Se hizo grande y se nos fue
Escribía Luis García Montero:
"[. ..] agradece tu vida a mis fantasmas,
a la pasión que pongo en cada verso,
por recordar el aire que respiras,
la ropa que te pones y me quitas,
los taxis en que viajas cada noche,
sirena y corazón de los taxistas,
las copas que compartes por los bares
con las gentes que viven en sus barras.
[…]
Recuerda que mi reino son las dudas
de esta ciudad con prisa solamente,
y que la libertad, cisne terrible,
no es el ave nocturna de los sueños,
sí la complicidad, su mantenerse
herida por el sable que nos hace
sabernos personajes literarios,
mentiras de verdad, verdades de mentira […]"
Y no olvido que ellos existen porque existen en mis recuerdos...
No olvido que nada hay más solitario que el dolor, porque también excluye a quien lo siente.
"[. ..] agradece tu vida a mis fantasmas,
a la pasión que pongo en cada verso,
por recordar el aire que respiras,
la ropa que te pones y me quitas,
los taxis en que viajas cada noche,
sirena y corazón de los taxistas,
las copas que compartes por los bares
con las gentes que viven en sus barras.
[…]
Recuerda que mi reino son las dudas
de esta ciudad con prisa solamente,
y que la libertad, cisne terrible,
no es el ave nocturna de los sueños,
sí la complicidad, su mantenerse
herida por el sable que nos hace
sabernos personajes literarios,
mentiras de verdad, verdades de mentira […]"
Y no olvido que ellos existen porque existen en mis recuerdos...
No olvido que puedo asesinarlos en el momento más inoportuno...
No olvido que nada hay más solitario que el dolor, porque también excluye a quien lo siente.
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