lunes, abril 12, 2010


Me resulta relativamente fácil asumir mis propios errores y equivocaciones. Una se traga las ganas y el orgullo; se lame las heridas de haber tropezado por enésima vez con la misma piedra, siempre se puede echar la culpa al azar que la hizo caer justo a tu paso; tampoco falla la búsqueda de las más peregrinas excusas, justificaciones varias, aludir a la mala suerte (una ha roto tantos espejos) y por supuesto, los demás siempre son culpables… pero al contrario, cuando una lo ha hecho (casi) todo bien o por el contrario no ha hecho absolutamente nada y es la otra parte la que falla; sin que sean necesarias las decepciones o esperanzas truncadas. No, simplemente estás ahí deseando estar en otra parte, haciendo lo correcto… que por una vez no resulta suficiente.

P.D. Rosalind Russell y Cary Grant en “His girl Friday” (Luna nueva).

5 perdidos en el laberinto:

Luis dijo...

Lo peor no es tropezar en una o muchas piedras.. lo peor sería no levantarse y seguir... y si como pasa a veces que vemos la piedra con la que podemos tropezar, lo mejor es apartarla del camino... y tu.. sabes que puedes....

Paciente Asturiano dijo...

De todo se aprende, de lo bueno y de lo malo. el caso es no desfallecer nunca aunque tengas ganas de ello.

L dijo...

No podemos camciar nuestra forma de actuar, aunque sepamos que nos va a suceder lo mismo. Lo importante es comprender y saber que tienes q recomponerte y seguir tu camino.

Rose Kavalah dijo...

:) entre Luis y el Paciente Asturiano acaban la cara.

a todo esto, me gusta muchísimo eso de "lamerse las heridas", me recuerda a mi gato.

Fernando Gili dijo...

Mi querida amiga, lo mejor de tener varios caminos a escoger (dos como mínimos) es que siempre podemos echar la culpa al azar.
Mi azar es un gran culpable, yo soy inocente de todos mis errores.
Y por la noche duermo como un bebé.
¿Inmaduro? Seguramente.
Pero duermo como un bebé.

Siempre suyo
Un completo gilipollas

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