Extraña, como un barco a la deriva sobre las olas del diluvio
Ayer me vestí de domingo, pero sólo cinco minutos antes de salir por la puerta cambié de idea y haciendo malabarismos, he llegado a ser una experta en recorrer cremalleras por mi espalda, me quité el vestido, me puse los jeans de diario y me vestí de negro y plata, consiguiendo, pese a todo, ser fiel a mi puntualidad casi británica.
Ayer me peiné, y hasta me sequé el pelo, y supongo por eso volvieron a besarme, no una, ni dos, sino varias veces; pero tuve que hacerlo con los ojos abiertos, porque si los cerraba sentía que eran otros labios los que lo hacían; diez años y un mes después. Y sentía que los dos últimos abrazos que di o recibí en este otoño que tan esquivo me está resultando, dos ciudades distintas, dos escenarios distintos, dos personas diferentes en diferentes aceras, dos chaquetas de cuero casi iguales; duraron segundo y medio más de lo preciso, y que ninguno de los dos se dibujó con un beso; que me hubiera gustado, que me besara como nadie lo ha hecho en diez años desde la última vez que él lo hizo, que me hubiera gustado despedirme con un beso de ti.
Y anoche, mientras otro lo hacía bajo la lluvia de madrugada, siempre oportuna para camuflar mis lágrimas negras, abría los ojos para evitar sentir y querer y pensar y desear que eras tú el que lo hacías con lo besos que hace una década él me brindaba.
Que el mundo es injusto, chaval, bien lo decía Sabina... que yo también sé jugarme la boca, yo también sé besar.
"No lo digas, no levantes la voz
No me pares, no lo quiero ni oír
No me pidas que contemple esa opción
No he venido para verme llorar al espejo
Esta noche
No entra en mis planes remover el baúl
Sólo aguardo a poder recordar
Calendarios que un día guardé bajo llave
Y hoy vuelven a estar en mis sueños
De esta noche
No contaba con verme caer
No contaba con precipitarme
No contaba con aparecer,
tras volatilizarme
No contaba con esto
Ahora es tarde, tú ya debes dormir
No me esperas, al menos por hoy
Mis promesas siguen en pie
Mis recuerdos no dejan de hablarme de ti
cada noche
No contaba con verme caer
No contaba con precipitarme
No contaba con aparecer,
tras volatilizarme
No contaba con esto
No contaba con eso".
P.D. Whitney Blake
13 perdidos en el laberinto:
¡Qué dificil conformarse con lo que se consigue cuando se recuerda lo que se quiere!
Las lágrimas negras son las que más pesan. Mucha carga llevas. La boca es de quien mueve el cuerpo, y éste de quien recuerda y vive ahora y luego
Por eso yo sólo beso cuando sé que nadie más se me vendrá a la cabeza, porque lo contrario no sé si podría soportarlo...
........
- Guille: Suele pasar cuando no se consigue lo que supuestamente se quiere.
- Elena: El rímmel es lo que tiene.
- Aida: Se soporta... aunque te sientes un poco más vacía, si cabe.
-Blogboreta: ...
Por joderle el comentaro al enfermo.....Pero follaste o no?
Ahora en serio...Difícil. No imposible. El día menos pensado, lo mismo, y si decides cerrar los ojos, te sorprendes enamorándote de otros labios. Tal vez de otra sonrisa. De otras manos. De otra piel...
Un besote!
Esa canción... esa canción, uff...
Respecto al beso, bueno, llenarnos la boca de ellos, aunque no sea del líquido esperado, a veces alivia las llagas. Y otras veces las hace más grandes. Pero si no te arriesgas, de qué vas a enterarte?
Si no se intenta complicado saber cuándo habrá llegado el momento de cerrar los ojos...
La reina del optimismo absurdo... un recuerdo, aunque sea doloroso, es algo hermoso a lo que agarrarse. Tú tienes los besos, y seguro que mucho más. No es malo recordarlos en los besos de otros, no lo es.
Algún día alguien te besará como nadie te ha besado. Seguro.
El momento de cerrar los ojos, cuando llega, lo hace sin avisar, a traición. No hay voluntad que pueda oponérsele.
Buena semana, buenos besos.
H.
Es bueno que la vida siga su curso, el tiempo termina por emborronar los recuerdos, los difumina y sólo queda de ellos lo que queremos que quede.
- Vir: Y algún día dejarán de besarme y entonces puede que hasta eche de menos esos besos que no saben a nada, o no... Me gusta tu optimismo absurdo, tendré que robarte un poco.
- Huntter: Y mientras llegue y no llegue, pues eso... que a lo mejor nunca llega.
- Marikosan: Es lo bueno de poder manipular la memoria a nuestro antojo, que al final sólo nos quedamos con lo bueno.
Entonces lo haré yo, no te preocupes, mis besos saben a nada, así no tendrás que echar nada de menos. En cuanto lo vuelva a encontrar te lo regalo, no hace falta que lo robes.
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