If I had a hammer
He tenido un fin de semana extraño, cansado y casero. Dedicada al bricolaje y a la pintura de brocha gorda. Divertido. Y especialmente instructivo, he aprendido que:
-Pintar es divertido y hasta relativamente fácil y rápido. Lo complicado es prepararlo todo. Tapar muebles, poner plásticos, mover, colocar y sobre todo limpiar, al final, y colocar todo en su sitio de nuevo.
-Nunca faltan manos que deseen ayudarte. Es como las mudanzas. Todos se ofrecen. Te traen obsequios, vino y pizzas, magadalenas y hasta ensalada. Por supuesto dos manos y muchas ideas de cómo deben hacerse las cosas. Las ideas no suelen coincidir.
-No tengo precio como montadora de muebles de Ikea.
-Los taladros son peligrosos e irresponsables.
-Todo el mundo quiere pintar y se pelean por las brochas, pero nadie quiere pegar plásticos o empuñar la fregona.
-Aún con dos pares de guantes hay manchas de pintura en las manos que no se quitan ni tras tres duchas y dos manicuras caseras.
-Subir y bajar continuamente una escalera de mano provoca agujetas.
-No es lo mismo un tornillo que un clavo.
-Los muebles se mueven mejor si se colocan sobre una manta o colcha y se tira de la manta y no se empuja el mueble. Lo complicado, claro está, es colocar la manta bajo el mueble.
-Existen los destornilladores eléctricos.
-La pintura se limpia fácilmente con agua, el esmalte necesita en cambio un disolvente y frotar, mucho frotar.
-Y tengo que comprar cortinas.
2 perdidos en el laberinto:
Cada dia eres mas mona.... :)
Otra cosa.... me he tragado entera la escena esa peligrosa que has puesto....Pobre Nestor Patu, a caido en manos de una mimosa que se decora la cabeza como su perra..... a juego de su ropita interior, eso si....
¿Como acaba la noche?
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