Si contara con los dedos de ambas manos el número de veces que últimamente alguien me ha dicho lo difícil, lo complicada, lo retorcida, lo compleja que soy, no me sobrarían dedos.
Cuando comento que me gusta la Navidad, soy un ser en peligro de extinción. Si le suelto lo que en ese momento me late, intimido a marchas forzadas. Si digo lo que pienso, es que no pienso lo que digo.
Y tú vas y dices que sí, que es cierto, que intimido. Pero me miras, y vuelvo a estar viva.
Cuando comento que me gusta la Navidad, soy un ser en peligro de extinción. Si le suelto lo que en ese momento me late, intimido a marchas forzadas. Si digo lo que pienso, es que no pienso lo que digo.
Y tú vas y dices que sí, que es cierto, que intimido. Pero me miras, y vuelvo a estar viva.
3 perdidos en el laberinto:
Ocurre, y ocurrirá, que ciertos seres humanos, “rara avis” de esta especie, son inoportunamente contradictorios. Podría denominárseles masocas por autorealización. Atacan o se hacen las víctimas a o ante la sociedad para poder dormir regocijados y arropados en su firme, independiente y no doblegada personalidad, y se levantan a medianoche con una media sonrisa que consagran a sí mismos por haber resistido otro envite más, aunque sea provocado por uno mismo, sin considerar que es esa misma sociedad que teme la que le crea como ser único, conviviendo con ella no enfrentándose a ella, única manera de conseguir un equilibrado estatuto de la propia autonomía.
Por eso cuando la miras, creyendo intimidar, y te sientes viva, simplemente te has mirado a un espejo, en la que se refleja un grotesca imagen, la propia, que te obliga a ponerte a prueba y que oculta la verdadera imagen, la otra persona que está detrás, que es la que te crea y realiza.
Y lo más triste es que no oculta la imagen de esa persona sino que, simplemente, no te das cuenta que, en realidad, no la quieres ver.
QUIZAS sea porque conoces mucha gente o por q tienes pocos dedos.
si una mirada te hace estar viva, intimida un poco mas. Esos estados de animo suelen ser escasos.
A mi la navidad me huele a abeto quemao.. será porque dejó de ser lo mismo cuando mi primo se fue con una brasileña y las fiestas empezaron a hacerse en mi casa.
Temas de orden práctico.
Te sigo!!
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