lunes, diciembre 31, 2007

KT Tunstall



"And my heart hit a problem, in the early hours,
So I stopped it dead for a beat or two.
But I cut some cord, and I shouldn't have done it,
And it won't forgive me after all these years."

Black horse and the cherry tree

Insomnios y duermevelas

Mucho antes que mediocre bloguera fui voraz lectora de blogs. Me aficioné a asomarme cada día a determinadas ventanas, muchas de las cuales aún visito a diario, y tirando del hilo acabé conociendo infinidad de blogs, divertidos muchos, interesantes los menos, que me hicieron pensar que si ellos sí, por qué yo no.


Me asombra cómo ha crecido este tinglado en apenas, digamos, tres años. Casi parecería que a día de hoy todo el mundo tiene un blog y aquella pregunta del "estudias o trabajas" tan antigua ya, tendría que sustituirse por el "blogueas o no blogueas", para pasar a la siguiente pregunta, "qué tipo de blog es el tuyo, dónde se encuadra, cómo se clasifica". Porque los blogs a día de hoy ya no son meramente anónimos, sino que tienen nombre y apellido, y no necesariamente el de sus autores.

Cada vez más abundan los blogs de contenido erótico-sexual, bastante aburridos. Me corrijo, no pretendo ofender a nadie, en el hipotético e improbable caso de que la ofensa quepa, así que diré que yo los encuentro tremendamente aburridos. El sexo como espectáculo (léase la pornografía) me aburre, y la delgada línea que separa el buen gusto y el erotismo de los comentarios bizarros y fotos explícitas hasta el punto de que yo las calificaría como ginecológicas, es muy delgada y en exceso traspasada, en mi no humilde opinión obviamente.


En cambio encuentro mucho más divertidos los dedicados a la moda, tendencias y complementos, en este orden, y esta última semana he hecho un delicioso descubrimiento en forma del blog de una chiquita de edad imprecisa, aunque me apuesto lo que no tengo a que tiene menos edad de la que aparenta (unos 30) dedicado a la moda en general y a sus trapitos en particular. Básicamente lo que se muestra en él es a la autora en diversas poses en lo que parece ser el vestíbulo de su casa, pues el escenario se repite invariablemente fotografía tras fotografía, mostrándonos su vestuario con todo lujo de detalles, marca, lugar de procedencia, fecha de compra, y lo mismo exhibe su última adquisición Zarera (sus compras como las mías son muy de andar por casa) que nos muestra un vestido con dos opciones, botas blancas o botas negras, para que el estimado lector vote y elija qué combinación es la más adecuada. Uno de sus últimos post estaba dedicado a las cenas de empresa y posaba luciendo tres modelos diferentes para que en justa votación se eligiera cuál era el más adecuado para que ella lo luciera esa noche. El ganador, como dato curioso, fue un vestido de Zara (cómo no) y que yo también poseo.

Que cada cuál usa su blog para lo que le venga en gana es algo obvio, pero me resulta terriblemente turbador aunque yo no me pierda sus actualizaciones o precisamente por eso y me muerda la lengua en mis críticas, que esa chica es capaz de lo mejor y de lo peor, estéticamente hablando, digo.

Curiosamente el grado de exhibicionismo del que hace gala me parece infinitamente mayor del que muestra un tal Pepe Pérez mostrando su supuesto pene (supongo que él diría polla) y ofreciendo estancia en un balneario (no sé si en su compañía o en la de su falo) a cambio de boca de mujer (que busque boca).

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