¿Qué será, será, será?
Llega la cuasi sagrada media hora de descanso que todos llaman "hora del café", nombre que me parece bastante impropio puesto que en la práctica no es una hora, sino media y no necesariamente hay que dedicarla a tomarse un café, al menos no en mi caso.
Se me acerca la viudita alegre y me pregunta si la acompaño a tomarse un te. Acepto y cojo el bolso y me pongo la gabardina. Llega la Carola encaramada en unas maravillosas botas de Mascaró y envuelta en un no menos maravilloso chaquetón de Ángel Schlesser. Dadas las coordenadas expuestas es lógico que mi sentido del gusto se vea tremendamente alabado cuando elogia (sinceramente) mi gabardina. Tras un sinfín de: ideal, fashion, chic,... la interrumpo diciéndole lo poco que me ha costado. Pero lo cierto es que no recuerdo lo que me costó, y aunque no creo que el precio hubiese sido especialmente excesivo no recuerdo que fuese una ganga. Ellas y yo somos incompatibles.
Me dice que si ha sido barata le gusta el doble. No entiendo esa respuesta como no he entendido la que a mí inconscientemente me ha salido. Y es una conversación que muchas veces he vivido. Alabas algo, generalemente una prenda de ropa o zapatos o un bolso y de inmediato la usuaria se jacta o presume de lo poco que le ha costado, mentira cochina probablemente la mayor parte de las veces.
¿Por qué lo hacemos? Acaso es una forma de aliviar nuestra conciencia por las cantidades de dinero que nos gastamos (algunas) en zapatos imposibles, bolsos que no necesitamos y ropa que llena nuestros armarios esperando su turno de salir a la calle.
6 perdidos en el laberinto:
Supongo que habrás visto alguna vez la serie "Sexo en Nueva York"... Allí se comprende todo, todo, todo lo que te pasa.
"¿Por qué lo hacemos? Acaso es una forma de aliviar nuestra conciencia por las cantidades de dinero que nos gastamos (algunas) en zapatos imposibles, bolsos que no necesitamos y ropa que llena nuestros armarios esperando su turno de salir a la calle"...
Me supongo que la respuesta es, en algunos casos, sí
Eso de que no te cuerdas de lo que te costo la gabardina señorita Gadjet, vamos a dejarlo.....
En todo caso, eso que preguntas tiene facil respuesta...
¿a quien le gusta que los demas sepan lo gañan que es por pagar un pastizal por algo que obviamente no lo vale, ponga lo que ponga en su etiqueta....?
Pues a mí me pasa más bien como a tí, jamás he presumido de lo que me haya costado alguna prenda. También es verdad que nunca he tenido mucha disponibiliad monetaria para armarme un armario como me gustaría, vamos que últimamente no subo de inditex.
Pero recuerdo haber comprado algunas prendas de lujillo cuando podía, y siempre les quité importancia.
pd. no sabía yo de gusto por la ropita Dae.
pd2. había un par de muchachos en mi ciudad natal, q no le quitaban la etiqueta esa de emidio tucci que viene en la manga de los abrigos y q se arrancan según la compras. Puf, a mi entender una catetada. Encima con el Emidio ese, como si fuese algo más que un corte inglés para hombre con nombre italianini.
Lo confieso, soy una frívola, Evinchi. Aunque la mayoría de las veces me tenga que conformar con el imperio Inditex como dices tú. Llegarán tiempos mejores, espero.
Yo creo que es una manera de desmerecernos... de no valorar lo que tenemos, más allá si hemos gastado dinero en eso.
Creo que habría que decirse a una misma, sí es bien lindo, gasté una fortuna...¿y qué?
Besos.
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