Sólo quiero saber si detrás si al otro lado del espejo me esperan tus labios
Debería, supongo, ocupar el compartimento estanco de mi cerebro que vuelco en este rincón, la estantería superior izquierda esquina frivolidad, en pensar qué ponerme el viernes, por ejemplo. Si es que finalmente viene, que está por ver, que ayer me reprimí y no dije nada cuando me recordó que fuera eligiendo película; pero dudo que termine el día de hoy sin que le diga que en mi invitación no hay ninguna intención oculta de acabar en la cama. Que yo sólo quiero que las palabras signifiquen exactamente lo que significan, y punto. Y esto debería ser fácil, ¿no?. Así que debería estar ahora haciendo la lista de la compra, eligiendo película, un plan de actuación de mejora y limpieza, y muy especialmente qué ponerme; porque digo yo, qué se pone una en estas circunstancias. No es plan de maquillarse como una puerta para sentarse en el sofá, aunque yo sea de 'no sin mi rímmel', encaramada a unos tacones.
Y aunque me apetece, que sí, que no es que no tenga ganas de "ir conociéndonos", que si no me apeteciese no le hubiese reservado el sábado (si es que llegamos después de lo del viernes), ni parte del viernes si finalmente la invitación llega a buen puerto; mi mente baja dos estanterías más abajo, también a la izquierda, en ese compartimento estanco de mi cerebro volcado en este rincón, esquina sueños chiquitos e inalcanzables e irrealizables e irreales e imposibles y métanle ustedes todas las "i" que les plazcan. Que no sé si es que no puedo, o simplemente que no quiero; que no viene a ser lo mismo aunque acabe por ser igual. Y es tan absurdo, y tan estúpido, y obsesivo, e idiota, que me asusta un poco, tal vez demasiado, lo justo, lo necesario.
Y Sal acaba de enviarme el segundo correo de la mañana. El primero trata de disquisiciones laborales que no vienen a cuento y que aquí no tienen cabida. En el segundo me hace prometer lo que sabe que no cumpliré más temprano que tarde, dejar las cosas como están; y me pregunta si ya he hecho la lista, que ya les comenté que ella cree firmemente en el poder sanador de las listas, que ya lo cantaba Drexler, ya saben, tu corazón va a sanar. La lista en la que inicialmente debía recoger a dos columnas los pros y los contras del que según ella sería el perfecto padre de mis hijos, que en segunda instancia debía recoger las virtudes y fallos de mi expediente X y que finalmente anoche, desvelada, desde la cama, mirando la lámpara del techo recién comprada en Ikea, apoyada en la pared pintada de color plata; mentalmente recogió todas las bondades y defectos que debe presentar un hombre para que me interese, teniendo en cuenta que el 99'99% de los hombres no me interesan y que en ese 0,01% ya están incluidos Bruce Springsteen, Hugh Jackman y Quique González; me di cuenta de algo que ya sabía, que en realidad te estaba describiendo a ti, a tu chaqueta de cuero y a tu mal café, y a tu sonrisa y a tu voz cada vez más ronca... y no, juro que no quiero, pero no puedo, que no viene a ser lo mismo aunque acabe por ser igual.
P.D. Vivien Leigh y Rex Harrison en "Storm in a tea cup"
23 perdidos en el laberinto:
Estimada Dae,
Me encanta tu blog. Por ilustrativo. Por reflejo.
Me gusta el trazo tan claro con el que expones que estás atrofiada emocionalmente, sexualmente y ese devenir inexorable del futuro que te espera. Esa claridad de que acabarás sola, y sin gato o perro en casa.
Me gusta la bella metáfora que planteas, en la que no estás a la altura de los hombres que te gustan (corrijo, NO TE SIENTES a la altura), y sin embargo los que si lo están no los quieres volcados, ni con el menor asomo de interés o excitación incomprendida.
Pienso que todo lo que escribes es una alegoría a lo bien que sabes leerte, y lo mal que lees a los demás. Jugar al ajedrez destapa esa habilidad de lectura y de anticiparse a lo que piensa el contrario. No es que los hombres sean más honestos consigo mismos, es que están a por la labor de que no les maten al rey, cuando tú (y por extensión las millones de mujeres contemporáneas a ti) sólo estás preocupada por situar bien a la reina, sin que viva en una casilla vulnerable que le impida atacar cuando sea preciso, en diagonal, horizontal o vertical.
