miércoles, enero 19, 2011

Hasta aquí he llegado



Hace dos noches le pedí que no me rompiera el corazón.


Él, por supuesto, juró que no lo haría...


De inmediato me di cuenta de lo absurdo de mi petición... yo no tengo corazón.



5 perdidos en el laberinto:

Anónimo dijo...

aunque no tengas...espero que no te lo haya roto..

k dijo...

uau

Desde mi realidad dijo...

Pero qué bien suena... :)

Maeve dijo...

¡Qué suerte!

Alex dijo...

Aun en lo más profundo, todos tenemos corazón. Al menos yo, durante décadas, me creí el hombre de hojalata transitando el camino de baldosas amarillas. Luego descubrí que en los suburbios de Madrid los caminos son de arena tintada de una especie de verde y no llevan a ninguna parte. Descubrí también que algo latía dentro de mí, lo suficientemente fuerte como para darme. Y aunque nunca tuve valor alguno, resulta que otros debieron de ver algo que para mí pasó inadvertido. No creo en los cuentos de hadas, pero aquel año se le pareció mucho.

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