Me pinto las uñas, de los pies, de color berenjena. Jamás las de las manos, aunque una vez y durante no más de un par de días las llevé de color negro y otra vez me convencieron que el jade era el color de moda (durante un par de horas)... pero siempre llevo las de los pies pintadas. No hay una razón determinada. En realidad nunca me miro las uñas y en invierno, y desde que me mudé a Oviedo y dejé de ir a la piscina, tampoco nadie me las mira, digo, las ve. Eso me lleva a calcular el tiempo que hace que no me desnudo delante de alguien (o me desnudan), aunque quitarse los calcetines, los panties o lo que corresponda, nunca las medias, siempre es lo primero en esos menesteres y recuerdo ahora la última vez que lo hice, desnudarme ante presencia ajena, y como se fijó en mis uñas de azuloscurocasinegro y me preguntó ese alguien el motivo, no ya del color, sino el por qué de pintarse algo que nadie va a ver (excepto yo) en es(t)e largo invierno. Como si hubiera que tener una razón... que por cierto no encontré. Tengo el defecto que enredarme con tipos multineuronales y en exceso racionales que por tanto ni me entienden a mí ni son capaces de aceptar que según que cosas se hacen porque sí... porque hacen bonito.
Como si lo hubiera escrito yo. Siempre llevo las uñas de los pies pintadas, y me lo han preguntado alguna vez, y sí, mi respuesta es la misma: porque hace bonito! Besos
ya llegará la persona que al ver tus hermosos pies con uñas pntadas diga: "siempre te imaginé así"...y morirás de amor, flotará el color berenjena por la habitación (de alegría, claro!)
Y es que soy muy mía y a la vez muy del cosmos, muy de las tinajas y de los moldes de galleta, de las vainas y los pomos cromados, de la cola y el carril más lento, de embalsamadores y taxidermistas, del rincón del aburrido; soy muy de los desprendidos de la crítica, fiestas provocadas y tijeretazo en casa, del orden cosas y cosas por vicio. Soy muy de todo esto y de aún más cosas. Sólo espero que alguien me reclame... sería muy violento tener que hacerlo yo misma...
Deja tus paranoias o tus deseos, gritos al aire, diarios, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, tu mensaje, tus besos, saludos o consejo, bromas o entusiasmo, reminiscencias o cañones recortados, y ya descubriremos si tenemos algo de lo que hablar...
Ser ese pincel aguado por la lluvia que esboza en cada bocanada una bahía, dos volcanes y diez maneras de decir lo que deseas. Una bandada de gaviotas. La ginebra. Las noches sin futuro. Una colección de lunas llenas. Las verbenas de barrio. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Arrastrando la cobija. Tristezas a la carta por alegrías. Billie Holliday rasgando la noche. Una visita imprevista y deslenguada. Los calvos que se quitan el sombrero. Las noches "nuremberianas" al calor del Eulenspiegel repletas de ron, humo y conversaciones. Aquella voz, aquel acento."Mis" poetas: Á. González, Huidobro o Cernuda. La lluvia que parió charcos y barro. Viajar en tranvía. Volar cometas. Un par de botas sucias. El canto del urogallo. Alain Delon en "Rocco y sus hermanos". Caminar sobre hojas secas. Las tímidas que salen respondonas. Aviones que despegan. Las rosas amarillas, los lirios, las violetas. Las raras excepciones. ARJONA (con mayúsculas). Medianoche en una estación de tren. La honestidad brutal de Calamaro. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Aquella buhardilla en la Peissenbergstr. Silvana Mangano en "Arroz amargo". Pisar charcos. El 14 (y la lluvia) de abril. Mi chupa de cuero. La Coca-Cola (nadie es perfecto). Besos con risas. Silvio y Ojalá como coartada. Lengua con besos. El castellano de Umbral. Esencia de playa y sal de un lugar donde habitaban las gaviotas. Pisar charcos. Un vestido y un amor. Salitre 48. EL hombre del piano. Luka, el niño del 2º piso. Compay y Celia, el son y la salsa de luto. La primera mirada por la ventana al despertarse. Las noches que sonríen en forma de luna. Estoy Bartok de todo. El olor a tiempo desgastado. Simon & Garfunkel. Waits & Cohen. Los trenes que viajan hacia el este. Rosas a Rosalía. En Lisboa, sobre lo mar. El cambio de estaciones. Dylan y su hijo Jakob. Un amanecer en la playa del Silencio. El piano ha estado bebiendo. Puentes que se cruzan en ambos sentidos. El Urriellu. Una Delirium Tremens. Las carreteras secundarias. Un otoño de párpados caídos. Los domingos al sol en el Englischer Garten. Camarón sin camisa. Frambuesas en la tarta. Las sesiones de madrugada. Las montañas mágicas de esta tierra que plantó mi corazón recibiendo el regalo de la lluvia. Chavela por Jose Alfredo. Los labios que aprovechan los rincones más olvidados, más olvidables. Veloso y su fina estampa. El miedo, el futuro incierto, el camino, la búsqueda. Je vous ai apporté des bonbons parce que les fleurs c'est périssable. Los que pudieron ser y no han querido... Dream, baby dream.
4 perdidos en el laberinto:
Particularidades curiosas que caracterizan a la gente. Son las qe nos hacen diferentes y especiales..
¡unbeso!:)
Como si lo hubiera escrito yo.
Siempre llevo las uñas de los pies pintadas, y me lo han preguntado alguna vez, y sí, mi respuesta es la misma: porque hace bonito!
Besos
ya llegará la persona que al ver tus hermosos pies con uñas pntadas diga: "siempre te imaginé así"...y morirás de amor, flotará el color berenjena por la habitación (de alegría, claro!)
Me encantas.....
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