Porque poner a la reina, al lado del rey enemigo para ver una película (en blanco y negro), no implica peligro para la reina (negra), pero la vida le va en ello al rey (blanco).
Mira que bonita me ha quedado la metáfora.
En todo caso, la indecisión nunca es buena compañera en este juego.
Cancela la cita y además de helado, compra pipas.
Un saludo.
Yo creo que darle tantas vueltas a las cosas no es bueno, deja que pase lo que tenga que pasar.
Después de leerte a tí, me he quedado sin palabras, otra vez una viene aquí y gustaría robarte las palabras una por una.
Después una lee el consejo de Marikosan y ve que tiene toda la razón pero como yo no puedo cumplirlo, tampoco puedo apropiarme de él.
Así que voy a ser igual original que siempre y me limitaré al soso: Me ha encantado!! :p
Un besote.
Yo también agradezco el consejo de Marikosan, y sé que es lo correcto, dejar las cosas fluir, pasar y no sólo de página no obsesionándose con lo que no es (esa lista de pros y de contras) y disfrutar en la medida de lo posible de lo que es o puede ser (esa cena o esa película o lo que sea, si es, este viernes o este sábado). Pero no puedo o no sé o no quiero... aunque sé que podré, o sabré o querré, llegado el momento.
Anónimo, no sé si eres quién creo que eres, que probablemente, el símil ajedrecístico te ha delatado, o no... en fin, poco importa.
Hay un problema, no me gustan las pipas. Y no, no pienso cancelar la cita. ¿Me equivoco? Probablemente. ¿Estoy siendo injusta con mi expediente X forzando una situación que a lo mejor no es exactamente lo que busco o a quién busco? Probablemente. ¿Acabaré sola, sin perro que me ladre y odiando a los gatos? Probablemente. ¿Nunca aprenderé a leer a los demás? Probablemente ¿Hay demasiadas probabilidades? Probablemente. ¿Me queda alguna certeza? No... ¿Debería aprender a jugar al ajedrez? Sí.
P.D. No he acabado de entender del todo tu alegoría, tendrás que explicármela mejor... es cierto que no sé leer a los demás.
Al menos le quedan dos certezas:
1.- La certeza de que no le quedan certezas.
2.- La certeza de que debería aprender a jugar al ajedrez.
No está mal del todo...
Creo que me apetece un plan de helado y peli en blanco y negro... En mi caso el helado será de chocolate. Y cambiaré la Taberna del Zurdo por la del irlandés...
Feliz noche.
Huntter.
A lo que voy es que no pienses en lo que estará pensando él, si a mi me llama un chico para aclararme que me ha invitado SÓLO para ver una peli, pensaría que es gilipollas y que se queda SOLO viendo la peli. Si llegado el momento tienes que decir que no, díselo, pero no adelantes momentos por hacerte pajas mentales, a veces la vida es más fácil que todo eso.
Un beso y feliz fin de semana.
En realidad le doy vueltas a esta idiotez porque a lo que no quiero darle vueltas es a otra cosa, y desplazo ideas y obsesiones... no es que sea un método perfecto, pero al menos evito hablar de lo que quiero hablar pero no debo...
El poder de las listas es inabarcable. A veces pienso que el universo no es más que una lista de cosas grandes y pequeñas, desordenadas por que alguien las esparció después de repasarla.
Hoy me ha gustado especialmente tu post. No me preguntes el porqué.
Un abrazo
toni
Jajajaja, no le interesan el 99,9 de los hombres, y tiene un blog en el que escribe exclusivamete de ellos.
Yo me parto.
Y no, no es quiera decir lo que digo... que diga, sí, sí eso es lo que quiero decir, pero no no es eso lo que pretendía decir, o mejor, he dicho, pero no digo nada.
Válgame el cristo laico!!
Daedd,haz lo que tengas que hacer. Yo en tu situación estaría igualita, quiero decir, actuaría igualita que tú. Y las listas tb se pueden hacer mentalmente, que luego es un buen ejercicio de memoria y un antídoto a la potencial pérdida de la misma.
