Se pregunta Josele Santiago que por qué escuchar si las cosas no escuchan, aunque antes rieran y ahora se van
Recuerdo ahora aquellas primeras palabras del joven Marías en "Corazón tan blanco", uno de mis libros favoritos, uno de mis comienzos preferidos...
"No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola de su propio padre, que estaba en el comedor con parte de la familia y tres invitados".
Porque de alguna forma aquellas palabras fueron el comienzo de todo aunque yo entonces no lo supiera. Y es que yo no quería saber, pero supe... y no, no me avergüenzo de que mis manos sean de tu color, ni de portar un corazón tan blanco...
Y porque hoy quería hablar de ti. Pero no voy a hacerlo porque me he prometido a mí misma que la próxima vez que te nombre sin nombrarte será la última; si bien es probable que no llegue a cumplir mi promesa, al fin y al cabo poco importa, que dudo nadie sepa de quién hablo y tú imagino ni siquiera ya lees esto. Y no, no quiero que desaparezcas, no todavía, aunque en realidad hace mucho que lo hiciste.
P.D: Tina Louise
10 perdidos en el laberinto:
Comparto, creo que Vd. ya lo sabe, su opinión sobre "Corazón tan Blanco".
Buenos días.
Huntter.
Josele, ay. Nadie desafina como él.
Seguro que te sigue leyendo...
No lo creo, y no debería importame, ¿verdad?... pero (aún) me importa...
¿Y cómo se hace para que deje de importar?
Creo que ya te lo he dicho pero sin duda es uno de mis libros favoritos.
Muchas veces no queremos saber y sabemos...incluso desde el principio.
Aida, no lo sé, y no sé si me importa saberlo, a lo mejor no deja de importarnos porque no queremos que eso suceda. A lo mejor queremos presente y en el momento que lo consigamos, será pasado.
Reina: Desafinar puede ser todo un arte, sin duda.
Lo sé Huntter, Vd. y yo compartimos unas cuantas cosas.
Mon: Y a veces nuestro empeño es tan grande que hasta lo conseguimos, o eso nos creemos...
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