento (lo siento Shami, no creo que me resista a contarlo públicamente) la ha refrendado (pese a mi corte de pelo).

Tras pasar dos dias sin salir de la cama excepto para visitar a mi médico de cabecera ("chata, lo que te ha pasado es que tu cuerpo ha dicho 'basta' ", es lo que tiene la confianza y los años de visitas a domicilio). El estrés, los madrugones, no comer o comer a destiempo y de mala manera, los nervios, la soledad, las prisas, los problemas, los dolores, la puñetera señorita de rojo y yo negándome a que me diera la baja, que en casa me agobio, que no sé qué hacer, que los días se me hacen eternos y mis deseos son órdenes y hoy vuelvo al trabajo más muerta que viva, tras dos días sin probar bocado (si al menos me hubiera hecho perder un par de kilos) y arrastrando dolor de ovarios y mal humor y una montaña de expedientes sobre mi mesa y una mierda de curso sobre la Ley de contratos de las Administraciones Públicas que no sé para qué he pedido y al que le debería estar dedicando este preciso instante. Tengo que entregar un supuesto el lunes y sé de facto que si no lo hago hoy ya no lo haré en todo el fin de semana, que no tendré ni ganas (las mismas que no tengo ahora) ni tiempo. Me espera un fin de semana largo y lleno de cosas por hacer, y no, no tengo planes, ni una escapada romántica, ni una aventura desenfrenada ni cena a la luz del rocío y citas a ciegas, ni una habitación de hotel ni tequila ni cervezas. Más bien tendré que quitar el polvo, y hacer camas, y adecentar el jardín y poner flores en los jarrones y hacer sitio en los armarios y sacar toallas, que vente de Alemania, Pepe, incluida la novia de mi sobrino mayor que increíblemente a punto está de cumplir los 18, si parece que nació ayer (claro que obviamente yo era una cría cuando nació, y lo era literalmente, aclaro).

Pero volviendo a lo estaba contando el día apuntaba maneras. Comenzó bien y cuando llegué al aparcamiento de la estación a eso de las siete y media de la mañana, más tarde de lo habitual, hoy me lo merecía, había milagrosamente sitio libre donde aparcar, pero como todo lo bueno de hoy (hasta ahora) no ha sido más que una ilusión cual sería mi sorpresa cuando a eso de las cuatro me bajo del tren y me encamino hacia mi coche y por segunda vez en un par de semanas lo encuentro rodeado de vallas y con un letrero que dice "prohibido aparcar por obras". Cartelito que evidentemente no estaba esta mañana, y carajo, en mi pueblo esas cosas se hacen con antelación, te encuentras un letrero que dice que tal día a partir de una hora cualquiera no se puede aparcar y una va sobre aviso y no se le ocurre aparcar allí (al menos no a mí) o si lo tiene aparcado lo retira, pero no se coloca con traición y alevosía a las doce de la mañana (reitero, por segunda vez en dos semanas) y se plantan cual pensamientos en otoño unas hermosas vallas rojas y blancas rodeando e impidiendo la salida de los incautos coches aparcados e ignorantes.

¿Y qué hacer? Pues apartar alegremente las vallas y montarse en el coche e irse pitando de allí entre los improperios y risas varias de media docena, por lo menos, de obreretes.

-"¿Pero qué haces, cuca?" (Tú yes de la Cuenca, oh... por lo de cuca, digo).

-"Pues qué voy a hacer, coño. Sacar el coche. Aunque no tengo ningún problema en llevarme por delante la valla para sacarlo... Y esto no estaba esta mañana aquí, joder". (Juro que nunca digo tacos, pero las risas en manada y no precisamente de lobo estepario me exasperan y sacan lo peor de mí, que haberlo, haylo).

Más risas...



Como terapia se recomienda cantar a pleno pulmón "Voy persiguiendo la luna".

Halellujah


Qué ruina de año, se anuncia a Fogerty, a la grandísima Lucinda, pasaron los Killers, Anthony and the Johnsonns y AC/DC (sin entradas), vendrá Bruce, Arjona... y yo que ya pensaba morirme sin escuchar Suzanne en directo me llevo la inesperada alegría, lo único bueno de este día de mierda, de saber que Leonard Cohen (arruinado por su ex-manager y amante, todos a una) vuelve a la carretera y el 31 de julio visitará Gijón. Haciendo malabarismos, pero allí estaré, que ganas le tengo. Ya sólo me queda escuchar un día cualquiera Point blank en directo y puedo irme al otro barrio tranquilamente.

miércoles, abril 01, 2009


Un no es un "NO" y el silencio la más elocuente de las respuestas... que te lo tenga que recordar a estas alturas. Maldito Bryce, que cantaría Sabina, tener que pensar después de tantos años que éramos mejores por carta.

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