Me vas a permitir decirte que es no difícil constatar que ciertos "Anónimos" les gusta darte una de cal y otra de arena, y siempre bajo la máscara de su supuesto "anonimato". Ese tipo de personas son los peores "consejeros", te dan consejos que ni pides y luego son incapaces de aplicárselos a ellos mismos.
Yo intuyo que va a ser una velada inolvidable y muy bonita.
Besines,
Amber
Rogemos a dios para que así sea, aunque luego nos toque soportar sus: "quise pero no quise, pude pero no pude, pensé pero no pensé, sentí pero no sentí, hice pero no hice, dije pero no dije, fui pero no fui, etecé, etecé.
De qué cosas tan inanes se puede llegar a hacer una epopeya, virgen santísima. Ni que fuera la única tía en la tierra que queda con tío.
¿helado y peli?. Mira, el plan es perfecto!!.. Si te apetece hacer eso y te apetece hacerlo con él, pues ya está. Ni ajedrez, ni llamadas ni nada de nada.. tú a hacer lo que te apetece.
Si eso te sirve para olvidar.. entonces ya me has convencido del todo. Creo que a todos nos ha apetecido un poco el plan!!!.
Yo voy a comprarme helado también!!.. jooo pero a ver donde encuentro yo alguien con el que me apetezca hacer algo así, y este cerca, y disponible, y quiera.. ¿has visto?.. no es un plan tan sencillo!!!
juro que siempre te describo a ti..
Mira, en el idioma de cualquiera con dos dedos de frente, una peli es una peli. Con helado.
Que un hombre vaya a ver una peli a casa de una mujer que le gusta con la 'esperanza' de que pase algo más y sabiendo perfectamente que lo más probable es que no pase nada aparte del susodicho helado, eso es lo más normal del mundo y se llama salud mental.
No te comas la olla. O cómetela, ya que pareces saber que eso es solo para no pensar en lo otro. Lo otro es el problema, probablemente y por desgracia. Cómetela. Pero ni se te ocurra llamar para aclararlo.
Oiga, y qué envidia me da su sesión de cine, carajo. Yo también quiero.
Llamalo.
Dile que le has contado el plan a una amiga y ella creyó que era una invitación para un polvo.
Y dile que ese no es el plan.
Si queremos que sean claros con nosotros debemos ser claros con los demás.
Yo estoy cansado de los si pero no.
Suelo navegar mejor con las certezas.
Una peli y helado es una peli y helado, punto.
-Huntter: Y nunca hay dos sin tres... certezas. Habrá que buscar esa tercera.
-Toni: Pues no pregunto... que al fin y al cabo los por qués son lo de menos. Me quedo con que te haya gustado, que eso me gusta a mí, mucho :).
-Amber: De ser sincera no suelo hacer demasiado caso a los consejos ajenos, entre otras cosas porque yo tampoco soy especialmente aficionada a ofrecerlos. Creo que todos en mayor o menor medida conocemos al dedillo la 'teoría' y no solemos necesitar que nadie nos la recuerde.
-Flor: Pocos planes tan buenos como compartir... lo que sea, pero en compañía.
-A: Y aunque no lo juraras, yo lo creería.
-K: Lo has entendido... pues eso.
-Guille: A veces no se tienen ganas de dar explicaciones, ni de hablar, ni de contar... bien lo sabes.
Soy un pésimo buscador de certezas. Sin embargo, soy un experto en torpezas... La penúltima: esperar ver en blanco y negro La Taberna del Irlandés, rodada en un technicolor que me recordó los gloriosos programas dobles y sesión continua de mi infancia (los bocadillos de ahora nunca me saben tan bien como los de entonces)...
H.
Pruebe con la mortadela... nunca falla... y elija "The quiet man", que el color no siempre decepciona...
Terribles las comparaciones... sobre todo para los que tienen la mente preparada para la felicidad (intrerpretación: solo recuerdan los buenos momentos). Yo no caería en lo de la lista, no creo que a ti te sirva.
Las listas sólo saben para recordarte lo que ya sabes y muchas veces, demasiadas, no quieres saber...
...
Había pensado en el hombre tranquilo... (no así en la mortadela, debo confesarlo).
Pues, no sé como terminaréis la noche pero, sea como fuere, es un tipo afortunado. ;)
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