domingo, julio 19, 2009

Oficio de ausencias



Creo que te debo una disculpa, sí, a ti. Probablemente te resulte innecesaria, pero al menos por el momento no sólo soy dueña de mis silencios, sino también de mis disculpas.

Anoche necesitaba a alguien, unos brazos en los que refugiarme escondiendo la mirada en el fondo de un vaso de ginebra, fueron mis palabras en este mismo blog.

Apareciste tú, poniendo en duda que alguien como yo estuviera sola, sin que me quedara claro cómo es alguien como yo. Me dejaste con la duda. Tampoco importa. Y pese a que yo soy Miss Questions fuiste tú quién preguntó. "¿Qué más cosas necesitas?".

A partir de ahí siento que te usé como sparring para catalizar mis deseos y mis carencias, pero fusite tú quién preguntó, y sé, siempre lo he sabido, que la pregunta tenía trampa, no así mi respuesta: "Por este orden, follar, dormir abrazada y que alguien me de los buenos días con una sonrisa". Aunque usé un verbo no adecuado, no quería simplemente acostarme con alguien, irónicamente sentí pudor, no quería un cuerpo anónimo y sudoroso, alguien a quien olvidar a la mañana siguiente.

No quería sentirme cómoda contigo porque tras unos cuantos tequilas y unas cuantas canciones en El Escondite te llevara de la mano a las cuatro paredes de una habitación con cama. Si alguna vez lo hago que sea porque me apetece hacerlo CONTIGO, no por una necesidad urgente de un cuerpo en el que refugiarme, creo que no te lo mereces.

Sé, aunque no me quede claro el por qué, que a ti te gustaría, no sólo porque me lo dijeras anoche... lo supe desde el primer momento, desde aquel breve encuentro, frustrado por mis prisas y mi mal humor o incluso antes. Claro que mi intuición a veces me traiciona.

Puede que te moleste que hable de ti. Sorry, no hago excepciones, o bien, si lo hago, sólo una, pero el resto de los mortales corren el riesgo de que hable de ellos.

¿Te he dado las gracias?




P.D. Me voy a ver Bruce en el Festival de Glastonbury, en La 2. Como siempre a destiempo, yo estuve en tan esotérico lugar (dicen que allí esté enterrado el Rey Arturo y su consorte Ginebra) tan sólo un par de semanas antes, pero las vacaciones es lo que tienen, una no siempre ajusta las fechas a su gusto.

9 perdidos en el laberinto:

Marga Esteban dijo...

amigos en los que refugiarte...

Anónimo dijo...

Los hay con suerte!!!!!!!, los hay afortunados!!!!!!!!!

Aún me queda una pizquita de Aceite Johnson con aloe vera que no soy quien a terminar usándolo con el fin para el que fue adquirido.

En su momento, tuve suerte.

Daeddalus dijo...

O de los que huir...

Daeddalus dijo...

¿Suerte?

Anónimo dijo...

Para mi fue "suerte" o fui "afortunado". Llámalo como quieras.
Algunos nos conformamos con un poco de compañía en momentos en los que todo está torcido.

No sólo se vive de hablar a las paredes.
Los que tenemos la vida un poco "complicada" valoramos lo poco que hay (y lo mucho que supone).

Daeddalus dijo...

Me gusta que no seas complaciente y me califiques de "un poco de compañía".

Anónimo dijo...

"Un poco" hace referencia a la temporalidad y no a la calidad de la compañía,..........¿ý lo mucho que aprende uno?.
Yo aprendí a salir corriendo en dirección contraria cuando se te viene encima algo no deseado o inesperado.
No se si será bueno o malo, el caso es que lo llevo a la práctica..

Daeddalus dijo...

En eso yo si que soy experta...

T dijo...

Seguro que algún día no echarás a correr en dirección contraria, sino todo lo contrario. Llegará en el momento que tu quieras que llegue.
No creo que lleve tanto tiempo como tú escapando (pese a los años que te llevo), pero cuando alguien pasa la raya, ( cepillo de dientes, pijama, llaves de casa, etc, etc...) a uno se le viene a la cabeza el fracaso de un matrimonio que nunca se zanja por completo. Correr es la única solución.

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