lunes, septiembre 13, 2010

Another calling: my own words coming back





"Maniquí desnudo entre escombros.
 Incendiaron la vidriera, te abandonaron en posición de ángel petrificado.
 No invento: esto que digo es una imitación de la naturaleza muerta. 
Hablo de mí,
 naturalmente".

'Se prohíbe mirar el césped' de Alejandra Pizarnik




Para qué vamos a engañarnos, yo no soy de las que dice lo que siente. Digo lo que pienso, que aunque parezca lo mismo, no lo es, porque trato, a veces lo consigo, de no ser irracional, y no me importa que otros se enteren, que otros sepan lo que pasa por mi cabeza; pero si hablamos de emociones, aunque los gestos me traicionen; si hablamos de sentimientos, aunque mi corazón lata más deprisa; ni modo.

Nunca le he dicho a nadie eso de 'si tú me dices ven lo dejo todo', en cambio 'que te vaya bonito y devuélveme el rosario de mi madre' una infinidad de veces. Nunca le he dicho a nadie 'te quiero'. Bueno, bien, vale, tampoco lo he sentido, pero eso no es óbice. Se puede mentir, igual que se fingen los orgasmos, conozco montones de personas que fingen ambas cosas, que dicen sentir cuando no sienten, que parecen creer lo que saben que no es cierto... Yo no, hace mucho que me quité de lo primero y nunca he sabido mentir, o no del todo, o no tan bien. Nunca he sabido jugar con las emociones ajenas, menos con las propias. Y no se crean, la honestidad no está siempre bien valorada. Yo misma le pedí a un tipo que me mintiera antes de irse, que me dijera que me quería y que me había esperado a través de los océanos... no fue tan convincente como Joan Crawford, yo aprendí que no había que darle nunca la mano a un pistolero zurdo y descubrí a Benjamín Prado.



Y de repente, ahora, en estas últimas lunas, he perdido la cuenta de cuántas... me despierto echando de menos. Y no, tampoco le he dicho nunca a nadie 'te echo de menos', puede que ni siquiera lo haya sentido nunca... puede, hasta ahora. Y de repente lo digo, you know, y por primera vez siento que es cierto,  'te echo de menos', aunque no acabe de comprender del todo cómo es eso de echar de menos a alguien a quien nunca has tenido...

Y keep on dreamin'








P.D. Maureen O'Hara y John Wayne en "The quiet man".


Miss you...

17 perdidos en el laberinto:

guille dijo...

Se puede echar de menos a quien no se ha tenido.
La posibilidad es lo que buscamos.
Que ocurra es lo que queremos.

¿Finges orgasmos? De esa forma el "otro" se cree que lo ha hecho bien y no tiene espiritu de enmienda.

A mi lo mas complicado que me dijeron fue:
¡¡¡¡¡¿No iras a acabar ahora?!!!!!

Y claro, no acabé...cualquiera se atrevia.

Anónimo dijo...

No suelo recomendar música, pues cada uno es muy suyo, y preferimos descubrir las cosas por nosotros mismos. Quizá te guste.

http://www.youtube.com/watch?v=cHx17jcfDPs

Anónimo dijo...

Me había lanzado directamente a leer tus palabras, y no había reparado en la foto. "El hombre tranquilo" está entre mis películas favoritas. Tampoco es que sea decir mucho, porque tengo un montón, claro. No me importaría tener una mujer como ella. Y la parte de la pelea es genial :)

Sonix dijo...

Echar de menos es quizás un paso previo a querer, a veces...

mi dijo...

Como dice Sabina: "No hay nada peor que añorar lo que nunca jamás sucedió..."

Sese dijo...

¿y por qué hemos de mostrar siempre lo que sentimos?, ¿no podemos tener tanta complicidad con alguien para que sepa lo que sentimos, sepa lo que sufrimos, sepa lo que queremos sin necesitar de decirlo?

Nebroa dijo...

Sé que es como de masoquistas, pero 'echar de menos' a alguien es, creo, la única sensación triste que más me gusta, en la que puedo recrearme, volver al pasado, sentir la melancolía, la nostalgia, ese agridulce tan extraño. Eso sí, el echar de menos del que hablo es aquel que pasadas unas horas, o días, o tiempo, podrá ser aniquilado con la presencia del otro.
Sigo odiando mucho el echar de menos constante, continúo, que sabes que es para siempre.
You know ;)

Daeddalus dijo...

Guille: Me quité hace tiempo de cualquier tipo de fingimiento...

Daeddalus dijo...

Anto: Gracias por la canción, pero no me va demasiado y no voy a decir lo contrario y mentir, ¿no?.

P.D. A mí me gusta John Wayne cuando no hace de John Wayne, y "The quiet man" está entre mis no menos de cien películas favoritas.

Daeddalus dijo...

Sonix: A veces... otras sólo es echar de menos algo que nunca ha sucedido y conozco pocas formas mejores de hacer el idiota que esa.

Daeddalus dijo...

Mi: No suele gustarme darle la razón al Flaco de Úbeda, aunque seguramente eso mismo lo dijera alguien antes y tal vez no mejor, pero en este caso, estoy con él.

Daeddalus dijo...

Sese: Supongo... y qué lindo es eso de mirarse a los ojos y no necesitar las palabras... pero en fin, seré una cínica de campeonato, pero creo que a veces contar y expresar lo que uno siente salva más de un alma.

Daeddalus dijo...

Nebroa: Eso es hacer trampa, y tú lo sabes ;)Echar de menos desesperadamente a alguien, o no tan desesperadamente, es no ser capaz de sustituirlo por otro, pase el tiempo que pase... supongo, no sé, ya sabes tú que yo últimamente no sé y por no saber ni sé lo que no sé...

Nebroa dijo...

Ese 'echar de menos' es lo peor. Así que sí, hago trampas a menudo...
Además es que olía que el tuyo que escribías era de los que ejecutan los tramposos como yo, o sea, los que saben que dejarán de echar de menos pronto...

Daeddalus dijo...

Tengo una bendita capacidad para hacer trampas, y para dejar de echar de menos si me lo propongo... hasta ahora. Temo el día en el que mis trucos no me funcionen... pero al mismo tiempo mataría por sentir por vez primera que hay alguien lo suficientemente importante como para no dejar de echarle nunca de menos...

P.D. Estoy escuchando a tu Ryan Bingham y cada vez me gusta más.

Anónimo dijo...

Tu sinceridad es lo único que espero :)

Nebroa dijo...

Así me gusta, que hayas entendido que es 'mi' Ryan! jajaj...
Sé que sabes evadirte como casi nadie, que ocupas tus manos en otras cosas para no envolverte demasiado de hastío, y del mismo modo sé que lo sentirás un día, ese temor, y el problema, y el miedo, y el acojone generalizado. Cae por su propio peso. Nadie está en el mismo lugar siempre

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