España huele a ajo
Mi hermana lleva unos días de visita por aquí. Ella vive a un puñado de miles de kilómetros y de cuando en cuando me (nos) visita. No es que se venga de vacaciones, no, ella viene de visita. Sólo viene a España “de vacaciones” si el destino es Mallorca, el resto de la geografía española no debe de ser digna para ella y realmente no entiendo a qué viene si se pasa la escasa semana de estancia quejándose de todo, especialmente de lo retrógrados, paletos y simples que somos los españoles, como si ella no fuera tan española como cualquiera, por muchos años (que no son tantos) que lleve viviendo en su civilizado norte.
Pues eso, que se ha venido unos días y el viernes quedamos en que ella me recogería a eso de las dos, a la salida del trabajo para comer juntas. Yo invitaba y ella elegía restaurante. Previamente ella había quedado con un par de viejas amigas, de esas de toda la vida que una conoce desde el colegio y que si no calculo mal estarán rozando los 35, y es que el dato de la edad es importante.
Hacia años que no las veía, probablemente los mismos que mi hermana lleva fuera de España. Coincidimos escasos cinco minutos mientras mi hermanísima se despedía de ellas y me recibía a mí pues la habían acompañado a mi recogida. Los besos y saludos de rigor, el no has cambiado nada, te has cortado el pelo, qué tal tu niña (una de ellas es madre), trabajo, amores, etc, etc… vamos la tópica conversación cuando no tienes nada que decir y menos ganas e interés aun. Pero eso sí, jalonada de “jo tía” y yo que pensaba que a los 35 una ya no usaba ese término. Realmente yo no lo usé nunca y las personas de mi entorno lo abandonaron al cumplir los 22. No miento si digo que me irritaba. Miraba de reojo a mi hermana consciente de lo cuidadosa que es ella con el lenguaje y no podía comprender como asentía plácidamente ante cada nuevo “jo tía”.
Tal vez la desfasada sea yo y el “jo tía” sea tan eterno como la laca.
1 perdidos en el laberinto:
Pues si que se oye por ahí eh...Sin ir muy lejos mi jefa lo dice. Y pasa de largo de los 35, por cierto.
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