sábado, junio 20, 2009

Apostasía

Sí, bien sé que los príncipes azules destiñen al tercer lavado pero de veras quiero creer que hay alguien ahí, para mí.

También sé que elijo siempre mal, que me tientan en exceso los abrazos comprometidos y los regalos fortuitos. Pero estoy dispuesta a reformarme, tan sólo quiero la oportunidad para poder demostrarlo.

Resumiendo (que no siempre es gerundio)


Cobardía y mezquindad, a partes iguales y bien agitadas. Un manojo de explicaciones entre volutas de humo y cervezas apuradas. Manos que gesticulan su nerviosismo y contradicciones. No sos vos, soy yo. Le debo tanto o me lo debo a mí misma.

Cuando todo terminó le dije a mi conciencia que nada había pasado. Durante un tiempo debió creerme y me permitió dormir por las noches.

Desafiando


Hoy me levantado y tras desayunar me he vuelto a meter en la cama. No tenía nada que hacer, nadie me esperaba, ni planes ni citas y ni siquiera sueño, pese a que por la ventana un sol radiante invitaba a desperezarse (duermo con la ventana abierta y la persiana subida). A medio vestir me tumbé de nuevo y acabé por dormirme hasta las doce con la esperanza de que al despertarme el verano se hubiera ido.

No hubo suerte.

Related Posts with Thumbnails